TEA

Más que ruidos molestos: El pedido de una madre ante el sufrimiento de su hijo

Gladis quiere que su hijo de 21 años con Trastorno del Espectro Autista pueda vivir con tranquilidad. El joven sufre de hipersensibilidad auditiva y los ruidos fuertes le generan malestar y dolor que no puede evitar. Sin ley, sin ordenanza, con un cartel y su relato.    

  • 29/09/2020 • 08:27
Carteles en su casa (Fotos C.Robledo)
Carteles en su casa (Fotos C.Robledo)

Gladis es la madre de Roberto, un joven de 21 años con Trastorno del Espectro Autista que desde hace tres años manifiesta hipersensibilidad auditiva que le genera un malestar y lo lleva a lastimarse.

“Tiene un nivel de tolerancia de 5 minutos y sale afuera a gritar que le molestan los ruidos”, explicó en Tiempo FM la vecina que vive en calle Fitz Roy al 200, lugar donde decidió hace unos días colocar un cartel para explicar el malestar que vive su hijo ante los ruidos fuertes de camiones, autos con el escape libre, motos y la música a gran volumen. Esto último, agravado por el quincho de Servicios Públicos frente a su vivienda, el cual ahora se encuentra cerrado, pero antes de la pandemia tenían que lidiar con la música fuerte “todos los fines de semana, el viernes, sábado y domingo”, explica. 

Roberto, como muchos otros niños y jóvenes con TEA sufren por la hipersensibilidad auditiva, lo cual les genera no solo malestar sino también dolor. “Esto hace que se auto-agreda”, manifestó la madre, quien expuso que tiene un vecino que tiene un camión y lo deja horas prendido, al igual que otro vecino que tiene un taller mecánico, donde constantemente se escuchan los ruidos de motores de vehículos.

CARTEL

Por esto, Gladis fue hace un tiempo hasta el Concejo Deliberante y charló con la concejal Paola Costa, para pedirle por una ordenanza que prohíba el uso de escape libre en los vehículos que transitan por la ciudad capital. 

Costa le informó que desde la Municipalidad le podrían colaborar con carteles para que la gente sepa que en su vivienda hay un joven con TEA y donde se pida no generar ruidos molestos. Sin embargo, Gladis le dijo que ella misma los iba a realizar, por eso se acercó a una imprenta y en horas tuvo el cartel que fue ubicado frente a la vivienda. “Pero solo duró un día la tranquilidad”, explicó la vecina, para remarcar que “la gente no entiende y no sé más que hacer, por eso pedí que alguien nos dé una mano con una ley que se cumpla”.

ALTERNATIVAS PARA VIVIR

Roberto está protegido las 24 horas con tapones y auriculares para evitar la exposición a ruidos fuertes, provenientes desde el exterior de su casa. Tiene una rutina cuando pasa el recolector de basura: él mete su cabeza en el agua por 5 minutos y lo hace de lunes a sábado. “Pero con los vecinos no sabemos cuándo empiezan ni terminan los ruidos”, señala Gladis.

“Es una personita como todos los demás, estudia y hace la tarea, pero le molestan los ruidos por su hipersensibilidad auditiva”, agrega. 

Ella publicó en las redes sociales por una solución y la prohibición de los escapes libres. Pero las respuestas y comentarios de varias personas no fueron los esperados. “Me piden que me vaya a vivir al campo”, advirtió y sostuvo que “en esta sociedad si sos diferente te mandan afuera, te excluyen”. Y se pregunta “por qué tiene que ser así, si todos somos parte de esta sociedad, debemos ser más empáticos”.

En tal sentido, dejó en claro que siempre tuvo la predisposición para dialogar y llegar a una solución: “Antes se habló, al no tener resultado se hizo denuncia, retiramos la denuncia y los ruidos siguen y mi hijo se sigue lastimando”, lamentó la madre. 

LA VOLUNTAD ESPERADA

“No hay medicamento a nivel mundial para la hipersensibilidad de los oídos porque es mental”, fue la explicación que le dio esta madre, quien da cuenta que “es como un taladro que lo lastima y se golpea porque quiere que termine ese ruido”.

Con otros padres en la Escuela Especial N°10 han hecho un proyecto para hacer una sala acústica en el colegio, siendo que hay niños muy chicos que también les molesta el ruido y tienen la misma sensibilidad en su audición. 

Para Gladis no hay una batalla perdida si hay buenas intenciones. “Todo se puede solucionar si todos ponemos de nuestra voluntad”, concluyó.