Tragedia

Desde arañas extrañas hasta ranas más oscuras, los animales mutantes de Chernobyl a 35 años del accidente

A 35 años del accidente nuclear más devastador de la historia, los investigadores descubrieron animales “mutantes” en Chernobyl.

  • 26/04/2021 • 22:05
Desde arañas extrañas hasta ranas más oscuras, los animales mutantes de Chernobyl a 35 años del accidente
Desde arañas extrañas hasta ranas más oscuras, los animales mutantes de Chernobyl a 35 años del accidente

El 26 de abril de 1986 ocurrió el peor accidente nuclear jamás visto en la historia de la humanidad. La explosión se desató en la central Vladímir Ilich Lenin, situada al norte de Ucrania, en la ciudad de Chernobyl, acabando con la vida de 31 personas. La radicación dejó más de 100 heridos, y a largo plazo, más de un centenar de fallecidos.

Para tomar magnitud de lo sucedido, es necesario aclarar que el pico de radiación fue 400 veces más alto que la bomba nuclear de Hiroshima y 50 veces superior al de Fukushima. Aquella noche de abril los 48 mil habitantes de Pripyat descansaban sin saber que a tres kilómetros de distancia la planta empezaría a irradiar material nuclear

La evacuación en el área de 2590 kilómetros, conocida como zona de exclusión, implicó el sacrificio de los animales que habitaban allí. Sin embargo, algunas personas abandonaron Chernobyl con la esperanza de volver en un futuro, por lo que muchos decidieron dejar a sus perros y gatos en el sitio. Sin embargo, los soldados del ejército soviético se encargaron de matar a todas las mascotas de la zona, ya que eran consideradas un riesgo de transmisión radioactivo.

Las organizaciones Clean Futures Fund (CFF), la cual visitó Chernobyl para castrar y vacunar perros, y Spca International, que se dedica al rescate de animales en el mundo, detallaron que aun quedan entre 600 y 800 perros y gatos callejeros deambulando por el sitio.

Al día de hoy, los investigadores se preguntan en cuánto se benefician de la falta de los seres humanos los animales salvajes que viven en la zona de exclusión, así como también cuánto sufren ante la contaminación del lugar.

Según establece el doctor en Biología e investigador de la zona, Germán Orizaola, en el artículo “fauna de Chernobyl 33 años después del accidente nuclear”, se menciona que al día de hoy habitan osos, bisonetes, lobos, linces, caballos de Przerwalski, y unas 200 especies de aves, entre otros animales. Los estudios determinaron que la fauna más pequeña, como las aves y roedores, posiblemente haya sido la más afectada, ya que presentaron consecuencias negativas en la salud, como tumores y cataratas.

A pesar de que señala una “ausencia general de efectivos negativos de la radiación sobre las poblaciones de animales y plantas“, indica: “Hemos encontrado además algún indicio de respuestas adaptativas frente a la radiación, como cambios en la coloración de las ranas. Las ranas de la zona de exclusión son más oscuras, lo que podría protegerlas de la radiación”.

Por otra parte, en cuanto a los insectos, algunos parecen vivir menos o ser más vulnerables ante los parásitos, especialmente en zonas de alta radiación. Las aves sufren daños en su sistema inmune, aumento de albinismo y alteraciones genéticas, aunque las mismas no impiden su reproducción.

En lo que respecta a las mutaciones, un informe de Nat Geo mostró una araña, mientras la voz en off del documental dice: “Muchas de las telarañas que se tejieron junto a algunas de las casas de las aldeas eran extremadamente inusuales“. En las imágenes se observa una telaraña desordenada, irregular, con grandes agujeros y sin un patrón claro. Asimismo, se planteó la posibilidad de que los animales no solo habrían cambiado su forma de moverse, sino que también su aspecto físico.

Un claro ejemplo de esta mutación es la chinche de la malva arbórea, parecida a la llamada vaquita de San Antonio. “Dos ojos grandes, nariz y mentón y, debido a la simetría, hace que sea muy fácil detectar desviaciones“, señala el investigador.

Los investigadores observan que la presencia de humanos, con la caza, la pesca, la contaminación, entre otras acciones, podrían ser más nocivas a mediano plazo para los animales mamíferos que un accidente nuclear.

Por otro lado, especialistas de la Reserva de Radiación y Biósfera Ecológica de Chernobyl, observaron que las vacas se organizaron en manadas y presentaban un comportamiento muy diferente al que suelen tener los animales domésticos o de cría.