Diciembre, la época del año en la que las mascotas son más regaladas y abandonadas

Si bien el factor pandemia condiciona los dos eventos desde los que surge esta problemática, que son las fiestas navideñas y las vacaciones, actores sociales que protegen animales no dejaron de mostrar preocupación por lo que sucede cada diciembre. Un perro no es un juguete u objeto de diseño que puede estar debajo del árbol de Navidad como un regalo más, las partes que van a integrarlo a su familia deben estar conscientes del compromiso que significa. Un gato no puede ser abandonado por un viaje vacacional, los humanos deben hacerse responsables de sus cuidados todo el año.

Adoptar y cuidar

Las mascotas son parte de la familia, pero la falta de educación en cuanto a la fauna urbana, no genera una buena combinación de factores para que perros y gatos vivan felices en Río Gallegos a fin de año. Desde la perspectiva de la proteccionista Javiera Nasser, ambos fenómenos suceden por lo mismo: Las personas no se preguntan si realmente pueden tener un animal antes de integrarlo a su hogar. “Son seres vivos, no tienen ticket de devolución”, explicó a TiempoSur.

Entender que los canes y felinos no son objetos, implica no contribuir con el mercado clandestino de compra y venta de animales. El regalo ideal no está en un criadero en el que se lucra con la capacidad reproductiva de las mascotas. Debido a la cantidad de sobrepoblación de perros y gatos, siempre se recomienda adoptar. No obstante, un punto importante a la hora de asumir el compromiso de adoptar un perro o un gato es que todas las partes estén conscientes del tiempo, la energía y el dinero que llevará integrar una mascota a sus vidas. Las adopciones no consensuadas muchas veces terminan en abandonos no consensuados.

“Hay que tener en cuenta que van a tener que acompañarse mínimo 15 años, es un nuevo miembro de la familia. Si se van de vacaciones, ¿por qué no llevar a todos los miembros de la familia?”, se preguntó Javiera. Comentó que cada vez son más las opciones de guarderías y hoteles para mascotas en Río Gallegos, alternativas posibles para viajar y asegurar el cuidado de los amigos de cuatro patas. “Lo ideal sería pensar en familiares o llevarlo contigo. No se puede dejar sin agua, sin comida. No se puede regalar como si fuera una cosa de temporada, sienten el abandono”, denunció.

Los cuidados responsables son más que dinero para comida y atenciones veterinarias, una de las preguntas indispensables para adoptar una mascota debe ser si se cuenta con tiempo suficiente para sus cuidados. Para Javiera quien no sabe cuidar, no debe tener.  “Siempre pienso que este tipo de irresponsabilidades es por la falta de educación, hay mucho para aprender respecto a los derechos de los animales” apuntó.

Lo difícil de ayudar

Una de las consecuencias directas de no tener una perspectiva social que proteja a la fauna urbana es una gran cantidad de perros y gatos sin familia. Si bien son muchas las personas dispuestas a ayudar, la crisis económica consecuencia de la pandemia por Coronavirus, hace aún más difícil la tarea de cuidar a perros y gatos semi-domiciliarios. “Imaginate que la gente está pidiendo ayuda para poder alimentarse a ellos mismos, cada vez importan menos los animales”, lamentó Sandra Carabajal.

En este contexto, cada vez son menos los vecinos comprometidos en ayudar a la alimentación o tránsito de callejeros. “En redes sociales nos organizamos en lo urgente. Cuando son lastimados o atropellados tratamos de colaborar con el dinero necesario para saldar las deudas veterinarias que los mantienen con vida”, explicó la proteccionista. No obstante, los precios son muy elevados y “esto evidencia la falta de una sala de urgencias veterinaria municipal”.

Desde su perspectiva, se trata de que animales y proteccionistas se sientan contenidos por las autoridades gubernamentales y entiendan los factores que agravan la problemática. Al momento, el departamento de la Municipalidad de Río Gallegos se conjuga con redes virtuales independientes para intentar que haya la menor cantidad posible de perros abandonados, pero todavía se ven en cada esquina, demostrando la necesidad de cambiar esa realidad.

“Amigos de 4 patas” tiene más de 27 mil miembros. “Perdí a mi amigo de 4 patas” suma más de 11 mil personas. Se trata de grupos de Facebook, comunidades 2.0 que buscan soluciones inmediatas a problemas que no modificarán sin un ejercicio de ciudadanía responsable global.

Panorama difícil

Después de haber estado a cargo del área de Bienestar Animal durante la gestión pasada, Guillermo Basualto aseguró que estas problemáticas seguirán vigentes este 2020. “A eso, hay que sumarle la disminución de castraciones, esperamos que el Municipio informe, con números claros. Hay muchas perras que han quedado preñadas y eso se traducirá en más cachorros”, explicó el veterinario a TiempoSur.