Río Gallegos

El plato caliente, la solidaridad permanente

Son cientos los vecinos de Río Gallegos que organizan la solidaridad traduciéndola en guisos de lentejas y sopas. Con donaciones como materia prima, manos trabajadoras como motor y una empatía que comprende que crecen las necesidades en tiempos de pandemia, varios de ellos dialogaron con TiempoSur.

  • 26/04/2020 • 09:30
Ariadna Albacete, barrio Belgrano
Ariadna Albacete, barrio Belgrano

La consigna de quedarse en casa puede ser un desafío cuando conlleva la paralización económica dentro de los sectores populares. Según una encuesta realizada por Unicef Argentina 6 de cada 10 hogares en el país redujo sus ingresos desde que el 20 de abril, día que se decretó el inicio de la cuarentena.

Los barrios Belgrano, San Benito, Evita y Juan Pablo II son sólo algunos territorios de solidaridad donde muchos por primera vez, deciden ayudar a esta mayoría. La mayoría son vecinos independientes que se organizaron más ante este contexto doloroso en el que el hambre duele más que los números. No faltan las organizaciones políticas y la solidaridad que demuestra que la capital de Santa Cruz sigue siendo la ciudad cordial.

Del bolsón a la olla popular en el barrio Belgrano

Ariadna Albacete es trabajadora del Ministerio de Economía y antes de la pandemia donaba lo que le sobraba ya sea ropa, juguetes o comida. Solía acercarse al vaciadero municipal para acercar donaciones a personas que lo necesitaran aunque no se lo pidieran. Hace un mes empezó a juntar bolsas con mercadería desde el club barrial en el que trabaja su pareja Pablo Castro.

“Siempre he estado en contacto con personas que lo necesitan, siempre estoy metida en lo que pueda ayudar al otro”, explicó a TiempoSur. Desde que empezó la pandemia notó que las necesidades aumentaron, por lo que a través de redes sociales comenzó una campaña independiente de donaciones para poder armar bolsones de mercadería.

Generó contactos, relevó las realidades e incluso volcó los datos al Ministerio de Desarrollo Social y la Cruz Roja. Identificando las necesidades de cada familia, la mayoría con bebés o niños pequeños, logró ayudar a “gente que vivía de changas, logrando una lista de más de 20 familias”. Llegó a distintos rincones de la ciudad generando recorridos por varios barrios con la solidaridad como combustible e incluso alcanzó a personas que también se dedican a ayudar.

“Un día un vecino que hace ollas populares en el Evita me contó que la gente del Belgrano se iba caminando hasta allá para tener comida caliente y me di cuenta que tenía que hacerlo acá”, relató desde su casa en la calle Los Pozos. El viernes junto a su madre y su hermana llenaron una olla de fideos, salsa, zanahoria y amor y entregaron platos de guiso a más de 10 familias por primera vez.   

Adelantó que informará desde el perfil de Facebook que lleva su nombre y publicando en grupos de compraventa cuando realice la próxima, ya que la primera fue un éxito. “Y nos está yendo excelente porque además hemos juntado ropa, frazadas y caloventores”, explicó anticipando el invierno y detalló que “cuando la gente me dona cosas que no me sirven las cambio por alimentos no perecederos”.

Kolina y su colaboración sobre ruedas

Dos militantes cocinando en el club Los Choppers y seis en cuatro autos repartiendo las viandas conforman un grupo de vecinos organizados que acerca platos calientes a distintos puntos de la ciudad. Impulsados por su actividad política realizarán una olla popular el Día del Trabajador el próximo viernes. “Muchos vecinos se dieron cuenta que la patria es el otro y no saben cómo ayudar, entonces confían en nosotros”, explicó Raúl Meló.

Con barbijos, guantes y porciones en bandejas selladas con film la última ocasión alcanzaron a 100 familias aproximadamente con más de 300 porciones de guiso. Cuando comenzó la pandemia “nos convocó el dueño de Primavera que regaló más de 700 docenas de sandwiches y más de 200 de empanadas”, explicó sobre los orígenes de la solidaridad.

Desde el espacio comentaron que cuentan con permisos de circulación del Municipio pero que no cuentan con la ayuda del Estado, sino que apelan a la colaboración de los vecinos porque entienden que la situación sobrepasa incluso al Ministerio de Desarrollo Social de la provincia, que entienden que “hace lo posible y nosotros tratamos de llegar a todos”.

“Hemos ayudado a CAPS y hay mucha gente que lo necesita. Es una situación común en los barrios que la señora sea empleada doméstica y el marido albañil o corte el césped y nadie convoca en este contexto pero siguen habiendo panzas que llenar”, explicó Meló desde su rol militante, explicando que desde la organización política están atentos y tratando de llegar a todos.

La primer olla en el barrio Juan Pablo II

Ayer Antonella Fernanda Ojeda junto a su cuñada Antonella Sepúlveda tradujeron solidaridad en dos grandes ollas de lentejas. Es la primera vez que las mujeres, coordinando con la junta vecinal, deciden brindar un plato de comida caliente a quienes más lo necesiten.

Más de diez familias se acercaron con sus recipientes por la ventana de su hogar y no pasaron hambre. “Yo solía donar ropa por Facebook y se me ocurrió que así podíamos ayudar, no cuento con asistencia de nadie”, expresó la vecina a TiempoSur. También detalló que están tomando recaudos como el uso de barbijos y guantes.

Antonella ve una necesidad arrasadora, por lo que el día de hoy y el próximo fin de semana planean organizar chocolatada, pan casero y tortas fritas. María del Carmen, de la junta vecinal, expresó que las buenas acciones de los vecinos necesitan difusión y que las iniciativas solidarias se expanden en tiempos en los que más se necesitan.