Buena educación

Docentes particulares

Históricamente, la figura de la “maestra particular” ha acompañado el desarrollo educativo de los alumnos, pero en este último tiempo los espacios de índole privado han tenido un marcado aumento. En nuestra ciudad crecen y proliferan las academias y también la práctica en domicilios de docentes que hace mucho se dedican a las clases particulares. Algunos tienen sus propios actos de colación y egreso. Aseguran que la demanda ha aumentado para este año.

  • 22/01/2021 • 06:30
En nuestra ciudad existen desde hace mucho tiempo docentes que se dedican a la complementación educativa.
En nuestra ciudad existen desde hace mucho tiempo docentes que se dedican a la complementación educativa.

Los docentes particulares son profesionales de la educación que brindan ayuda de manera más cercana y más fácil de entender para el alumno, pasando a formar parte activa en el estudio y comprensión, transmitiendo una forma de ver el estudio y de afrontarlo de una manera constante.

En nuestra ciudad existen desde hace mucho tiempo docentes que dedican sus días a la complementación educativa, e incluso en los últimos años han abierto varias academias con fines comerciales. Entre los profesionales dedicados aseguran que “los objetivos alcanzados podrán ser usados de una manera transversal en el día a día de cada alumno dentro y fuera del aula”, aunque también remarcan que “el acompañamiento escolar no existe para suplantar la enseñanza de los centros, sino para completarla”, algo que este artículo pondrá en debate, partiendo de la base que en muchos aspectos durante el 2020 lo ha hecho. Incluso, hay espacios que han contenido a más de dos generaciones dentro de la misma familia. En el mientras tanto, los espacios que funcionan a través de la intervención del Estado no cuentan con herramientas de acceso de este tipo. TiempoSur realizó las averiguaciones en varias bibliotecas que tenían este servicio educativo, ninguna hoy en convenio con el CPE.

 

En academia

TiempoSur dialogó con César, propietario de una de las academias educativas de mayor crecimiento en el último tiempo y la cual decidió avanzar en el dictado de clases con estrictos protocolos y cuidados. “Comenzamos hace poco y ambientamos las colonias de vacaciones para que sean de apoyo escolar, algo que interesó mucho a la gente. A la academia están viniendo bastantes alumnos”, comentó, aunque no pudo dejar de exponer que “tenemos esa incertidumbre de que quieran venir a clausurarnos a pesar de que tenemos tomados todos los recaudos, tanto divisores de acrílico, como docentes y niños con tapabocas, cuidados de limpieza”. En este sentido, el docente expresó: “Decidimos trabajar porque necesitamos sobrevivir y también porque las familias que han confiado en nosotros en todo este tiempo nos pedían poder enviar a los niños. Muchos padres ocupados de la educación de sus hijos”.

Consultado sobre la proliferación de la figura del “docente particular”, César confirmó: “Sé que también hay varias docentes que están dando clases en sus hogares. Definitivamente hay muchos que empezaron en este tiempo, esto está creciendo más y aparte porque es casi seguro que no vamos a arrancar ahora en estos primeros meses con la presencialidad”.

 

Otra experiencia

Katia es Licenciada en Educación y hace 23 años se dedica al acompañamiento educativo de alumnos en todos los niveles. En este tiempo de labor ha atravesado diversas situaciones e incluso otras pandemias, por lo que también el aumento en la demanda de docentes particulares lo atribuye, a raíz de su experiencia, a un cambio generacional. “En el contexto de pandemia trabajé presencialmente con un círculo cerrado, con un esquema de burbuja y pudimos llevarlo adelante con el cuidado y precauciones. Con un promedio de 65 chicos por día no tuvimos ningún caso de COVID”, comentó en principio para ampliar: “Más allá de la demanda por la pandemia, lo que ha ocurrido es que han cambiado las generaciones. Hay casos de familias que tengo al cuarto hijo de la casa, mientras que hace 20 años los padres no se ocupaban mucho, tenían la idea de que si los chicos habían ido a un buen colegio se podía remar la universidad y eso hoy es diferente, los padres ya en 6 grado comienzan a preparar a los chicos porque se dieron cuenta que han perdido algunos años con respecto a otros alumnos”.

En este sentido manifestó: “Mi garantía de trabajo son mis hijos. Mi hija con 22 años está a un cuatrimestre de recibirse de técnica radióloga, es del Industrial 4, y seis compañeros no han podido iniciar la universidad”.

En otro tramo de la nota, remarcó que el crecimiento de los espacios de apoyo se ha dado por una conjunción de situaciones como “los malos niveles educativos, la falta de continuidad académica que ha hecho que los chicos no sepan estudiar, entonces llegan a otros ámbitos como la universidad y no lo logran. Tiene que ver el sistema, todo es muy abierto, tenemos mil opciones para que el chico pase y no hacen más que aprender irresponsabilidades. Hay un vacío institucional terrible”, cerró.