Marcos Saglietti: ‘’Me siento pleno y maduro para aportar’’

Año 2008. Concentración de la Generación Dorada en Buenos Aires. Ginóbili viene de ser campeón en la NBA, TRES VECES EN CINCO AÑOS, y lo acompaña y rodea muchísima seguridad, es el Messi de hoy incrustado en aquellos días y en el básquetbol, la gente se le tira literalmente encima. Están Nocioni, Oberto, Scola, Prigioni, Delfino. Todos. También andan por allí tres sparrings, jugadores jóvenes que ante cualquier lesión saltarán a la lista definitiva de cara a los Juegos Olímpicos de Beijing. Aguerre, Romano y Saglietti, ironías del destino, los tres vigentes hasta el día de hoy y con más de 2000 partidos de Liga entre el trío. En aquel momento viviendo un mundo de sueños, compartiendo desayuno, almuerzo y cena con sus ídolos. Último día de la preparación, y el bahiense estrella de los Spurs sigue recuperándose de un golpe en la tibia que lo tiene a maltraer. De repente, y con un mundo de periodistas y curiosos observando en la cancha del CENARD de Capital Federal, se acerca al tirador de Sunchales y le dice ‘’Marcos, no me jugás un uno vs. uno así pruebo la pierna y veo cómo estoy’’. ‘’Creéme me temblaban las piernas, Oberto me decía a los gritos ‘’si lo lesionás vas a ser el hombre más odiado de la Argentina’’, por allá el Chapu Nocioni a los saltos ‘’metéle con todo Marcos, no le aflojes, metele con todo’’. Mucha presión en su cara y sus hombros, el duelo lo ganó Ginóbili, se sentía definitivamente bien, aunque Saglietti compitió con el alma. La experiencia la cuenta hasta el día de hoy y se le emociona la voz, la piel muta en pollo. Jamás está preparado un terrenal para momentos así.

El capitán de Hispano llega al club. Al verlo caminar uno no puede divisar sus 35 años, más de 800 partidos en Primera División. Top Ten en presencias históricas de la Liga Nacional, todavía tiene el andar (y el cuerpo) de ese pibito que con 16 primaveras debutó con la camiseta de su hogar formador, Libertad de Sunchales. El cronista de TiempoSur lo conoce de aquellas épocas, compartían la misma ciudad en diversas franquicias, se enfrentaron en la cancha ocupando distintas posiciones; Saglietti sigue en 87 kilos repartidos en 1,90 cm, nuestro corresponsal no puede afirmar lo mismo.

. De aquel Marquitos crédito liberteño a este jugador consolidado, hay un mundo de partidos de por medio, de crecimiento personal ‘’Dani Hure me habló maravillas de la institución, Nico Paletta lo mismo. Desde el primer momento Matías Huarte me demostró interés, y eso para mí es fundamental, una vez que me comprometo y doy mi palabra no hay marcha atrás. Arrancamos muy bien la pretemporada, las cargas de trabajo vienen siendo importantes pero bien manejadas y administradas desde el descanso. Tengo la misma ilusión, las mismas ganas de aprender que cuando arranqué con todo esto, siento que puedo dar más, que hay detalles en los cuales puedo mejorar’’.

Los últimos tiempos lo repartió entre Argentino de Junín (donde conoció a su Coach actual) en un equipo humilde que llegó a semifinales jugando un gran básquetbol en la temporada 2014: ‘’Nos prestábamos la pelota, formamos un gran grupo humano y sorprendimos a todos, pero no a nosotros mismos, nos habíamos preparado para eso’’. Luego Platense, el equipo del Conurbano bonaerense (Vicente López), en donde ejerció el rol de pilar fundamental del proyecto, dirigiendo el ataque desde el pick and roll, cerebral y atlético. En el medio, antes y después, sus interminables retornos a casa, Libertad de Sunchales, que son los colores que marcan a fuego su vida; un club que otrora era poderoso financieramente, que en el último lustro vio decaer sus cuentas y empezó un vaivén de abandono de plazas y ventas de las mismas que sigue hasta hoy día. Saglietti tuvo toda la paciencia del mundo, y cuando los Tigres decidieron jugar Liga Argentina ya era tarde, se había comprometido con la camiseta Celeste.

Saglietti fue campeón de Liga Nacional en la temporada 2008, jugando, claro está, para Libertad de Sunchales. Tiene expectativas de relacionarse con las formativas y los chicos de la ciudad, y allí se encuentra en sintonía a lo que quiere la Institución; ‘’a las cosas me las tomo con un mix de seriedad y alegría, soy el más grande, no me gusta decir el más viejo, del equipo. Me encantan los chicos, poder transmitir todo lo que uno aprendió y estoy muy dispuesto a todo lo que sé de cara a la sociedad, de cara a la ciudad y como lo expresa nuestra camiseta, la provincia. Estoy conociendo a los juveniles, van cuatro días de trabajo, pero los noto con muchas ganas de aprender y progresar. Esta es una Liga que te da oportunidades, que va mutando, en donde tenés que estar preparado para las oportunidades. San Lorenzo se desarmó este año, que usualmente era el candidato natural junto con Quimsa. Hoy noto, a priori, varios equipos en una misma línea de posibilidades, después hay que jugar, muy fuerte sí veo a Boca, Comodoro, Instituto, Regatas. Nosotros vamos a estar en el pelotón del medio, con ganas de crecer. Lo importante es formar un buen equipo, más allá de los nombres. Tenemos material con potencial, con esa oportunidad de dar el paso adelante, te puedo nombrar a Reyes, Gómez, Fernández, Ducasse, Ledesma’’.

El día a día de un equipo profesional deja tiempo libre, pero no tanto. De hecho Saglietti quiere conocer en persona todo lo que ha googleado, desde Chaltén a la Cueva de las Manos y ‘’también los lugares no tan conocidos, me contaron que hay lugares bellos, caso Piedra Buena, Los Antiguos o la misma Laguna Azul, que en algún momento voy a conocer y disfrutar. Si es posible cuando mi familia venga a visitarme, mejor. Son las ventajas de esta profesión, que las tiene, de poder recorrer tu país, en esos paréntesis entre los viajes, entrenamientos, partidos y descansos necesarios’’. Sobre los extranjeros cree que ‘’Rakim Brown es un jugador importante, sé que juega muy bien y conoce la Liga Chilena, tiene noción del competitivo básquet sudamericano, esperemos tenerlo cuanto antes a él y al jamaiquino de 2,13 que va a tener mucha presencia interior para poder ensamblarlos en el juego nuestro’’.

Va avanzando el cafecito cortado para el escolta santafesino y la lágrima tradicional del cronista. Entre la expectativa de Liga, de su situación habitacional (‘’me dieron un departamento lindo y estoy muy cómodo) y la visión de las instalaciones del club (‘’tenemos todo lo necesario para hacer un gran trabajo’’).

Se imagina un gimnasio Rocha a pleno, caldeado, y está preparado para vivir ese tipo de situaciones. En una liga que promueve muchísimos jóvenes, ha mantenido un lugar de privilegio en la competencia que le ha permitido atravesar las variaciones del dólar, las locuras del mercado y los diferentes estilos de juego, siendo una ficha atractiva para los equipos. Perfil bajo, mucho trabajo y respeto a la palabra empeñada, es el estilo de llevar adelante un plantel en el vestuario de Marcos Saglietti. Está todo por escribirse.

Que pique el balón.