Coronavirus

La mitad de las Pymes no pudieron acceder a beneficios del Gobierno: los casos en Río Gallegos

De acuerdo a un relevamiento de la CAME, que incluyó a Santa Cruz, por diversos motivos la mitad de pequeños y medianos comerciantes no pudo acceder a los planes lanzados por el Gobierno nacional. Tres casos diferentes de Río Gallegos: Sus nuevas estrategias y el comerciante que nunca cerró pero cuyas ventas disminuyeron por la restricción horaria.

  • 14/05/2020 • 08:08
“La plata uno la necesita ahora y no dentro de dos meses”.
“La plata uno la necesita ahora y no dentro de dos meses”.

Según un relevamiento dado a conocer ayer por la CAME, la mitad de las Pymes todavía no accedieron a ninguno de los beneficios brindados por el Gobierno nacional.

El informe señaló que por diferentes motivos, para las pequeñas y medianas empresas no es fácil acceder a los beneficios brindados por el Gobierno. En algunos casos –marcó- porque las medidas no se las aprueban o no califican por requisitos, en otros casos tienen la aprobación pero siguen en la espera para que se concrete, y en otros porque es la misma empresa quien cree que nos los obtendrá.

La encuesta fue realizada del 4 al 9 de mayo entre 1000 Pymes del comercio, los servicios, la industria, las economías regionales, el turismo y la construcción, incluyendo representantes de las 23 provincias y la Ciudad de Buenos Aires.

Por ejemplo, en cuanto a los créditos al 24%, el 51% de las Pymes no lo pidió. Solo 18% lo obtuvo. El resto, un 13% lo pidió pero aún no se lo otorgaron, a un 11% se lo negaron y otro 6% su banco no lo tenía disponible. Entre los que no lo pidieron, solo el 21% fue porque no lo necesita. El resto es porque no cree que se lo otorguen, por la burocracia, o por malas experiencias de conocidos.

Para el caso del salario complementario, solo el 28% de las Pymes lo obtuvo sin inconveniente. Del resto, el 34% no lo pidió, al 30% no se lo otorgaron aún y a un 8% se lo negaron.

En cuanto a Contribuciones patronales, el 46% de las Pymes no lo solicitaron, el 41% las postergó por 90 días y otro 14% las redujo hasta 95%.

El caso Yanina Ramírez Vieytez se multiplica por dos, ya que es propietaria de un comercio de indumentaria y una inmobiliaria.

El rubro de vestimenta estuvo cerrado, luego se permitió la venta online, y desde hace una semana la apertura del local.

Habrá un antes y un después en el sector comercial debido al COVID-19”, destacó. Se adaptó al contexto y ofreció sus productos por medio de las redes sociales y una página web con entrega a domicilio.

Me daba miedo porque me preguntaba quién iba a salir a gastar, pero también creo que la gente se quiere ver bien y estando encerrada se dio el gusto de comprar”, detalló.

Cuando pudo abrir las puertas de su negocio -que en su opinión podría haber sido “antes” ya que no implicaba un centro comercial que aglomeraba personas- vio la complicación del horario restrictivo de 13:00 a 15:00 -habilitado para adultos mayores- un grupo que “no es el público que sale justamente de su casa”. “Creo que debería haber sido de 13:00 a 18:00 para todo el público, pero empezó a haber movimiento, aunque esto fue por las acciones que hicimos para llegar a través de las redes sociales y el e-commerce a la gente”, dijo.

Antes de la pandemia la venta por redes sociales significaba el 10%, ahora alcanzó el 80%. “Seguiré manteniendo el servicio a domicilio”, resaltó.

“Hay que adaptarse, porque es la tecnología lo que se viene. La gente valora más su tiempo al momento de comprar y prefiere usar el tiempo para otras cosas. La pandemia aceleró esto”, mencionó.

Desde su apertura online y al público, las ventas alcanzaron 50% del total que tenía antes de la pandemia.

Su negocio -con dos empleados- no calificó para los créditos que otorga Nación, por lo que acudió a la banca privada de manera independiente.

Si accedí al subsidio para pagar los sueldos”, aclaró, en el cual le aportaron 50% de recursos de los salarios de sus empleados.

En el caso de su inmobiliaria, rubro que según DNU deben entregar un CBU a los clientes para abonar los alquileres y cuyo pago está congelado hasta septiembre en el caso de quienes no puedan solventarlo, no tuvo inconvenientes. “A mucha gente se le hizo cobro a domicilio”, indicó.

“Nosotros contemplamos los casos de monotributistas, comerciantes y les explicamos que no se cobran los intereses sino que deben pagarse después”, indicó.

Aun así el 99% pagó el alquiler.

 

PAGÓ TODO

Otro caso distinto pero del mismo rubro de indumentaria, es el de Joaquín Fernández, propietario de la tienda más antigua de Río Gallegos que comenzó su actividad hace 57 años.

Su local cuenta con 12 empleados y desde el inicio del aislamiento a la fecha, pagó la totalidad de los sueldos sin asistencia del programa nacional de créditos, que en Santa Cruz el Gobierno dispuso la Línea FOGAR MiPyme para pago de haberes -con una tasa del 24%, a pagar en 12 cuotas con 3 meses de gracia- y Capital de Trabajo, con una Tasa 24% a pagar en 6 cuotas. Ambas subsidiadas por la provincia -mediante convenio con el Banco Santa Cruz- por lo que la tasa final fue del 19%.

Pero si gestionó crédito con tasa al 24% anual más gastos con otra entidad financiera.

“Para pagar sueldos solo, no me dieron, pero sí gestione para capital de trabajo que incluyó los salarios y hasta hoy no me han depositado el 50%, pero tampoco del mes de marzo, así que los afronto todo yo”, recalcó.

Sostuvo que el programa propuesto por Nación “tiene mucha burocracia”. “La plata uno la necesita ahora y no dentro de dos meses”.

Desde que su local fue exceptuado para poder atender al público, comenzó a tener ventas luego del cobro de sueldos de la administración pública.

“Desde el 16 de marzo que estuve cerrado obviamente no vendimos nada, cuando se habilitó online, la venta fue muy poca, fue del 10 al 15%”, explicó.

Como en el caso anterior, utilizó la red social y el celular en donde enviaba fotos de su mercadería. Si bien la gente se acostumbró a utilizarlo “fue un desgaste”, pero aclaró que la experiencia fue “interesante y linda”.

“En el rubro textil, como el calzado, es más difícil porque la gente se lo quiere probar, o como cuando compra un pantalón”, precisó.

 

El que nunca cerró

Para el rubro almacén no hubo cierre del local, pero sí restricción horaria que por ahora continúa.

Las ventas se mantuvieron, no a gran escala como venían, pero gracias a Dios no tuve que recurrir a ningún crédito y pagué los sueldos en tiempo y forma, como así también el alquiler y los impuestos como corresponde”, contó César Roberto Ayuso, propietario del almacén, vinoteca y kiosco ubicado en 25 de Mayo y Belgrano.

Cuanta con 11 empleados, ya que también posee una distribuidora de bebidas.

“Yo pude abrir, sino hoy estaría complicado y soy consciente de eso. Pero también debo decir que se habló mucho de ayudar a los que no pudieron abrir, pero no hubo ayuda. Esto hay que decirlo porque el Gobierno provincial no ayudó, porque no hubo baja de impuestos. Tampoco hubo una prórroga, aunque todos sabemos que si no lo pagaste hoy, lo deberás pagar después y se te va a juntar todo. Deben existir pocos comerciantes en Río Gallegos con los impuestos al día”, fustigó.

Otro punto que resaltó es el hecho de que en el medio del aislamiento, los salarios de los empleados comerciales aumentaron gracias a su paritaria cerrada a inicios de abril.

A mis empleados les aumentaron el sueldo mientras estaba la cuarentena. Yo los pagué porque es lo que corresponde, pero no hubo medidas que hayan tomado esto en cuenta ya que al aumentar los sueldos, también aumentaron los aportes”, definió y sostuvo que el comerciante que no pudo abrir sus puertas durante marzo y abril deberá afrontar este incremento. “No será fácil, yo agradezco a Dios que pude trabajar y cumplir, pero veremos más adelante lo que pasará”.