Primera A

Los cinco del Doscua

El pasado 26 de julio el club 240 cumplió un nuevo aniversario. Fue el quinto de su corta pero ascendente e importante existencia. Esta vez no hubo celebración como consecuencia del Coronavirus. Pero sí, recuerdos y saludos miles en las redes sociales. Con TiempoSur habló su presidente, Juan Pablo Bórquez. Contó sus sensaciones y también dio a conocer cuáles son los objetivos institucionales y deportivos 

  • 30/07/2020 • 14:21

No es la primera institución a la que le tocó festejar su aniversario en plena cuarentena por el Coronavirus. Tampoco, por cómo viene la mano, será la última. Lo cierto es que más allá de las similitudes que puedan existir con respecto a otras entidades que festejaron antes, para la gente del club 240 fue especial. De movida ya por el hecho de no haberse podido juntar para celebrar. Después, por tratarse del quinto aniversario. Una cifra de esas que, sin saber demasiado por qué, suele festejarse y mucho. Aunque en esta oportunidad no pudo ser. Las emociones por el día se vivieron esta vez a la distancia. A través de las redes sociales. Muchos fueron las salutaciones que recibieron. También en cantidad los recuerdos de quienes están hoy en la institución como así también de los que alguna vez pasaron por la misma y no sólo vivieron la experiencia sino que dejaron un buen recuerdo. Quien habló con TiempoSur fue su presidente. Éste de los más jóvenes que tiene la Asociación Independiente de Fútbol de los Barrios. Con 29 años, Juan Pablo Bórquez es el máximo referente del club. Desde sus inicios que está sentado en el sillón presidencial llevando a la entidad por el camino del bien. Esto, en lo que respecta tanto a lo deportivo como lo institucional. El Doscua es hoy uno de los equipos que está compitiendo en el torneo de la Primera A de la Liga Independiente. En este tiempo, logró ascender en años consecutivos. Y rápido. En su segunda temporada en la máxima categoría el club se propuso como objetivo llegar a los playoffs. Meta que, hasta que se paró la competencia, estaba alcanzando. Y que podrá terminar de confirmar esto cuando se reanude el certamen. Se supone, en un par de meses más. En la entrevista Bórquez habló de todo. Y respondió a corazón abierto. Con ganas y sentimiento. Esas mismas virtudes con las que conduce al club día tras día, tan eficientemente.

-¿Cómo pasaron este aniversario?

Cada año que pasa y, en especial en este tipo de fechas, uno suele mirar para atrás y ver todo eso que se fue consiguiendo. Cómo el club va mejorando, en todo aspecto, año tras año. En lo deportivo, intentando ser más profesional cada vez. El nuestro es un club de barrio, humilde. Hace unos años, cuando empezábamos estábamos en la D, y tuvimos la suerte de muy pronto llegar a la A. Eso nos llevó a tener que cambiar en muchos aspectos. Los entrenamientos, por ejemplo. Cada vez que vemos eso, nos emociona. Porque además vimos cómo otros clubes, de pocos años también, fueron desapareciendo y el hecho de haberlo sostenido y con éxito no da una alegría y satisfacción enorme. Es un esfuerzo grande el poder mantener el club y que hasta acá lo hayamos conseguido es importante. Le hace sentir a uno que todo lo hecho valió la pena.

   

-Les tocó cumplir años en un momento particular...

Recibimos muchos saludos a través de las redes sociales. Generalmente los clubes de la Liga Independiente suelen tener esa amabilidad. Algo que nosotros valoramos y agradecemos. El barrio acompaña mucho. Mientras hubo fútbol, cada fin de semana alentando al equipo. Ahora, con el recuerdo y el saludo por este día especial. Lamentablemente, por todo lo que estamos viviendo en los últimos días, no pudimos hacer nada para festejar. Solíamos juntarnos y celebrar con un asado, un guiso o unas pizzas de por medio. Seguramente lo hagamos cuando se pueda, cuando estén dadas las condiciones sanitarias, más adelante.

-¿Imaginabas que en este corto tiempo les iba a pasar todo lo bueno que les pasó?   

Uno siempre sueña con llegar a la A. Ese era nuestro primer objetivo. El mejorar también te exige mucho más. Nosotros antes entrenábamos dos veces por semana. Ahora con entrenador y preparador físico trabajamos todos los días. Si se puede también, cuando no hay partidos, los sábados y domingo. Es otra cosa. Tuvimos la suerte de ascender rápido y seguido. Siempre nos tocó remarla pero lo importante es que pudimos llegar. El primer año nos relajamos un poco por el hecho de haber llegado a dónde queríamos. Ahora, la cosa cambió. Este año nos propusimos se protagonista del torneo y jugar más allá de la fase clasificatoria. Estamos muy cerca de alcanzar esto ya que a falta de dos partidos para terminar la etapa, estamos en zona de playoffs. Y con grandes chances de terminar jugando los Cuartos de Final.

 

-¿Qué le falta hoy, institucional o deportivamente, al club?

Nosotros aspiramos a tener nuestra propia cancha. En el barrio ya tenemos el terreno y hemos avanzado mucho en este proyecto. A tal punto que ya presentamos los papeles correspondientes como para cumplir este objetivo. Es, sin dudas, un gran anhelo.

Deportivamente, no sé si este año o más adelante, está claro que nos gustaría poder salir campeones. Sería grandioso.  

-¿Cómo empezó el club?

Fue en una charla informal. Estábamos reunidos en el barrio, como cada fin de semana después de haber ido a ver un partido de la Liga Independiente, y de la nada surgió la idea. Al otro día ya nos tomamos todo con más seriedad y empezamos a ver cómo concretar esto. Arrancamos unos pocos y después se fueron sumando más. Presentamos la solicitud para poder entrar en el torneo de la D. Nos habían puesto en lista de espera porque ya estaban los cupos cerrados. Al tiempo nos llamaron para decirnos que entrábamos porque a último momento se había bajado un equipo. Así fue que arrancamos. Esa vez también fue de las más emocionantes de estos años.

 

-Sos uno de los dirigentes más jóvenes de la Liga Independiente, ¿cómo te fue en todo este tiempo teniendo que tratar con gente más grande y experimentada?

Nosotros somos una Comisión Directiva más bien joven. Contamos con el apoyo, además, de mi mamá (Marcela Rodríguez) y de Estela Navarro, que son las más grandes pero a la vez las más luchadoras. Al principio no fue fácil. Como que nos hicieron pagar un poco el derecho de piso. Por ser nuevos pero también por ser chicos. Lo cierto es que con el paso de los años fuimos aprendiendo y ganándonos el respeto y la atención de los demás.

 

-En estos tiempos difíciles, ¿cómo están haciendo con el club para mantenerlo?

Económicamente estamos como la mayoría, pasando momentos difíciles. Aunque no nos quejamos. Hasta antes de la pandemia nosotros en el club hacíamos algunas actividades para recaudar plata y poder asumir los compromisos que teníamos. Cosa que ahora no se puede. Con lo cual, casi no tenemos ingresos. Se hace difícil porque en ese afán por tratar de ser mejores día a día uno asume cosas que ante no. Por ejemplo, tenemos un convenio con el Boxing Club y otro con un gimnasio para poder entrenar. Esto conlleva a un esfuerzo grande de la dirigencia, que muchas veces termina poniendo plata de su propio bolsillo. Lo mismo que para  comprar los materiales para que puedan entrenar o la indumentaria para jugar. De todas maneras, siempre, estamos dispuestos a no bajar los brazos y seguir.

 

-¿Cómo es la convivencia con el barrio?      

Muy buena. La gente del barrio está muy agradecida con el club. Se generó una identificación que la verdad emociona. No pasa un día sin que alguien te pregunte acerca del club, cómo nos fue en el último partido o cuándo es que volvemos a jugar. Una vez, volvimos de un partido y nos encontramos con un grupo de chicos que tenían una pelota y que querían que los jugadores se la firmen. Esas cosas nos emocionan y son también las que nos motivan, más allá de todo, a seguir. Creo que si logramos tener nuestro propio lugar en el barrio, esa relación podrá hacerse más grande y fuerte.

 

De la cancha a la cocina

Desde que empezó la cuarentena por el Coronavirus, la Comisión Directiva del club 240 decidió hacer algo para colaborar con aquellos que más lo estaban necesitando. Esta acción se prolongó a lo largo de los meses y todavía continúa. Cada fin de semana, los dirigentes y jugadores del Doscua se unen a la Junta Vecinal del barrio para cocinar unas viandas y entregar las mismas a la gente que en estos momentos no la está pasando del todo bien. La tarea la llevan a cabo con dignidad y mucho esfuerzo. Lo hacen gracias también al aporte de algunos terceros, privados y otros, que colaboran desinteresadamente con la causa. Este fin de semana, los chicos del Doscu y la Junta Vecinal volverán a meterse en la cocina para intentar llegar con un plato caliente a quiénes lo están necesitando. Los interesados en sumarse, ya sea con trabajo o elementos, pueden hacer saber de sus intenciones a través de las redes sociales. Mandando un mensaje a la fan page Club Atlético 240 Oficial o al de la Junta Vecinal Lago del Desierto 2.

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