Ganadería Regional

Estudian el impacto de los ecosistemas en la producción de corderos y lana de la Patagonia Austral

Investigadores del INTA y del Conicet analizaron variables climáticas, topográficas y de vegetación en establecimientos de ganado ovino de la provincia de Santa Cruz. El estudio es un aporte relevante para las entidades comerciales y la gestión de políticas orientadas a la producción de lana y alimentos de calidad en pastizales sostenibles.

  • 21/10/2021 • 12:10
La producción de lana en estudio.
La producción de lana en estudio.

Los pastizales constituyen el “principal recurso alimenticio en el sur de la Patagonia para la producción de carne y lana como los principales servicios ecosistémicos de aprovisionamiento (SE)”, destaca el estudio realizado por investigadores argentinos.

De acuerdo con el artículo publicado en la revista Sustainability, la productividad de estos rebaños “depende principalmente de los factores ambientales y de gestión que afectan tanto la eficiencia reproductiva como el desempeño animal en las áreas de genética, salud animal, apareamiento, prácticas de esquila y nutrición, sincronización entre la oferta y demanda de forrajes”.

El ganado tiene un rol fundamental en la provisión de servicios ecosistémicos “al transformar el pasto y las hierbas en alimentos nutritivos y aptos para el consumo humano tales como leche, carne y lana”, destacó Pablo Peri, investigador de la Estación Experimental Agropecuaria Santa Cruz del INTA y de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral (UNPA)–CONICET.

Según el investigador su impacto cobra relevancia a nivel global “ya que el ganado proporciona un tercio de la ingesta de proteínas de la humanidad y el 13% de todas las calorías”, se refirió y argumentó: “Un óptimo manejo de la ganadería se traduce en múltiples beneficios a nivel social”.

El objetivo fue modelar “la producción de lana y cordero como aprovisionamiento de SE a escala regional utilizando variables climáticas, topográficas y de vegetación en establecimientos ganaderos ovino en toda la provincia de Santa Cruz”, indicó Peri, quien investigó junto con Emilio Rivera, de la Agencia de Extensión Rural Río Gallegos del INTA Santa Cruz, Yamina Rosas y Guillermo Martínez Pastur, del Laboratorio de Recursos Agroforestales del Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC - CONICET) de Ushuaia, Tierra del Fuego.

Al respecto, Peri señaló que “la producción de cordero sería más sensible que la producción de lana a condiciones ambientales adversas -bajas condiciones de humedad del suelo-, y la cantidad y calidad de forraje a escala regional en la Patagonia”.

A través de la iniciativa se busca proporcionar datos acerca de la producción de lana y corderos en la Patagonia Austral, a escala regional, incorporando a los principales tipos de ecosistemas que se encuentran en el pastizal patagónico.

Reconocimiento territorial

Para este estudio fueron seleccionadas 120 parcelas permanentes en la provincia de Santa Cruz de la Red de Parcelas de Ecología y Biodiversidad de Ambientes Naturales en Patagonia Austral (PEBANPA) para estimar la producción de cordero (gr cordero / m2 / año) y lana sucia (gr sucia lana / m2 / año) como provisión de servicios ecosistémicos de los pastizales naturales. Estas parcelas están ubicadas en cinco categorías de ecosistemas: matorral de Mata Negra, Estepa Magallánica Seca, Estepa Magallánica Húmeda, pastizales de la Meseta Central y pastizales andinos.

“La principal actividad en los sitios evaluados es la producción extensiva de ovinos, en su mayoría con la raza Corriedale. La estimación de la capacidad de carga se basa en la biomasa, producción de pastos cortos y herbáceos que crecen en el espacio entre matas de cada ecosistema y los requisitos de 530 kg DM / año para 1 oveja Corriedale de 49 kg de peso vivo, que representa un equivalente de unidad de oveja patagónica (PSUE)", especificó Peri.

A nivel regional, el modelo de variación de la producción de corderos explicó el 96 % de la varianza en los datos. Las variables predictivas más significativas fueron la estacionalidad de la temperatura, el índice de vegetación normalizado (NVDI, adimensional) e índice de desertificación. En el caso del modelo de la producción de lana grasa las variables más contundentes fueron la isotermalidad, la estacionalidad de la temperatura y NVDI que, en conjunto, explicó el 98 % de la varianza.

Alcance regional

Los investigadores determinaron que la producción de corderos era más sensible que la producción de lana en los pastizales, condición (entendida como cantidad y calidad de forraje) entre establecimientos ganaderos. Esto puede vincularse con las diferencias en el manejo de pastoreo a largo plazo y condiciones climáticas.

“Este análisis constituye un aporte de relevancia para las entidades comerciales y la gestión de políticas que permitan satisfacer las necesidades sociales de alimentación y productos de lana en pastizales sostenibles”, de acuerdo con el trabajo.

Asimismo, los especialistas señalaron que la disponibilidad de datos a nivel de paisaje constituye la principal limitación del modelo, por lo que “debe mejorarse en estudios futuros teniendo en cuenta el tipo de suelo, la fertilidad y el contenido de agua del suelo”.

En tal sentido, Peri reflexionó acerca de los alcances de la investigación: “Los resultados de la producción de lana y cordero encontrados en el presente trabajo ayudan a caracterizar el ecosistema de aprovisionamiento de productos pecuarios en la Patagonia Austral, proporcionando una línea de base contra la cual se pueden planificar las acciones de gestión y avanzar en líneas de supervisión”.

La huella de carbono en producción de carne y lana ovina

De acuerdo a los resultados obtenidos en el estudio y publicados recientemente en la revista científica Sustainability, a nivel regional la huella de carbono total de cordero y lana, que incluye las emisiones producidas en los establecimientos ganaderos, el transporte y el procesamiento industrial, se incrementó de 10,64 a 41,32 kg de CO2-eq/kg para carne de cordero (carcasa) y de 7,83 a 18,70 de kg CO2-eq/kg para lana lavada y peinada.

“Es la primera vez que un estudio brinda la huella de carbono de la producción de cordero y lana en la Patagonia, medida a nivel de establecimientos ganaderos y a escala regional, donde se incluyen los principales tipos de ecosistemas encontrados en los pastizales patagónicos”, destacó Pablo Peri, investigador de la Estación Experimental Agropecuaria Santa Cruz del INTA y de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral (UNPA) – CONICET.

Según Peri, la relación entre “el ganado rumiante y el cambio climático es una preocupación” debido a su contribución a “las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero”. Frente a lo cual resulta “necesario conocer la contribución que hace la producción primaria a los fines de poder evaluarla y adoptar medidas mitigación”, apuntó.