Ciencia

Descubren el diccionario más antiguo de la lengua castellana

Una investigadora del CONICET halló fragmentos del incunable en una biblioteca de la Universidad de Princeton. También se pudo determinar que su autor fue Alfonso de Palencia, uno de los más grandes humanistas del siglo XV.

  • 18/12/2020 • 13:41

Se denomina incunables a aquellos libros que fueron impresos entre mediados y fines del siglo XV; más precisamente, entre el momento en que Johannes Gutemberg inventó la prensa de imprenta con tipos móviles y el año 1501. La posibilidad de hallar un incunable totalmente desconocido es tan poco habitual que se estima que -con suerte- ocurre una vez cada quince años para cada lengua, pero siempre que sucede significa un hecho de gran trascendencia para el campo de la historia del libro.

En este sentido, recientemente, Cinthia María Hamlin, investigadora del CONICET en el Instituto de Investigaciones Bibliográficas y Crítica Textual (CONICET, IIBICRIT), fue protagonista de un hallazgo de gran importancia, al encontrar, en la Firestone Library de la Universidad de Princeton (New Jersey, Estados Unidos), dos folios -es decir, dos hojas- de lo que pudo determinar que es el más antiguo vocabulario (diccionario, en términos actuales) castellano del que se tenga conocimiento.

 

Hasta ahora, el diccionario español-latino más antiguo que se conocía es el que elaboró Antonio de Nebrija, impreso entre 1494 y 1495. Pero Hamlin, con la colaboración de Juan Héctor Fuentes, latinista y también investigador del CONICET en el IIBICRIT, pudo determinar que las hojas halladas en la biblioteca de Princeton fueron impresas unos años antes, entre 1492 y 1493.

 

Aunque solo fueron encontradas dos hojas del incunable, que incluyen el prólogo completo y setenta y siete entradas de la letra ‘A’, Hamlin y Fuentes establecieron su correspondencia con un vocabulario manuscrito completo (aunque sin prólogo) del siglo XV, del cual hasta el momento no se había podido determinar el autor ni la fecha precisa de su realización, motivo por el cual había pasado casi desapercibido para la crítica. Ahora que se sabe que su confección fue anterior a la impresión del Vocabulario español-latín de Nebrija, adquiere otra relevancia.