Redes narco en la provincia

Procesaron a los detenidos del operativo “Blanco Pintor”

La resolución fue dictada por la jueza federal Marta Isabel Yáñez, que procesó a otras 14 personas implicadas en una red narco con anclaje en Santa Fe y en la ciudad de Caleta Olivia, en Santa Cruz.

  • 12/06/2021 • 09:15
La droga era enviada en baldes de pintura blanca.
La droga era enviada en baldes de pintura blanca.

La justicia federal de Santa Cruz resolvió finalmente procesar al ingeniero químico santafesino, Sergio Raúl Amer, tras haber quedado ligado a una banda narco que enviaba cocaína en tachos de pintura desde Santa Fe hasta la Patagonia. La medida fue dispuesta por la jueza de Caleta Olivia, Marta Isabel Yáñez, que instruyó la investigación que realizó División Unidad Operativa de la Policía Federal de esa jurisdicción.

El procesamiento de Yáñez alcanza también a otras 13 personas implicadas en la red que traficaba estupefacientes. Se trata del propio Matías Blanco, alias “El Tatengue”, quien es oriundo de la localidad de Perito Moreno (Santa Cruz) y residía en Santa Fe capital; Matías Godoy; Milton Contreras; Leandro Ariel Ortiz; Jorge Alcides Castro; Fabricio Abraham Castro; Mauro Castro; Marcela Ester Gómez; Aneley Magalí Mansilla; Cintia Gamboa; Elisabet Schaller; y Paola Blanco. Por la resolución solo tres de las 13 personas procesadas (a parte del químico Amer) lograron transitar la causa fuera de la prisión: Gamboa, que obtuvo la domiciliaria y Schaller y Blanco (Paola) que transitarán la causa sin estar detenidas. Todos fueron detenidos entre el 23 y 24 de mayo pasado tras un operativo, denominado “Blanco Pintor”, que ejecutó la Policía Federal Argentina luego de una investigación que comenzó en junio del 2020, con vendedores al menudeo de Caleta Olivia, Perito Moreno y Los Antiguos y que luego se extendió hasta la línea de provisión que se encontraba en la ciudad de Santa Fe.

La resolución de la magistrada, emitida el pasado 8 de junio, ordenó que el santafesino continúe la causa con prisión preventiva en un establecimiento del Servicio Penitenciario Federal y además le trabó un embargo sobre sus bienes hasta cubrir la suma de 2 millones de pesos. En el procesamiento, al que tuvo acceso Aire Digital, la jueza Yáñez consideró que el ingeniero fue el encargado de conseguir las sustancias de corte (mayormente cafeína) para incorporarlas a la cocaína que conseguía el cabecilla de la organización: Matías Exequiel Blanco, alias “El Tatengue”. Para la encargada del Juzgado Federal de Caleta, el rol del ingeniero fue “esencial y fundamental” en la banda ya que el mismo brindó sus conocimientos técnicos para el “estiramiento” del estupefaciente, que era colocado en tachos de pintura blanca que luego eran enviados al sur del país por medio de una empresa de colectivos.

Por esa razón, lo procesó como partícipe necesario de transporte y comercialización de drogas, con eje en el inciso “C”, que sanciona a quienes realicen actividades vinculadas al comercio de estupefacientes, precursores químicos o cualquier otra materia prima para su producción o fabricación.

Escondida en tachos

El hecho delictivo que la Justicia le achaca a los procesados es haber participado de la coordinación, entre los primeros días del mes de mayo (de 2021), del acondicionamiento y transporte de cerca de dos kilos de cocaína que fueron enviados a Caleta Olivia en tres baldes de pintura blanca. Todos fueron despachados el 18 de mayo pasado en la empresa Vía Cargo de la terminal de ómnibus de Santa Fe. Esos baldes fueron luego interceptados por los investigadores, dos días después, en un centro logístico que tiene la empresa de encomiendas en Pablo Nogués, provincia de Buenos Aires. Allí, luego de una serie de peritajes, los investigadores hallaron la cocaína –y también cogollos de marihuana– que tenía como destino la ciudad de Santa Cruz.

Tal hallazgo fue captado en un video que difundió la Policía Federal en donde los investigadores metieron sus manos dentro de los tachos y lograron encontrar los envoltorios con estupefacientes.

Escuchas, el eje central de la causa

La Jueza de Instrucción también consideró que una de las pruebas que mayormente comprometen al químico son las escuchas telefónicas que fueron interceptadas durante el mes de mayo y que captaron los diálogos que tuvo el sindicado cabecilla de la banda con el químico. Ambos, entre el 5 de mayo y el 18 del mismo mes, mantuvieron una serie de llamadas en donde pactaron encuentros y se refirieron a cómo “estirar” la cocaína que Blanco conseguía por medio de sus proveedores. “Hecho como está, en el frasquito largo, que vos me diste, yo te devolvería un kilo seiscientos, preparado solo con lo mío y lo que vos me diste”, le comentó Amer a Blanco en una llamada interceptada. Y este último, le preguntó: “¿Con lo tuyo, un kilo seiscientos?” “¿No se le puede echar más nada?”. Por lo que el ingeniero le respondió: “No, si, vos le podés poner el "corte", le podés poner otras cosas, pero con un kilo seiscientos saldría exactamente como te di”.

El contacto entre el químico y el proveedor de drogas comenzó a partir de una llamada que le realizó Blanco a Amer el 5 de mayo pasado. Sin conocerlo, el cabecilla de la banda le dijo que tenía un “trabajito” y que de manera personal se lo comentaría. Por esa razón, pautaron un encuentro en el café de una estación de servicios de bulevar y 25 de Mayo de Santa Fe. A partir de allí, creen los investigadores, se forjó una sociedad que terminó rompiéndose el 23 de mayo cuando los uniformados de la federal desplegaron 21 allanamientos para cortar la banda.