El Dr. Javier Lerena habló de la realidad del Hospital Samic de El Calafate

En diálogo con el programa Cambalache que se emite por Tiempo FM 97.5, el Dr. Javier Lerena, director ejecutivo del Hospital Samic en El Calafate contó las sensaciones que el personal que desarrolla sus actividades laborales en este centro sanitario, vivenciaron tras el reconocimiento que el Gobierno Provincial realizó al conmemorarse tres años del inicio de la pandemia.  Señaló que “este lunes tuvimos una buena noticia tras la vista de la Gobernadora y del Ministro de salud, Claudio García, quienes se acercaron a la institución para descubrir una placa de agradecimiento al personal de salud a tres años de la pandemia”.   

El médico habló de su experiencia en este centro de alta complejidad, donde lleva más de año y medio de gestión, tras su paso por el Hospital de Río Gallegos. “Trabajar en un hospital de una localidad más pequeña, no quiere decir que haya menos problemas. Es un hospital de alta complejidad con un perfil diferente al de Río Gallegos, por lo que surgen problemáticas diferentes. Es otra localidad, otra realidad. Tenemos 510 trabajadores, el HRRG tiene más de tres mil, pero en la constitución orgánica hay muchos más cargos”, explicó.

 “En una localidad como El Calafate que es pequeñísima, tenemos un hospital que tiene profesionales y equipamiento de alta complejidad, como los servicios de  biología molecular, somos nodo genómico a nivel nacional, y brindamos diagnósticos de enfermedades raras a toda la Argentina, tenemos un núcleo de enfermedades poco frecuentes”, aclaró tras lo que indicó que se atienden pacientes de toda la región.

Por ello, valoró “la filosofía por la cual fue creada nuestro hospital, cuánta razón tenía Néstor Kirchner cuando pensó en este nosocomio de alta complejidad. En su momento, fue muy criticado y considerado como un elefante blanco puesto en un lugar pequeño. Pero la salud va por otro lado, tiene que ver con el acceso a la salud, por lo que podés poner en la Antártida un laboratorio, el asunto es que la comunidad tenga acceso y que los investigadores cuenten con el equipamiento adecuado para que pueda funcionar perfectamente”, sostuvo.  

Por otro lado, Lerena se refirió a una problemática que se vive en todas las localidades de la provincia y que tiene que ver con la falta de profesionales. Consideró que “no todo es plata, para seducir a los profesionales tiene que haber algo más. No tenés que ofrecer solo dinero, sino otras condiciones que hagan que la calidad de vida del médico sea mejor. En el caso de El Calafate, es una localidad bonita, turística, está muy bien conectada, tenés muchos vuelos diarios, etc.  En la parte hospitalaria,  fue creciendo y desarrollándose en un centro de servicios más complejos”.  

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También, destacó la importancia de trabajar optimizando la tecnología. “Por ejemplo, los médicos que están informando distintos estudios como la resonancia, viven en Buenos Aires, lo que permite brindar el servicio y atender la demanda.  

Por último, consideró que “la debilidad del sistema sanitario está en materia de atención primaria, y en esto hay que hacer un mea culpa. Por ello, lo primero que convocamos fue a residencias, hoy tenemos 14 profesionales de esta condición. Un sistema de salud que no tenga residencia está destinado al fracaso porque no crea un semillero”.

En este marco, celebró el hecho de que en El Calafate se esté desarrollando un polo universitario: “Confío en que a futuro y en un mediano plazo podamos tener la carrera de medicina. Esto sería crear una fábrica de enseñanza de alto nivel y que a futuro nos permita formar nuestro propio recurso humano. Eso es un éxito en salud”, concluyó.