“No es legítima la figura del crimen pasional”

“Encontraron el cuerpo de Fabián Gutiérrez, se trataría de un crimen pasional extorsivo”, tituló Diario Popular el día que se dio a conocer su asesinato. “Indicios de crimen pasional en el asesinato de Fabián Gutiérrez”, exhibió diario sumario a dos días después. “La muerte de Fabián Gutiérrez: Crimen pasional, un viejo atajo que trae una respuesta veloz y alejada de la política” tituló Clarín al día siguiente.

El peligroso concepto que fue título es más bien literario y del habla popular. El término tiene origen en la Francia de hace más de 4 siglos “crime passinonel”, se escribía entonces, y hace referencia a que el móvil de los asesinos, ligada a una repentina alteración de la conciencia, tiene que ver con el amor y los celos, la ira y el desengaño, de alguien a quien “querían” o por quien “sentían pasión”.

“Estuve leyendo sobre el homicidio y el concepto lo repitieron los medios, pero el primero en hablar de esto fue el juez de la causa, Carlos Narvarte en Calafate. Que se use en 2020 me parece tremendo”, resaltó la Dra. Diana Saldivia a TiempoSur. Sucede que entre los cuatro sospechosos de su asesinato, se encuentra Facundo Zaeta, joven con el que la víctima mantenía una relación sexoafectiva.

La abogada explicó que existe un atenuante en el artículo 81, que se da cuando el autor del delito se encuentra en estado de emoción violenta, en el que no utiliza su raciocinio. “Se usó durante muchísimos años para hacer pasar los femicidios o los crímenes de odio por menos”, lamentó. Recordó el cambio del Código Penal en 2012, cuando entre los agravantes, se tomó la figura de femicidio para enmarcar los asesinatos cuyo gen es la violencia de género.

Este tipo de configuraciones de sentido lleva a repensar la violencia en todas sus dimensiones. Los feminismos usan la frase “lo personal es político” en referencia a que lo que sucede puertas adentro, no son temas de pareja. Se busca que los asesinatos o abusos dentro del hogar no queden puertas adentro, en la vida doméstica, como en los tiempos de ocultamiento y negación.

“El concepto me parece horrible, es nefasto. El lenguaje es un reflejo de cómo pensamos en sociedad. Si decimos que un crimen es pasional, damos a entender que una persona, un hombre en la mayoría de los casos, mata por amor porque éste se confunde con celos o posesión y romantizamos estos delitos, que son crímenes graves”, apuntó la abogada.

Para César Ciglutti, presidente de la Comunidad Homosexual Argentina, el móvil es de odio. En una nota con Página 12 expresó que la agrupación enviará una carta al juez Carlos Narvarte para exigirle que aplique el agravante de asesinato por orientación sexual, identidad de género o su expresión, ya que entienden que el crimen fue motivado el hecho de que Gutiérrez, era homosexual. La primera vez que se utilizó esta figura en Santa Cruz, fue en 2019 en cuanto al transfemicidio de Marcela Chocobar, cuyo juicio se realizó cuatro años después de su asesinato.

No obstante, el género no es una condición para el uso de este término. En diálogo con Tiempo FM, el abogado de Susana Reina, Carlos Telleldín, que también representa a los acusados en el crimen de Gutiérrez, explicó que a Vicente Maíllo, también lo mató la pasión. Su crimen, perpetrado en noviembre de 2017, todavía no encuentra justicia.

Los medios, ante el procesamiento de, en ese entonces la esposa, suegra e hijastros de la víctima, en general expresaron que el motivo del asesinato fue la herencia de 17 millones de pesos del comerciante de Río Gallegos. “Susana Reina fue la responsable de un crimen pasional. Sus hijos están detenidos por un capricho porque no hay pruebas. Ella va a declarar con la verdad”, expresó Telleldín.

“Aunque las letras de las canciones populares, los fragmentos de determinados poemas y el sinnúmero de titulares de la prensa sensacionalista así lo quieran hacer ver, nadie mata por amor y mucho menos, por exceso de éste”, explicó la filósofa colombiana Laura Cristina Aguirre Montoya en una editorial de 2018, en una invitación a cuestionar el concepto y denunciando su presencia en el ámbito judicial, social y mediático, que sigue vigente.