Pérdida gestacional

El duelo del que no se habla

En Argentina, en promedio, ocurren aproximadamente 5000 muertes perinatales por año, es decir, la muerte del feto o del recién nacido entre las 22 semanas de embarazo y la primera semana de vida. Sin embargo, y a pesar de las elevadas cifras, no existe un protocolo ni Ley que le garantice la atención y contención correcta a las mamás que deben atravesar esta difícil situación.

  • 06/04/2022 • 08:00
Jessica Ruidiaz
Jessica Ruidiaz

La muerte gestacional es uno de los grandes tabúes que rodea a las madres y los embarazos, sin embargo, cada año en el mundo mueren alrededor de 2.000.000 de bebés debido a que un 20% de los embarazos terminan en abortos espontáneos, generalmente inducidos por anomalías genéticas. Sin embargo, no existe una Ley que ampare a las madres que deben atravesar el duelo de sus bebés por nacer o recién nacidos con un protocolo de contención.

Jessica Ruidíaz, creadora de la Fundación “Era en Abril”, dialogó con TiempoSur acerca de esta situación que deben atravesar cientos de madres al año y de la que nadie se atreve a hablar: “La Fundación “Era en Abril” nació en el año 2007. En el 2006 murió mi primera hija, Sofía. Ella tenía dos meses y murió en mis brazos. Después de eso, tenía muchísimo dolor y empecé a buscar ayuda, pero no encontré ni grupos ni profesionales especializados en toda Latinoamérica. Ese año hice lo que pude, como pude. Me costó mucho porque todos me decían que fuera fuerte, así que fui fuerte pero a los 10 meses terminé con ataques de pánico y ahí me di cuenta de que necesitaba procesar todo esto y que nadie estaba siendo de ayuda. Nadie sabía qué hacer y cómo acompañarme. Así que el 20 de abril del año siguiente decidí armar un grupo en el cual al principio éramos poquitas, pero con el tiempo se fueron sumando madres de toda Latinoamérica, en países en donde tampoco existían grupos y necesitaban ayuda.

 

Hoy en día, abrimos grupos en distintas provincias de Argentina y en otros países también. Realizamos eventos en el mes de octubre, que es el Mes Internacional de Concientización de las Muertes Perinatales; tenemos un equipo psicológico especializado en duelo, yo soy consultora psicológica y me especialicé en duelo perinatal y en embarazo pos-pérdida. En paralelo, participamos de distintas investigaciones a nivel internacional. La última que hicimos, la más importante que fue sobre muerte intrauterina, fue en México y ahora estamos trabajando y fuimos invitados a integrar un equipo con el que vamos a armar una guía mundial para la intervención en las muertes intrauterinas, que se va a lanzar en el año 2023 desde la Organización Mundial de la Salud. En este momento, estamos organizando el Congreso “Conciencia LATAM”, que es el primer congreso latinoamericano de prevención y actualización sobre muerte y duelo perinatal, donde tratamos de reunir a investigadores profesionales de la salud que trabajan en esta problemática para poder unidos visibilizar esto para la prevención y para la mejora en la atención al duelo”, remarcó Jessica.

 

Un tema tabú

“La muerte de un bebé es un tema tabú. Siempre fue un tema tabú, eso es lo que estamos tratando de derribar. Y la realidad es que ese tabú impide que hablemos de eso. Generalmente, la gente no sabe que decir cuando está con alguien que acaba de perder a su bebé o que le pasó hace un tiempo. No saben que decir porque no hay información, porque es un tema que no se habla. Hasta no hace mucho, las mismas mamás no podían hablar más del tema, salían del sanatorio y no hablaban más de eso. Hay mamás en el grupo que hace 40 años perdieron a su bebé y nos cuentan que antes no se hablaba más del tema, no se integraba a su bebé a la historia familiar, no se hablaba de él y no se hablaba de su muerte tampoco. Hay una creencia errónea al respecto que tiene que ver con la duración, con el tiempo de vida. La realidad es que el duelo por la muerte de un hijo no va a ser acorde al tiempo de gestación o de vida. Mucha gente se imagina que por perder un embarazo en tres o cuatro meses vas a buscar otro bebé y ya está. Y eso no es lo que sucede, no es lo que muestran las investigaciones y no es lo que vivimos como mamás y papás. Cuando se pierde el embarazo hay un cuerpo, hay un bebé que vemos y eso como la familia y el entorno no pueden verlo, porque en nuestro país no hay un protocolo que permita que toda la familia pueda ir a despedirse de ese bebé y que tengan un espacio para poder despedirse y que le puedan sacar una foto o que puedan generar esos recuerdos, la gente no tiene noción, no lo pueden entender porque generalmente se asocia a que si se pierde el embarazo es una cosa menor, y no es cierto. Es algo que tiene un impacto muy grande en las familias y que dura muchos años. Es un hijo y no se olvida jamás”, remarcó Jessica.

 

Protocolos de acompañamiento

Luego de que ocurre una muerte gestacional o perinatal, no existe un protocolo que el personal de salud pueda implementar en la paciente que debe atravesar la muerte de un hijo: “Es muy importante todo el apoyo que se reciba, el tipo de acompañamiento que se reciba desde el momento del diagnóstico, que desde las instituciones sepan cómo manejar el tema para que ayuden desde ese lugar a encauzar el proceso de duelo, cuanta más información tengamos sobre como es este proceso, mejor”, agregó, al igual que explicó que “no hay un protocolo que se establezca a nivel nacional. En la mayoría de los países latinoamericanos no hay. Cada institución se maneja como puede con lo que sabe. De hecho, antes, los mismos psicólogos recomendaban que no vieran al bebé, y eso entorpece mucho el proceso de duelo, puede hacerlo muy complicado, porque esa mamá queda pensando toda la vida que si su bebé murió de verdad o se lo robaron. Lo más recomendable es poder ver al bebé y generar esos recuerdos. Nosotros elaboramos un Proyecto de Ley para presentar que se pueda implementar a nivel nacional un protocolo de actuación en caso de muertes perinatales, para darles esas herramientas que los mismos profesionales no saben cómo manejarlo de la manera más correcta. Este protocolo está armado en función de todas las experiencias de miles de familias que cuentan lo que les hubiera ayudado en ese momento”, añadió.

“(Cuando estos casos suceden en un lugar de trabajo) nadie sabe cómo hablar de eso, cómo abordarlo, cómo acompañarlo o qué hacer cuando le pasa a un compañero de trabajo, las empresas no saben cómo abordarlo. Creo que, en 15 años, tan sólo dos empresas nos han contactado para pedirnos asesoramiento, porque a un empleado le había pasado y querían ayudarlo: saber qué hacer, qué no hacer. Dos empresas en quince años”, remarcó Balyin.

 

Estadísticas invisibles

“Cuando se trata de muertes intrauterinas no tenemos estadísticas, porque esas muertes no existen. Por eso, nosotros presentamos varias veces ya un Proyecto que es la Ley de Identidad para Bebés Fallecidos en el Vientre Materno, en donde proponemos un registro de defunciones fetales con sus causas para que se investigue y forme parte de las estadísticas. Este proyecto que presentamos tiene tres partes, que sería por un lado lo que es validar el duelo de esas familias, teniendo el derecho a ponerle el nombre que dijeron para ese bebé, que se le entregue el cuerpo para una despedida digna, no importa de qué religión o el ritual que quieran hacer, que puedan hacerlo y la tercera parte tiene que ver con esto, que formen parte de las estadísticas para que sepamos de que se mueren los bebés y podamos elaborar políticas de salud para su prevención”, concluyó Alejandra.