La Liga de Fútbol Sur, sin destino ni final

Es tema de conversación entre los amantes del fútbol local desde hace mucho. Se habla, se discute, se debate, pero nada se logra ante la problemática del fútbol oficial, que parece un enfermo terminal, con graves problemas, pero con una fuerza natural para mantenerse vivo.

De un tiempo a esta parte, el crecimiento del fútbol de los barrios trajo aparejado el decaimiento del fútbol oficial que pasó de albergar a una inmensa cantidad de jugadores a contar apenas con un puñado de equipos en Primera en el marco de un campeonato cada vez menos valorado y cada vez menos convocante, dentro de una liga que tuvo en 2019 a Boxing ganando absolutamente todo.

El clásico con Hispano es de lo poco verdaderamente atrayente que tiene una liga que ahora carece de equipos, de jugadores, de público y más aún de dirigentes con ganas y capacidad como para encontrarle la vuelta a un problema que parece no tener solución.

EL PANORAMA

Está claro que no es fácil. Las dos ligas existentes en Río Gallegos terminaron compitiendo por los jugadores y la cantidad de equipos, categorías y público que tiene el fútbol barrial terminó por “destruir” todo tipo de intento por resurgir de la Liga Sur, que vio como equipos históricos como Bancruz e Independiente, entre otros, se fueron bajando, confirmando lo poco atractiva que tiene la liga para ser jugada, siendo además costosa para clubes que casi no tienen ingresos y hoy tampoco jugadores para formar parte.

Paralelamente a esto, el fútbol de los barrios ganó poder dirigencial y también atractivo deportivo, con muchas personas que asisten a los partidos, colmando las canchas en las finales, en lo que terminó inclinando la balanza para que muchos jugadores decidan jugar allí, aún sabiendo que el fútbol barrial jamás les ofrecerá la posibilidad de jugar un torneo regional o de ascenso, quizás el único “plus” que tiene todavía el fútbol oficial en Río Gallegos.

Sin embargo, los torneos regionales tampoco son los de antes en Argentina y hoy jugar un Regional Amateur está lejos de ser lo que a comienzos del 2000 fuera jugar un Torneo Argentino “B”, donde supo lucirse Bancruz, que hoy ni siquiera tiene equipo de Primera.

Entonces, el panorama es desolador y sin alguna luz al final del túnel para la Liga Sur que tienen a Jacinto Cáreces y un par de dirigentes “bancando la parada”, con falencias que llevó a la liga a estar “floja de papeles” ante el Consejo Federal de AFA sin estar homologada y obligando a un equipo como Boxing a jugar un clasificatorio para poder llegar al Regional Amateur 2020.

La liga de los barrios hoy tiene Primera “A”, “B”, “C” y “D”, además de Seniors, Super Seniors y ahora inferiores, convocando a más de 6 mil jugadores por temporada, muy lejos de los pocos que van quedando en la Liga Sur, donde los equipos y las categorías van desapareciendo.

¿Cuál es la solución para la liga? Es difícil saberlo. Y más difícil solucionarlo cuando poco tiene de atractivo para ofrecer un fútbol oficial ante una competencia masiva de otra liga que no ofrece más que pasión, pero parece ser mucha.