Domingo Fernández: “Hay que deconstruir la inequidad por razones de género”

El ciclo de talleres para altas autoridades del Poder Judicial tuvo lugar entre el 15 de abril y el 14 de mayo, con disertantes como Mabel Bianco y Diana Maffia, entre otras.

Allí la Oficina de la Mujer de la CSJN, puso a disposición herramientas de actualización para quienes integran las Vocalías, Fiscalías y Defensorías ante los Superiores Tribunales de todas las provincias.

Al respecto, el titular de la defensoría General de Santa Cruz, Domingo Fernández contó que el ciclo “sirvió para fortalecer el compromiso y la responsabilidad que debemos tener como operadores judiciales, a la hora de abordar una problemática tan grave y sensible como es la protección de la mujer”.

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Para Fernández, los talleres- perspectiva de género, violencia Doméstica, Lenguaje y género, entre otros- “tienen que ver con la empatía que debemos tener como funcionarios y operadores judiciales respecto a la escucha y el trato de una víctima cuando vamos a abordar su problemática”.

Además, entendiendo que lo que decimos construye sentido, el defensor General ante el TSJ valoró la discusión en torno a “lograr un lenguaje no sexista para eliminar las formas de discriminación que a veces inconscientemente introducimos cuando utilizamos lenguajes formados en pasivos o léxicos duales aparentes”, explicó.

Los esfuerzos de la Corte por aplicar la perspectiva de género en el Poder Judicial argentino, en Santa Cruz se traducen en la creación de la Oficina de Género que depende del Tribunal Superior, desde donde permanentemente se brinda permanente actualización en la materia.

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“Hay que deconstruir la inequidad por razones de género”, pidió luego el defensor General, marcando que, quienes integran el Poder Judicial deben  “abordar esta problemática con la debida diligencia” que impone la ley para erradicar las violencias contra las mujeres, y los tratados internacionales como la Convención Belém do Pará.

Vale mencionar que de la Defensoría General dependen las tres oficinas de Asistencia Letrada a la Víctima (OAL), ubicadas en Río Gallegos, Caleta Olivia y Puerto San Julián, que “garantizan el acceso a la Justicia, de todas las mujeres víctimas que, conforme las Cien Reglas de Brasilia, son personas en situación de vulnerabilidad social”, sostuvo finalmente Fernández.