Empate de Los Pumas contra Australia

En un partido en el que Australia jugó mejor, anticipando, presionando y dándole al partido un intenso ritmo, vimos un 1er. Tiempo en que los aussis se olvidaron, o mejor dicho no pudieron o supieron concretar, algo que necesario para ganar, es decir no basta con merecerlo, hay que anotar y concretar en puntos el desarrollo del juego y eso a Australia le faltó, un poco porque tuvo mala suerte (que también cuenta), pero también gracias a la resistencia del equipo contrario quien, aunque de manera desprolija, desordenada pero con mucha garra, supo mantenerse a tiro. En síntesis, pese a un primer tiempo muy favorable a los australianos, Los Pumas se fueron al descanso con un 6-9, o sea a tiro de penal y pudo ser 9 a 9, pero Sanchez falló un penal factble. Hasta aquí un monólogo australiano en posesión y territorio, pero no plasmado en el tanteador.

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Ya en el segundo tiempo y cuando todo parecía que los australianos iban a ampliar la diferencia, la resistencia del equipo argentino pudo más que la impotencia del equipo australiano que no pudo vulnerar la defensa argentina.

Podrá parecer inicialmente que, para quienes vimos el partido, el empate resultó generoso para el equipo argentino, pero, como ya hemos dicho en reiteradas oportunidades, a los partidos no hay que merecerlos, sino ganarlos o, en todo caso, merecerlos y ganarlos, pero lo que cuenta es el resultado. La resiliencia, es decir la capacidad de superar la adversidad con entereza, más allá de la fortaleza física y, en este sentido cabe reconocérsela a todo el equipo, con Ledesma a la cabeza, una gran capacidad mental para sostenerse concentrados y con mentalidad ganadora durante los 80 minutos, algo que otrora era un insalvable muro para el equipo. Que quede claro, el equipo no jugó bien, no anticipó, presionó poco y nada (mejoró en el 2do. tiempo) y falló mucho en el primer tackle pese a que lo hizo el doble que los australianos. No tuvo un partido similar al que jugó con los All Blacks, pero mantuvo su concentración y determinación durante todo el partido, algo que, sin dudas le faltó a Australia. Finalmente fue empate, justo resultado (el penal que erró el apertura australiano vino de un inexistente knock on que sólo vio el linesman).

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Uno por arriba y los otros por el fondo

Párrafo final para Ledesma, que más allá de las críticas post mundial, demuestra ser una persona inteligente, piensa en el equipo, no tiene problemas en ser autocrítico, en volver atrás convocando a jugadores que antes no lo fueron o a asesores (o como se les llame) como Cheika y Lofreda, personas que no sólo saben, sino que obviamente tienen la capacidad de transmitirlo a los jugadores.

Por colapio.