Provincia

Javier Stoessel renunció al Tribunal de Cuentas

En un extenso escrito explayó la labor que ha hecho y los motivos por los cuáles decidió dar un paso al costado.

  • 01/11/2019 • 15:18
Dr. Javier Stoessel (Foto archivo).
Dr. Javier Stoessel (Foto archivo).

En noviembre del 2016 Javier Stoessel fue designado Vocal por la Minoría en el Tribunal de Cuentas de Santa Cruz, cargo en el que se desempeñó hasta entonces, pero en el día de hoy anunció que renuncia al mismo.

Según manifestó en un extenso texto que publicó en su cuenta personal de Facebook, en estos casi tres años se encargó de marcar las deficiencias estructurales, normativas y de recursos que presentaba el Tribunal,  y entiende que la mejora significativa y de fondo corresponde a decisiones políticas que deben darse.

A continuación el escrito completo:

"Hoy presenté mi renuncia al cargo de Vocal en el Tribunal de Cuentas, en el que fuera designado el día 16 de noviembre de 2.016, la que corresponde se haga efectiva a partir del día en que asuma el nuevo vocal.

Agradezco a la UCR-Santa Cruz, al Comité Provincia y a sus integrantes, por haberme honrado al proponerme para ocupar esta función.

Durante este periodo, se intentó impulsar desde el Tribunal de Cuentas los mismos principios sostenidos desde la sociedad civil y organizaciones no gubernamentales de las que formé parte o a quienes asistí profesionalmente; en procura de una Santa Cruz con mayor transparencia, con mayor justicia y en definitiva, más republicana.

En estos 3 años, se trató de poner en el centro la transparencia, buscando resaltar la función que debe cumplir el Tribunal, poniendo a disposición de la ciudadanía los diversos informes de nuestras auditorías, fallos y resoluciones que pudieran resultar de interés, y realizando charlas abiertas con los ciudadanos en distintas localidades de la provincia.

Desde el inicio de la gestión también fueron puestas en conocimiento las deficiencias estructurales, normativas y de recursos que presentaba el Tribunal, lo que impactaba negativamente por la falta de actualidad de sus decisiones y en el control diario del desenvolvimiento de la administración. Se trabajó fuertemente en ello, lográndose achicar significativamente la brecha entre la rendición y la decisión del Tribunal, y se avanzó hacia cronogramas anuales de inspecciones, extendiendo el universo de los organismos auditados, intentando priorizar la función preventiva del Tribunal. Se avanzó así en un programa de auditorías que requería también ajustes normativos y reglamentarios, y avanzar sobre la reorganización interna del propio Tribunal. Se mejoró la dotación de personal, tanto en recursos administrativos como profesionales; se produjo la rotación del personal dentro de las auditorías; se aprobó un reglamento de concursos internos y también de concursos abiertos, realizándose recientemente el primer llamado a concurso público y abierto de antecedentes y oposición para el ingreso de contadores en el Tribunal de Cuentas; entre otros temas reglamentarios y de organización, que fueron definidos en acuerdo del Tribunal, tales como la modificación del sistema de intervención previa y la reglamentación de acceso a la información pública que obra en el Tribunal.

Entiendo que se ha podido contribuir en la mejora del control en la Provincia de Santa Cruz, acompañando y participando en aquello que dependía de decisiones internas del propio Tribunal, de las Vocalías o de sus Auditorías; destacando la disposición al debate y a la confrontación que se tuvo en el seno del Tribunal –aún con las profundas disidencias que se tuvieron-.

Pero la mejora significativa y de fondo sobre la que considero debe hoy avanzarse no depende de reglamentaciones que puedan discutirse en el propio Tribunal, sino de decisiones políticas de otras esferas de gobierno.

Tenemos un Tribunal que funciona sin la adecuada infraestructura, sin autonomía presupuestaria, y sin garantías de independencia funcional. He reclamado por la insuficiencia de estructura del Tribunal para llevar adelante la tarea que le es asignada, considerando las dimensiones que hoy posee la administración, al menos en lo que respecta a las Auditorías bajo jurisdicción de esta vocalía. Seguimos controlando a toda la administración central (con 18 organismos) con 11 Auditores, y la totalidad de las cuentas especiales (27) con 4 auditores. También se observó repetidas veces la falta de actualización de la ley que rige el Tribunal de Cuentas, respecto a la forma de control que estatuye, y también respecto de los mecanismos y resortes legales que otorga para ello. Se observó igualmente el impacto negativo que posee la falta de autarquía presupuestaria, y la ausencia de garantías y resguardos a la independencia funcional del organismo.

Ante ello se intentó contribuir al debate con un proyecto de reforma de la ley, bajo 3 ejes fundamentales: autarquía y autonomía presupuestaria, modificación del sistema de selección de vocales (por concurso y limitación de mandato) y priorización del control por auditorías. Ninguno de estos aspectos fueron debatidos en el seno de la Cámara de Diputados.

La conformación de la futura legislatura elegida por la ciudadanía de la Provincia genera la previsión de que se mantendrá el actual modelo de concentración de poder, que otorga un rol secundario a los mecanismos del control externo, asimilándolo a un sistema dependiente del propio poder central. En este contexto, no se visualiza la posibilidad de generación de mejoras sustanciales en los mecanismos de control público, y la permanencia en la función se traduciría sólo en la reiteración de discusiones y reclamos ya efectuados, careciendo de recursos y herramientas para avanzar hacia la visión que, desde el sector del que provengo, se posee sobre el control púbico.

Ante esta percepción, es mi decisión personal la de renunciar al cargo, retomando el lugar desde la vida cívica, desde el ejercicio profesional, y acompañando a las organizaciones no gubernamentales, profesionales y de trabajadores, de las que me he sentido parte; entendiendo que es allí el lugar donde hoy mejor puedo desempeñarme.

Por otro lado, vale destacar que la transitoriedad en este rol de contralor como vocal por la minoría es de la esencia del cargo, debiéndose evitar personalismos y favorecer la periodicidad en el ejercicio de la función; tendiendo a la conformación de equipos técnicos de trabajo.

Agradezco enormemente al conjunto de trabajadores del Tribunal, en especial a quienes pude acompañar en las auditorías de cuentas especiales y de administración central, Jefes de Auditoría, Auditores, Revisores y auxiliares. A ellos se debe todo el trabajo que pudo realizarse.

En particular a Rubén Toledo, quien me acompañó en la vocalía estos 3 años.

Finalmente, quiero agradecer especialmente al Senador Nacional Eduardo Costa y a la Diputada Nacional Roxana Reyes, de quienes recibí todo el apoyo, acompañamiento y confianza".