Relatos de Vida

Desde la mirada de Patricia

Te contamos la historía de Patricia Viel, reconocida en el mundo artístico de la provincia.

  • 14/12/2019 • 13:07

Patricia Viel estudió Bellas Artes en la Escuela Prilidiano Pueyrredón de Buenos Aires, actual Universidad Nacional de Artes, donde se graduó con especialidad en pintura. En su constante capacitación cursó un posgrado en gestión cultural. Actualmente, reside en Río Gallegos, donde hace más de 20 años es también curadora artística, docente y gestora cultural. Además de trabajar en la fundación TyPA con museos, tiene fascinación por los teatros, devoción por el cine y amor por la expresión a través de poesía. En diálogo con TiempoSur, expresó su firme percepción del campo artístico como agente transformador y el crecimiento del rol de los curadores.

TS: ¿Cuándo nació tu interés por el arte?

PV: El arte me interesa desde el primer día que puse un pie en un museo de arte. La atracción de ver obras, conocer artistas y apreciar sus creaciones me llamó la atención, fue el mundo en el que yo quería entrar. Siento que el campo o el camino del arte es algo que me define, es lo que yo soy, que me conforma, es muy difícil pensarlo por fuera de mí y me considero una persona apasionada. Llevo delante de esta forma todos los proyectos que encaro, con muchas ganas, con mucha pasión, curiosidad y ganas de aprender. Siempre estoy buscando desafíos nuevos porque siento que me moviliza y eso le da sentido a mi vida.

 

TS: ¿Cómo definís la curaduría?

PV: La curaduría es una práctica relativamente nueva, cuando yo empecé a hacer curaduría no existían lugares para formarse institucionalmente entonces fui bastante autodidacta. Empecé a haciendo mi propio camino formándome y haciendo, viviendo esas experiencias. Luego tomé algunos cursos, donde conocí otras herramientas además de hacer curaduría en conjunto y al participar de muestras con otros curadores, fui conociendo ese campo de trabajo. Es muy interesante, fundamental para pensar las exposiciones y un nuevo rol en el mundo de arte.

TS: ¿Cómo era antes de que existiera este rol?

PV: Antes estaban los dueños de los museos y las galerías, quienes dirigían estos espacios, artistas e historiadores. Pero hace mucho tiempo, estos roles se empezaron a diversificar y especializar. Hay prácticas diversas y específicas en la que los artistas y críticos tienen distintos roles; curan muestras, hacen montajes. Hace tiempo lo veía como el editor de un libro, pero hoy se expandió. La curaduría aglutina todo lo que sucede en el mundo del arte. Es el personaje que relaciona, pone en diálogo y hace de mediador entre artistas, instituciones y público. Estas relaciones se transforman en muestras o espacios de visibilidad. Es la persona que nuclea.

 

TS: ¿Cómo se ejerce en esta localidad?

PV: En Gallegos tiene cada vez más espacio de visibilidad, soy una curadora que trabaja con artistas de forma individual. Este año curé dos muestras individuales, de dos artistas de diferentes puntos de la provincia, Pablo Richards de Lago Posadas y Alejandra Montiel de El Calafate. Pude trabajar en el Complejo Cultural y el Minnicelli. Mi trabajo es de casi un año, me convocan, miramos la obra, diseñamos, planeamos y armamos la muestra en función de lo que quieran hacer y el espacio. Actúo como vínculo y es un tipo de curaduría.

TS: ¿Hay más tipos de curaduría?

PV: Hay otro más creativo en el que me convocan para hacer una muestra. Desde cero, yo imagino un concepto, una idea que quiera desarrollar e invito artistas que me ayuden a exponer esta idea. Puedo buscar a una crítica o historiadora del arte para que pueda desarrollar estos conceptos. Después buscar un espacio para que se pueda visibilizar y juntando factores que tienen que ver con el diseño y la comunicación se expone el proyecto con su respectiva misión y objetivos. Por ejemplo, con artistas de Patagonia como la que hice en Fundacruz que estará todo el mes de diciembre.

 

TS: ¿Qué balance hacés de tu trabajo curatorial en el año?

PV: Son muestras totalmente distintas, en lugares distintos y creo que estos tres espacios de gestión entienden que los proyectos se llevan adelante de una manera muy distinta cuando hay un curador que está mediando. En el caso de mi obra, también me gusta que otro curador las trabaje. No solamente curar muestras de otros, sino también en el momento de pensar una muestra individual o participar de algún proyecto me gusta ser convocada por algún curador para hacerlo.

TS: ¿Faltan curadores en Río Gallegos?

PV: En Río Gallegos todavía es una práctica que no tiene muchos adeptos. Hay experiencias de artistas, gestores culturales y personas que trabajan en otros ámbitos pero curadores que tengan carrera y trabajen de forma constante todavía no hay muchos. Es una práctica relativamente joven pero creo que hay mucho interés, ganas de aprender y saber. Es algo que estaría bueno trabajar, que haya un espacio de capacitación. Así la gente a la que le gusta podría tener un acercamiento a proyectos curatoriales y llevar adelante más experiencias.

TS: ¿Cuál es el rol social del arte?

PV: El arte es parte de la sociedad y no se puede pensar el arte como un campo individual. Está metido, se filtra, se relaciona, decanta en todo lo que pone luz. Y le pone luz a situaciones de conflicto, problemáticas. Hoy más que nunca los problemas que tenemos en el mundo, que tienen que ver con la política, con lo social, son los problemas de los que el arte habla y está dando que hablar en muchos mundos. Siempre fue un campo adelantado, que se reveló y cuestionó los órdenes establecidos. Mucha gente dice que el arte nos sana, nos salva y es por eso, nos da la posibilidad de pensar el mundo de otra manera para hacerlo mejor.

TS: ¿Cómo leés el arte en nuestra ciudad?

PV: Tiene muchas manifestaciones culturales. Creo que es porque los conflictos son muy visibles y a veces nos unen. Las manifestaciones artísticas nos unen, cada uno piensa la que mejor puede, la que mejor le sale. Puede ser en música, cine, teatro, lo que más uno sienta. Pero esta manera de expresarnos es una manera de estar con otros y el arte nos une, nos junta para poder pensar un Gallegos mejor, un lugar mejor para vivir.

 

TS: ¿Cómo es practicar curaduría, ser docente y desarrollar otras artes?

PV: Todos los campos son parte de cómo yo me expreso en la escena local de Río Gallegos. Produzco arte, me encanta armar curaduría para poder organizar cosas con otros artistas, darles una mano para que puedan mostrar, promoviendo las prácticas artísticas. En gestión me encanta organizar talleres y en la docencia puedo pensar en las prácticas artísticas actuales de manera conjunta, vinculándome con los más jóvenes y estar cuestionando y pensando con mis alumnos, produciendo de forma diferente. Esta posibilidad de hacer muchas cosas, todas relacionadas genera una gran armonía.

 

TS: ¿Considerás entonces que fue importante la reestructuración del Instituto Provincial Superior en Arte?

PV: Fue necesaria. Tiene mucho sentido que haya un instituto en el cual la oferta esté en conjunto con diferentes propuestas de teatro, música y artes visuales. Es una institución coherente, como está en su primer año, éste fue de mucho acomodo en el espacio, las dinámicas. Es buenísimo que se haya creado porque tenemos todo un camino que recorrer con la demanda de matrícula que hay. Hay gente joven interesada y nosotros como docentes también y podemos estar trabajando en conjunto con docentes de otros campos. Es muy interesante y muy enriquecedor.

 

TS: Como artista, ¿tenés nuevos proyectos?

PV: Fui convocada para trabajar en una residencia el año que viene en Quito, Ecuador. Me seleccionaron junto con 8 artistas de latinoamérica en un proyecto que se llama “Arte Actual”. Entré en el espacio Solo Proyect con la obra que estoy trabajando en la actualidad, “Señales de humo para otros mundos” en las cuales yo realizo una acción performática. Emito señales de humo desde las costas patagónicas, con bengalas. Mi idea es establecer un diálogo visual y conceptual entre la Patagonia Austral y una ciudad que está en el medio de Latinoamérica. Estoy súper contenta con eso.