Santa Cruz

El complicado retorno a la presencialidad de los colegios de gestión privada

SADOP detalló tres casos de colegios complicados financieramente, en donde docentes no percibieron sus salarios. El reclamo por paritarias.  

  • 27/09/2021 • 11:34
“El Instituto Aonikenk pidió en su momento un aumento en los subsidios, pero no se lo otorgaron” (Foto: Voces y Apuntes)
“El Instituto Aonikenk pidió en su momento un aumento en los subsidios, pero no se lo otorgaron” (Foto: Voces y Apuntes)

Hoy los colegios secundarios de Santa Cruz vuelven a la presencialidad plena, aunque será en los últimos años y en las Escuelas Técnicas, como lo anunció el Gobierno la semana pasada.

Implicará también el retorno en los colegios de gestión privada, que congrega aproximadamente a 1.200 docentes y cuyos establecimientos fueron muy golpeados financieramente durante la pandemia.

Muchos padres dejaron de pagar las cuotas y otros directamente se cambiaron a las escuelas públicas de acuerdo a las complicaciones económicas.

Hoy por hoy, muchas escuelas están paradas desde hace mucho tiempo”, dijo Andrés Álvarez, secretario General de Docentes Privados de Santa Cruz.

El dirigente fue consultado si el retorno a la presencialidad llega tarde o en el momento exacto según la situación epidemiológica.

“Podemos emitir una opinión, pero siempre se siguió acá lo que determinó el Ministerio de Salud, porque esto no dependía de la presidencia del CPE”, aclaró. Pero sostuvo que viendo el panorama actual, Santa Cruz fue una de las provincias “que empezó tarde en el país”, teniendo en cuenta de que “el mensaje de Salud era que no veían que estén dadas las condicione y por eso se atrasó el retorno, porque se pensaba en el cuidado de los santacruceños”.

Álvarez destacó que si bien no es un centro de contagios el dictado de clases, se advirtió  que sí lo era “el movimiento que generaba volver a las aulas”.

Era la decisión que tomaron según las provincias y el riesgo que cada una tomaba y resultado, pero con el diario del lunes es más fácil”, sostuvo y recordó que en diversas oportunidades se le solicitó al CPE que se habiliten “las escuelas que podían habilitarse, mediante el uso de las burbujas, pero dijeron que la idea era que fueran todas al mismo tiempo”.

Por ejemplo -contó- algunos colegios privados querían dictar talleres optativos, recreativos, aunque “nunca se pudo conseguir habilitarlas cuando en diferentes localidades de la provincia se habilitaban otras actividades que eran contradictorias”.

Añadió que desde SADOP, expusieron que la educación “era lo más importante que debía volver”, y que por prevención se “cuidaba” el retorno, aunque “por otro lado, por otras actividades, se descuidaba”.

“Por suerte ahora se vuelve a la normalidad y esperamos no retroceder porque las escuelas fueron muy golpeadas por la baja de muchas matrículas”, advirtió.

En Caleta Olivia -detalló- hay colegios privados que “están quebrados”, con reclamo de educadores que no pudieron cobrar el sueldo ni el incentivo docente.

“Consideramos que no hubo una ayuda equitativa, porque en la semana se entregaron aportes de medio millón de pesos a diferentes establecimientos, pero no todas tenían la misma realidad y necesidad”, apuntó.

 

Casos

Mencionó que se le entregaron los mismos aportes a colegios que están subvencionados que a aquellos “que no reciben ninguna ayuda y están mal económicamente. Por qué se hizo así, no lo sabemos”.

El Instituto Aonikenk e Instituto Hammar de Caleta Olivia tuvieron la “misma ayuda que el IPEI y el Poplars, que tienen cuotas más altas, si bien la ayuda es para insumos y no para sueldos”.

El Instituto Aonikenk pidió en su momento un aumento en los subsidios, pero no se lo otorgaron porque les dijeron que el gasto está planificado para el año próximo”, contó.

Dicho establecimiento cuenta con 70 docentes y según Álvarez, los docentes cobraron desdoblados los salarios durante la pandemia, sumado a que ofreció una propuesta educativa “muy grande, que luego no pudieron solventar”. “La cuota que cobran más el subsidio que reciben, no alcanza para todo el personal, y al mismo tiempo, el Estado no deja aumentar la cuota, lo que sería inviable porque los padres no podrían pagarlo”, advirtió.

El Instituto Hammar, en el cual trabajan entre 25 a 30 docentes, es un colegio “más chico”. “El propietario sobrevivió como pudo, pero adeuda aportes a nuestra obra social y está atrasado con el incentivo, por eso lo lleva como puede o lo cierra”, expresó. 

Otro caso son los Jardines de Infantes, como es “El mundo Mágico” de Pico Truncado. “Este jardín pidió que lo habiliten para la Primaria, pero les agarró la pandemia y no lo autorizaron y quedaron con las mismas matrículas, aunque sí habilitaron la Escuela del Viento de los petroleros”, señaló.

Estos jardines fueron afectados en todo el país - aclaró el dirigente- sobre todo las salas de 3 años. “Los padres no mandaron a nadie y no pagaron la cuota”.

Entonces -insistió- existe una diferencia entre colegios privados “muy beneficiados y otras que no son tenidos en cuenta, con las diferencias que algunas reciben ayuda del 100% y tienen sus cuotas -como los colegios religiosos- otras son muy diferentes porque se subvencionan solas con las cuotas”.

Pese a lo anterior, Álvarez recalcó que la presencialidad “dará un respiro”, aunque “las escuelas quedaron económicamente muy desprotegidas y desfinanciadas”.

 

Paritarias

Otro tema son las paritarias del sector docente, que debe aguardar que finalice primero la paritaria con los educadores públicos. “Se reconoció al ámbito de la salud en pandemia, pero nunca al docente de las escuelas públicas y privadas, que estuvieron como pudieron durante estos casi dos años, y el único momento para que se les reconozca, es con la recomposición salarial, pero se ofrecen migajas”, reclamó.

Recordó que desde el Ministerio de Trabajo se les informó que lo iban a convocar  para que haya una negociación salarial en agosto. “No nos llaman y queremos dar esta discusión, por eso le damos la derecha a ADOSAC porque es muy poco el aumento que ofrecen. Hay que sentarse, afinar el lápiz y reconocer el trabajo de los educadores, que estamos vapuleados en un contexto que no da para más, porque lo que ofrecen encima es insignificante”, demandó.