30 de agosto, Día Internacional del Puma

Pumas en Patagonia están siendo estudiados con conexión satelital

Por el Director Científico de Fundación Rewilding Argentina, Emiliano Donadío. 

  • 30/08/2020 • 08:48
: Pepito, uno de los machos de puma, con collar de rastreo satelital. (Fotos Franco Bucci)
: Pepito, uno de los machos de puma, con collar de rastreo satelital. (Fotos Franco Bucci)

De acuerdo con el registro fósil los pumas evolucionaron hace unos 6 millones de años en Norte América. En esos tiempos, Sur América era una gran isla completamente separada de Norte América y del resto de los continentes. Dos millones de años después, el istmo de Panamá emergió de las profundidades marinas uniendo Norte y Sur América, creando así un corredor terrestre que conectó las Américas. Entre las muchas especies que utilizaron este corredor para moverse de norte a sur y de sur a norte destaca el puma, que ingresó a Sur América hace unos 2,5 millones de años.

En Sur América, el puma encontró una amplia gama de nuevos ambientes y presas a los cuales se adaptó exitosamente. Este gran depredador logró colonizar los altos Andes, las frondosas selvas tropicales, los extensos pastizales de la llanura pampeana, los bosques áridos del gran chaco y la inhóspita estepa patagónica. Así, el puma se convirtió en el felino con mayor distribución en América encontrándose desde Alaska hasta el sur continental de Argentina y Chile.

La conquista y colonización de América por Europa resultó en nuevos desafíos de supervivencia para el puma. En muchas regiones, pero muy particularmente en la Patagonia, los colonizadores exterminaron buena parte de las presas nativas del puma al mismo tiempo que introducían animales domésticos, especialmente ovinos. El conflicto no tardó en desatarse, y a pesar de sus 2,5 millones de años de presencia en Sur América, los pumas fueron declarados peste por los colonizadores y condenados al exterminio mediante el uso de armas, venenos y trampas. Esta persecución, ocurrida mayoritariamente en los últimos 100 años, diezmó las poblaciones de pumas, pero no alcanzó el objetivo de exterminarlos.

Mientras los pumas eran perseguidos en Patagonia y buena parte de América, varios estudios comenzaron a mostrar que estos grandes felinos tenían un rol fundamental en la mantención de la dinámica natural de los ecosistemas que habitan. Los pumas depredan sobre grandes herbívoros favoreciendo el desarrollo de la vegetación, removiendo animales enfermos en la población de presas disminuyendo la posibilidad de contagio y conteniendo enfermedades, y proveyendo alimento en forma de carroña a aves amenazadas como el cóndor andino. Éstas y otras funciones que cumple el puma destacan la importancia de conservar poblaciones abundantes y saludables de este majestuoso felino.

Desde enero de 2019, nos encontramos implementando un ambicioso proyecto mediante el cual esperamos profundizar nuestro conocimiento sobre la ecología del puma en paisajes compartidos con el hombre en el noroeste de Santa Cruz. Utilizando la tecnología más avanzada, incluyendo el equipamiento de pumas con radio collares con geoposicionadores y conexión satelital, esperamos asegurar la persistencia de este depredador proponiendo estrategias que disminuyan el conflicto con los ganaderos, incluyendo alternativas como el ecoturismo basado en la observación de especies de fauna silvestre, entre ellas el puma.

De enero de 2019 a marzo de 2020 capturamos y equipamos con radio collares 9 pumas, entre los cuales destaca Puna, una hembra de 42 kilos que nos sorprendió con 3 cachorros cuando comenzamos a monitorearla. Desde entonces, Puna ha demostrado ser una gran madre y excelente cazadora siendo capaz de derribar guanacos de más de 100 kilogramos. Unos pocos meses atrás, mientras recorríamos los faldeos de una meseta, tres de nosotros tuvimos la increíble experiencia de observar a Puna paseándose con sus cachorros. Mientras en silencio disfrutábamos del encuentro recordé el papel esencial que ella y sus congéneres tienen en la naturaleza; recordé los millones de años transcurridos desde que los primeros pumas norteamericanos se aventuraron en América del Sur atravesando el istmo de Panamá; y recordé los años de intensa persecución que los pumas han sufrido en Patagonia y otras latitudes.

Puna, heredera de una larga historia evolutiva y descendiente de aquellos pumas que sobrevivieron 100 años de aniquilación, es el presente de su especie. Sus tres fornidos cachorros son el futuro. Nuestro trabajo habrá concluido cuando nos aseguremos que ese futuro, sea.