Reino Unido

Perdió la visión y se las ingenió para ocultárselo a su propia familia durante 38 años

Zena Cooper ahora tiene 42 y casi toda su vida les hizo creer a los demás que no tenía ningún problema visual. ¿Cómo hizo?

  • 14/11/2019 • 08:12
Zena Cooper ahora tiene 42 años. Foto: Daily Mail
Zena Cooper ahora tiene 42 años. Foto: Daily Mail

Una mujer de 42 años se las ingenió para ocultarle su a su familia y amigos durante 38 años que había perdido la visión. ¿Cómo lo logró?

Zena Cooper, de 42 años, es madre soltera de cuatro hijos. A pesar de haber nacido con un trastorno genético tiene una maestría y trabaja como consejera escolar en Gales, Reino Unido. “Vivía en un estado de perpetua hipervigilancia”, relató la mujer en declaraciones al medio Daily Mail. En ese marco confesó que ni sus padres notaron que no podía ver.

En ese sentido, detalló que lograba recordar los recorridos que hacía gracias a una memoria ‘prodigiosamente retentiva’, que le permitió aprenderse las rutas de las carreteras y los pavimentos. En relación a las personas, contó que siempre intentaba acordarse cómo olían para saber quiénes eran. 

“Siempre estaba planeando hacia adelante, navegando, contando pasos, memorizando la sensación de la superficie del suelo debajo de mis pies y desarrollando mi memoria auditiva”, reveló. A su vez, recordó lo que le pasaba durante su infnaica. "No me daba cuenta de que era diferente. Pensé que todos veían a las personas como vagos desenfoques, que ellos, como yo, identificaban los alimentos oliéndolos y sintiendo las costuras en sus ropas cuando se vestían".

Pero al pasar el tiempo, Cooper sintió que era una “impostora en un mundo vidente”, pero pensó que era “demasiado tarde para decirle a la gente que era ciega”. Por eso siguió su vida normal. “También había vergüenza. ¿La gente me trataría de manera diferente?”,  sentenció. 

Sin embargo, un día llegó el momento de develar su secreto y eso hizo hace 4 años, cuando tenía 38 y algo cambió su vida: confundió un niño con otro de la misma altura y con una voz similar que buscaba asesoramiento. Si bien no fue algo grave, eso le demostró a la mujer que su táctica ya no funcionada como antes. Luego, comenzaron a pasarle otros suceso: caerse, o perderse en un camino. Por eso, pidió ayuda médica.

“Lo había pospuesto por tanto tiempo, pero supe que tenía que ser honesta, necesitaba ayuda. Nunca antes me había considerado discapacitada, pero ahora lo estaba admitiendo”, señaló Cooper. 

Cuando la madre de la mujer se enteró, confesó que "se sintió horrible", por no notar lo que le pasaba a su hija. Pese a todo, Cooper en la actualidad vive una vida normal junto a sus hijos y con la ayuda de un perro guía llamado Munch.