Una galaxia lleva su nombre

Miriani Pastoriza, la primera astrónoma argentina

La historia de Miriani Pastoriza se remonta a años atrás, en una tranquila Santiago del Estero con un cielo repleto de estrellas, el cual despertaría su pasión por la astronomía.

  • 15/05/2022 • 11:30
Miriani Pastoriza, la primera astrónoma de Argentina.
Miriani Pastoriza, la primera astrónoma de Argentina.

Miriani Graciela Pastoriza nació en Santiago del Estero y el amor por su oficio se remonta a su niñez, cuando junto a su madre observaban las estrellas del cielo santiagueño mientras una pequeña Miriani memorizaba los nombres de las estrellas y soñaba con estudiarlas. Finalmente, no sólo logró cumplir su sueño sino que, tras un descubrimiento, un tipo de galaxia lleva su nombre.

En diálogo con Tiempo FM, Miriani Pastoriza contó cual fue el origen de todo y cómo una galaxia llegó a ser bautizada con su nombre: “Yo nací en Loreto (Santiago del Estero). En esa época, cuando yo tenía aproximadamente 8 años, había luz eléctrica desde las 8 de la noche a la medianoche. Las personas no disponían de ventiladores y la solución cuando hacía mucho calor a la noche era sacar las camas al patio. Dormíamos al aire libre y eso nos permitía mirar el cielo. Creo que de ahí surgió mi curiosidad porque, antes de dormirme, miraba mucho las estrellas y veía que unas tenían un color y otras otro, o formas diferentes, y se agrupaban en formas distintas. Y ahí comencé a leer en revistas infantiles sobre alguna cosa relacionada con la astronomía. Creo que mi vocación por la astronomía surgió observando el cielo, que era muy lindo y no había contaminación luminosa”, explicó.

 

Un gran avance

Al ser consultada por este medio acerca de los avances que existen actualmente en lo que respecta a la tecnología para observar los interminables firmamentos, Miriani resaltó que hoy en día los avances “son impresionantes. Cuando yo comencé a estudiar, que hice mi licenciatura en la universidad de Córdoba en el año 1958, observábamos en un telescopio en la montaña que, en aquella época era el más grande del hemisferio sur, en la Estación Astrofísica de Bosque Alegre. En esa época, tomábamos fotografías de las galaxias usando placas fotográficas de vidrio. Ahora no existe más nada de eso, ahora se digitaliza, tiene un detector con una gran resolución”, añadió.

 

La mujer en la astronomía

Para Miriani, el adentrarse en el mundo de la astronomía no fue nada sencillo: “Fue bastante difícil. Yo egresé de Córdoba y fui la primera mujer que estudió astronomía y, cuando estaba en el tercer año tenía que comenzar a trabajar para mi trabajo final, una pequeña tesis que uno presenta cuando finaliza la licenciatura. Entonces, tenía que observar en esa Estación de Astrofísica del Bosque Alegre, que en ese entonces iban dos asistentes del telescopio y uno o dos astrónomos. Hasta que yo llegué siempre fueron hombres y yo sería la primera mujer. El Director del observatorio no quería mandar a una chica de 20 años con cuatro hombres a permanecer una semana allá en la montaña, pero mi orientador fue hasta las últimas instancias, hasta que me otorgaron el permiso y pude ir. El segundo problema que se me presentó fue la maternidad. Mi hija Ana Verónica nació cuando yo estaba finalizando la licenciatura e iba a comenzar el doctorado. Yo no podía dejarla durante una semana y volver. Después que finalicé el periodo de licencia por maternidad de tres meses, decidí ir con una señora que me acompañaba para cuidar a Ana y a las 7 de la tarde yo la llevaba al observatorio. Yo iba con el cochecito de ella y mis compañeros me ayudaban a llevarla. La instalábamos en la cocina del observatorio, que era el lugar más calentito que había y, hasta el día de hoy, ella y su amiga se lo acuerdan como el periodo más feliz de la vida de ella, ya que allá en el bosque jugaban durante todo el dia”, rememoró.

 

La galaxia Sérsic-Pastoriza

Hubo una época en que se tenía la ferviente creencia de que las galaxias únicamente contenían estrellas antiguas pero, sin embargo, Miriani y José Luis Sérsic, quien dirigió la tesis de Licenciatura de Miriani, descubrieron que dentro de los núcleos de las galaxias espirales barradas, tales como la Vía Láctea, mostraban numerosas estrellas jóvenes, demostrando que los centros galácticos eran “hornos estelares” donde permanentemente nacían nuevos soles. Este descubrimiento resultó tan importante que, tras la publicación del artículo, este tipo de galaxias pasaron a ser llamadas “Sérsic-Pastoriza”.