Manos solidarias para una Pascua en compañía 

Desde el pasado día miércoles, un grupo importante de vecinos de la ciudad trabaja en una actividad solidaria en torno a Semana Santa y las tradiciones de Pascua. La iniciativa nació en 2021 en el marco de las actividades que la Junta Vecinal del barrio 240 viviendas “Lago del Desierto II”, desarrolla para algunas familias y adultos mayores de su sector y aledaños, y consta de la entrega de una vianda de Pascua, la cual no sólo contiene un menú de róbalo, sino que también la integra un pan casero, un postre, frutas y una rosca de Pascua, lo cual en esta ocasión alcanzó a un total de 40 personas, según lo detallado a TiempoSur, por Micaela Aravena, presidenta de la junta vecinal.

Al igual que en 2021, el róbalo llegó gracias a la colaboración de integrantes del Club de Pescadores de Río Gallegos, quienes donan a la Junta Vecinal del “doscua” la pesca diaria para la elaboración de las viandas. Por otro lado, la Comisión directiva de la junta logra el constante acompañamiento de la familia Cvitanic, de Autoservicio Soraya, desde donde se aporta con el restante de los ingredientes para la elaboración de los menús.  Así, también gracias al apoyo de vecinos que aportan desde descartables a insumos, se logra llegar a un buen número de personas que en la actualidad no cuentan con los recursos económicos suficientes.

Peco, presidente del Club de Pescadores, quien junto a parte de la comisión directiva asistió a la jornada solidaria, destacó la participación de los integrantes del club y celebró la posibilidad de “otro año consecutivo que pudimos colaborar, para nosotros es un orgullo trabajar en la parte social junto a la junta vecinal”.

Por su parte, Cristian, colaborador y quien oficiara de cocinero en esta ocasión, agradeció la participación del Club de Pescadores, “además de los comercios y vecinos que han trabajado en esta oportunidad”, y manifestó: Una vez más es un orgullo poder cocinar para nuestros abuelos y vecinos del barrio”.

Micaela Aravena remarcó que “muchos abuelitos se han emocionado y nos han comentado que hoy no tenían nada para comer. La verdad que es triste porque muchas veces no se puede sostener todos los fines de semana, y ellos nos piden que continuemos con la asistencia”.