Protección Civil entre la búsqueda de Marcela López, el sismo y capacitaciones

Protección Civil de Santa Cruz tuvo un 2021 agitado. Por fuera de los trabajos que realizaron durante la primera parte de la pandemia, el área a cargo de Diego Farías tuvo dos casos importantes policiales donde prestaron colaboración: la del grupo de kayakistas en el Lago Cardiel en el mes de febrero y la de Marcela López, desaparecida en Río Gallegos desde el mes de marzo. A estas tareas operativas, se le sumaron todos los trabajos que se realizan en el día a día, como ser las distintas capacitaciones que llevan adelante –primeros auxilios y RCP- y ya hay en agenda todo el operativo de verano en rutas, sumándose a las campañas que se realizan desde Provincia. Hay que señalar que Protección Civil presentó colaboración además todas las tareas realizadas en el marco de los temporales de viento, siendo el mes de agosto en Río Gallegos donde se presentaron las ráfagas más fuertes.

En las últimas jornadas, estuvieron fuertemente abocados al festival aniversario de Río Gallegos, lo que demandó un número importante de personas.

El esfuerzo

Diego Farías, titular del área, habló acerca de cómo fue el trabajo durante el 2021, teniendo en cuenta la nueva realidad por la pandemia y la necesidad de seguir prestando colaboración con las distintas áreas de Río Gallegos y Santa Cruz. Trabajos en rutas, rescate y salvamento. “Fue un año de ardua tarea, comenzando con todo lo que fueron los operativos habituales en el verano, junto con la agencia provincial de seguridad vial. Mantuvimos el esquema de Ramón Santos, que, hasta el día de hoy, tenemos personal en el ingreso norte de la provincia”, remarcó en primer lugar.

“Pasamos por actividades operativas como búsquedas de personas y cuando tuvimos mayor flexibilidad, iniciamos capacitaciones esenciales. Estábamos trabajando con el CPE para los alumnos de quinto año de todos los colegios”, explicó.

Uno de los trabajos más demandantes en todo el año tiene que ver con las capacitaciones, ya que son reiteradas las instituciones que solicitan que se realicen, tanto para RCP como para primeros auxilios. La última se llevó adelante en Caleta Olivia, con más de 240 personas.

El trabajo de rescatismo empezó agitado en el año, continuando posteriormente hasta ahora, con la búsqueda de Marcela López. “Empezamos con lago de Cardiel. Ni bien recibimos la solicitud de apoyo a través de la policía y la comisaria que lleva adelante la causa, llevamos equipos al lugar que sea necesario, con personal de operaciones. Generalmente son operaciones de largo aliento, trabajo incansable y ahí empezamos a coordinar recursos externos, como el apoyo de fuerzas armadas o fuerzas de seguridad federales”, explicó sobre el tema.

Haciendo referencia al caso de Marcela –que en la última semana tuvo novedades en el marco judicial- señaló que “nosotros mantuvimos el esquema de búsqueda, tanto nosotros como bomberos. En el caso de protección civil teníamos las guardias divididas en doble turno y durante eso, hacíamos patrullajes en la costa. Esta última semana, se intensificó la búsqueda y siempre trabajo coordinado”

“Cuando se presentan los voluntarios espontáneos, trabajamos en la coordinación para que las medidas de seguridad sean las adecuadas”, remarcó.

Sismos

El Sistema Público de Seguridad de Santa Cruz se encuentra trabajando de manera articulada con el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES) en pos de analizar y estudiar las amenazas sísmicas que sufre la provincia.  

El Ministerio de Seguridad de la Provincia de Santa Cruz, a través de las áreas que lo componen, continúa trabajando en el monitoreo permanente del comportamiento de la amenaza sísmica y sus consecuencias en la comunidad, apoyados técnicamente por el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES). Todas estas tareas se dieron y se reafirmaron luego del sismo ocurrido en Calafate, meses atrás.

La periodicidad en la percepción actual, según lo informado por los especialistas, están asociados al movimiento sísmico de 5.5 ° del pasado 13 de octubre y a su consecuente acomodamiento de roca en la zona de El Calafate.

Como habitantes de una zona sísmica, se debe interpretar lo percibido en intensidad utilizando la Escala de Mercalli, esta escala tiene 12 grados en números romanos (I al XII) y como clasificarlos depende de condiciones de terreno, de la vulnerabilidad de las construcciones y la distancia de su epicentro.

Esta escala tiene carácter subjetivo y la severidad se relaciona a las vibraciones producidas en un lugar determinado, teniendo en cuenta daños en edificaciones, en el terreno, en los objetos y en las personas. Los últimos efectos percibidos se ajustan a nivel II-III.