A ocho años de la muerte del fiscal

El misterio Nisman: las dudas, certezas y líneas que sigue la investigación

El expediente está radicado en Comodoro Py y todo trabajo investigativo es sobre la base del asesinato, rechazada por Lagomarsino, principal imputado. La cronología de un caso con muchas preguntas y pocas respuestas.

  • 18/01/2023 • 11:43

Ocho años después de la muerte del fiscal Alberto NIsman, ocurrida un día antes que el funcionario se presente en el Congreso a dar explicaciones sobre su denuncia contra Cristina Kirchner por supuesto encubrimiento del atentado a la AMIA, la causa que investiga el hecho ocurrido en 2015 acumula más incertidumbres que certezas. 

El expediente judicial sigue abierto y con escasas novedades. Está radicado en el Juzgado Federal que encabeza Julián Ercolini y la investigación delegada en el fiscal Eduardo Taiano: todo trabajo en la pesquisa se realiza sobre la base de que la muerte del fiscal fue un homicidio, que se produjo con la pistola Bersa calibre 22 que le había prestado el perito informático Diego Lagomarsino.

Una de las últimas novedades judiciales en el marco de esa causa, data de fines de noviembre del 2022 y causó cierta sorpresa. Ocurrió que el ex agente de inteligencia, Jaime Stiuso, se presentó a declarar como testigo por tercera vez: fue bajo un estricto hermetismo y el contenido no trascendió porque quedó protegido por la ley de inteligencia. Stiuso había pedido declarar por medio de una nota que sí se conoció. Ahí decía que "luego de haber prestado declaración en marzo de 2019, he tomado conocimiento por trascendidos periodísticos de diversas cuestiones que no fueron abordadas en aquella oportunidad, y que considero que la Fiscalía debe conocer". 

La declaración de Stiuso solo fue una de las varias declaraciones de ex espías que hubo a lo largo de 2022 y que, según un artículo, motivó a los investigadores a establecer una nueva línea de investigación. De esas declaraciones habría surgido que la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) llevaba adelante una operación de inteligencia en los días previos a la muerte de Nisman, orientada a confirmar si un grupo iraní se encontraba realizando tareas de inteligencia en Argentina. 

 

Las testimoniales de ex espías tenían como fin ahondar en un contexto sindicado como una "guerra de espías", que había detectado la Fiscalía a través de una importante cantidad de llamados entre teléfonos que respondían a un sector del organismo vinculado a Stiuso, y, por otro lado, al ex director de Reunión, Fernando Pocino.