No empieza el torneo

La semana pasada se habían juntado los dirigentes de la Liga Sur de Fútbol de El Calafate. La reunión fue para encontrar puntos comunes para una vuelta segura de la actividad. Tras el encuentro, las sensaciones de todos fueron las mismas. Buenas, por cierto. Cercanas en tiempo a un posible regreso. En siete días la cosa cambió y mucho. Ni hablar que en medio de todo esto hubo un aumento considerado de casos, en todo el país, y hasta nuevas medidas sanitarias promulgadas por el gobierno nacional. Esto no cayó de la mejor manera en el propio seno de la delegación El Calafate de la Liga Sur. El pasado martes a la noche, con las preocupaciones lógicas, los dirigentes del fútbol federado de la Villa Turística volvieron a juntarse. La mayoría fue a la reunión en busca de avanzar con todo lo referente al inicio de los campeonatos. Aunque con mayores dudas respecto de la última vez. Durante la charla se tiró al pasar la posibilidad de volver atrás en la decisión de jugar. También de posponer la vuelta de la actividad para la segunda parte del año. Esperando que para entonces la realidad epidemiológica en el país sea otra. Contra todo lo quizás imaginado, la propuesta fue bien recibida. Y tuvo aceptación mayoritaria. De ahí, entonces, que al salir de la reunión el anuncio haya sido una nueva suspensión del fútbol. Lo que resolvieron también los dirigentes calafateños fue volver a reunirse en los primeros días de agosto. Esto, como para hacer una nuevo análisis de la situación. De lo que ahí surja dependerá la vuelta o no del fútbol a la Villa Turística. De no mediar problemas entonces, la otra idea que tienen los capos de los clubes es arrancar con los partidos en septiembre.

Hace mucho tiempo ya que la pelota no rueda en El Calafate. Desde fines del 2019 para ser más preciso. Los equipos esperan con ansias el momento de volver a entrar a la cancha. Aunque no los desespera. Saben de momentos y creen que el actual no es el mejor como para jugar.

Habrá que ver cómo se la rebuscan los clubes en todos estos meses que no habrá actividad. Pocos son en realidad, si no se toman en cuenta los del invierno. Época en la que tradicionalmente el fútbol está de receso en El Calafate.