Menor de edad habría sido abusada por un familiar y su madre nunca lo denunció

Las investigaciones se iniciaron el pasado miércoles 29 de julio, cuando desde el nosocomio local se solicitó la presencia del personal policial debido a que había ingresado una menor de edad, que habría intentado quitarse la vida.

El personal se presentó en el Hospital Regional de Río Gallegos, donde se entrevistaron con los médicos que les contaron lo sucedido.

Además, los uniformados dialogaron con la madre quien les contó que ella se encontraba condenada y que cumple arresto domiciliario por una causa federal y que está bajo el control y supervisión del patronato de liberados y excarcelados de la provincia.

Por otra parte, la mujer comentó que su hija adolescente desde hace algún tiempo se autoinflingía lesiones, como cortes en el cuerpo, entre otras situaciones.

Posteriormente, los policías dialogaron con el pediatra que la examinó, quien les aseguró que la adolescente estaba en riesgo debido a las situaciones.

Posteriormente se conoció que la menor se autoinflingía lesiones porque había sufrido abusos por parte de un familiar cercano y la madre nunca la escuchó ni tampoco denunció el hecho.

Por ésto se dio intervención al Juzgado del Menor de turno, de donde se dispuso que se realicen las investigaciones del caso, para determinar medidas a seguir.

Pasos para evitar el abuso sexual

Conozca los hechos: Los padres somos los responsables de nuestros hijos y somos los que debemos estar en alerta para evitar que pueda darse una situación de abuso. Una tercera parte de las víctimas es abusada por miembros de su familia y esto significa que el riesgo principal proviene de las personas más cercanas. Los abusadores suelen tratar de establecer una relación de confianza con los padres de las víctimas. Por eso, debemos tener en cuenta que cualquiera puede serlo.

Reduzca los riesgos: El abuso infantil ocurre cuando un adulto está a solas con el niño. Debemos conocer a las personas que se quedan con nuestros hijos e intentar que otras personas puedan observarlos. Internet es una gran puerta de entrada para los abusadores, debemos supervisar el uso que puedan hacer nuestros hijos de la red.

Hable sobre el tema: Los niños suelen mantener el abuso en secreto. Los abusadores manipulan y confunden a los niños para que crean que la culpa es de ellos o que lo que están haciendo es algo normal o un juego, pueden amenazar al niño incluso con hacerle daño a otras personas de su familia. Hablar con los niños sobre el abuso, adaptando nuestro diálogo a su edad, puede hacer que se elimine la barrera del silencio.

Manténgase alerta: Debemos ver detenidamente las señales físicas que presentan como irritación, inflamación o sarpullido en los genitales; infecciones en las vías urinarias; problemas como dolor abdominal o de cabeza fruto de la ansiedad. De manera más habitual surgen problemas emocionales o de comportamiento tales como retraimiento o depresión, exceso de autoexigencia, rabia y rebeldía inexplicables, etc. Un comportamiento y lenguaje abiertamente sexual y atípico para la edad también pueden ser signos de alarma.

Actúe cuando tenga sospechas: Las sospechas dan miedo, pero pueden ser la única oportunidad de salvar a un menor (o a varios menores, ya que los abusadores suelen tener varias víctimas). Si no nos atrevemos a denunciar podemos contactar a los servicios sociales, a los servicios de protección al menor, al centro de salud, etc.