Salud mental

Coronainsomnio: El problema de dormir mal en pandemia

Diversos inconvenientes en la salud mental se han incrementado por el contexto de pandemia. Al temor al contagio, las ansiedades por la cuarentena y la angustia por familiares cercanos con COVID-19, se suman otras afecciones como depresión, estrés y otras preocupaciones que generan insomnio y problemas para descansar por la noche. Qué dicen los psicólogos sobre el aumento de la demanda de atención psicológica.  

  • 10/07/2021 • 12:15
Coronainsomnio: El problema de dormir mal en pandemia
Coronainsomnio: El problema de dormir mal en pandemia

Por Lic. Nicolás Sáez (Redacción TiempoSur)

Colaboración Melanie Russo

 

Sin dudas, el contexto que provocó la pandemia a nivel mundial llevó una nueva normalidad que remite a la prevención y al cuidado para evitar el contagio y la proliferación del Coronavirus. Y una de las determinaciones que tomaron los gobiernos como en la Argentina fue el confinamiento de las personas, una medida que generó polémica y puso en discusión los problemas de la salud mental en las personas en relación a la angustia, ansiedad, depresión y estrés generados por el temor, miedos y preocupación. Quizás, muchos de ellos, afecciones que ya existían en la sociedad pero que se vieron incrementadas por un contexto de menor circulación y sociabilización, evitar el contagio, el estrés y angustia que generaron las condiciones actuales.     

Entre otros trastornos, se sumó el insomnio o dormir mal por la noche. Una problemática que, no solo provoca falta de energía, sino que debilita el sistema inmune, reduce la memoria y la capacidad de atención y aumenta la probabilidad de padecer otras afecciones crónicas como diabetes o enfermedades cardíacas.

Diversos estudios científicos sugieren que cuanto menos se duerme, menos se vive. Al mismo tiempo, advierten que, en el caso de las personas mayores de 50 años, dormir menos de seis horas por noche puede incluso aumentar el riesgo de demencia o mayor propensión al Alzheimer.

Es menester poner en relieve la importancia del descanso nocturno para el cerebro y su relación con armonizar el funcionamiento del cuerpo en todas sus funciones y sistemas, como el circulatorio entre otros. Por este motivo, los especialistas médicos ya advierten que hay que se debe considerar el trastorno de sueño en pandemia como una política de salud mental de cada país por el impacto que puede dejar en la población.  

Miedos y fobias

El psicólogo Tomás Domínguez, profesional que se desempeña en Buenos Aires, dialogó con Tiempo FM respecto a la ansiedad, fobias, miedos y angustia en este contexto de pandemia por COVID-19. Puso en consideración “el desgaste mental que conlleva el prolongado tiempo que llevamos sometidos a esta pandemia” y dejó en claro que “cuando hablamos de una fobia hablamos de un miedo desproporcionado”. 

“El miedo es una emoción que tiene muchísima utilización y ha servido a la humanidad para la supervivencia de la especie”, explicó el psicólogo, y agregó que “ese miedo ha ayudado a las personas están en situación de alerta que permite evitar los riesgos”. “Esa emoción nos prepara fisiológicamente, dejamos de hacer la digestión y distendemos los músculos”, advirtió más tarde.

Sin embargo, dio cuenta que “esa emoción nos genera en el presente un malestar sobre algo que suponemos que va a suceder en el futuro”. “La fobia es como un miedo que resulta irracional y desproporcionada al estímulo”, expuso el profesional, quien señaló que en la medida que aparecen estímulos fóbicos van cambiando los nombres. 

Para Domínguez hay que “hacer estudios que corroboren y dar variables sobre un resultado certero de los efectos de la pandemia”. “El aislamiento, falta de optimismo respecto al futuro está generando la indefensión aprendida, nada de lo que haga va a cambiar la realidad y es un indicio de angustia”, sostuvo el psicólogo, quien expuso que han aumentado los síntomas de ansiedad, depresión y estrés postraumático en los pacientes que se atienden por salud mental.

Mayor demanda de atención

En Río Gallegos, la demanda por atención psicológica ha aumentado desde el comienzo de la pandemia al día de hoy, siendo que la cantidad de profesionales no da abasto ante la cantidad de turnos que se solicitan mes a mes.

La licenciada en Psicología, María Vacirca, explica a TiempoSur que “en este momento hay mayor demanda de atención psicológica” y advierte que la mayoría de los psicólogos en la ciudad “no tenemos más turnos disponibles en forma particular y siguen llegando tres o cuatro mensajes por día de gente que necesita la atención”.

Según lo pudo observar en el último año, se han incrementado los casos de pacientes que han contraído COVID-19, con situaciones de ansiedad, angustia, crisis de pánico e insomnio. 

“Hay personas que están sin dormir, duermen dos o tres horas y algunos están medicados pero tampoco logran conciliar el sueño”, sostuvo, donde puso en relieve que, en tales casos, notan un “deterioro general físico y psíquico, porque la alteración del sueño es tremendo lo que produce a nivel orgánico y emocional”.  

La licenciada y vicepresidenta del Colegio de Psicólogos, insistió que no están alcanzando a cubrir la necesidad de atención psicológica entre los particulares, el Centro de Salud Mental y Centa que son otras instituciones disponibles. Ante este contexto, expuso que este panorama “ya lo veníamos observando que no se estaba visibilizando el tema de la salud mental” y llevó a presentar un documento con recomendaciones al COE en la provincia.

Dormir para tener bienestar mental, físico y emocional:

- Físicamente, nuestro cuerpo se renueva durante el sueño; el cabello, las uñas y las células de la piel crecen, el sistema inmunológico del cuerpo incrementa (lo que es particularmente importante durante la pandemia COVID-19), las células inmunológicas protectoras buscan las células que se están desarrollando de manera anormal y se deshacen de ellas, y nuestro cerebro elimina a las toxinas.

- La mayoría de estas actividades sólo ocurren mientras dormimos, por lo que un sueño insuficiente significa que estos sistemas no son tan eficaces como deberían ser, dejando al cuerpo más propenso a lesiones, enfermedades y cáncer, y probablemente a condiciones como el Alzheimer.

-Mientras dormimos, nuestro cerebro almacena los recuerdos de las cosas aprendidas durante el día, archiva la información para recordarla más tarde y procesa los impactos emocionales del día para que sean más fáciles de tratar más tarde.

- La falta de sueño significa que no retenemos lo que hemos aprendido, lo que significa que podemos perder hasta el 40% de la información aprendida en el día, y no se puede recordar, excepto al aprenderla de nuevo.

- Nuestro cerebro también se somete a un sofisticado procesamiento de la información, estratificando la información que nos permite resolver mejor los problemas y para ver “el panorama general”. Se renueva, por lo que el día después de un buen sueño estamos más capacitados para resolver problemas, tomar decisiones, trabajar con material complejo, ver más opciones, mantener la motivación, y debido al beneficio emocional del sueño, es menos probable que estemos irritables, poco comunicativos, deprimidos o ansiosos.

-¡El sueño es un estimulador sofisticado, poderoso, potente (y legal) de nuestro rendimiento!

 

Consejos para dormir mejor

Los adultos necesitan de 7 a 8 horas de sueño cada noche para estar bien descansados, sin embargo, la mayoría de la gente duerme menos de esa cantidad de horas. A continuación, se presenta lo que recomiendan para tener un buen descanso nocturno.

-Vaya a dormir a la misma hora cada noche, levántese a la misma hora cada mañana.

-Evite las siestas después de las 3 p.m.

-Manténgase alejado de la cafeína y el alcohol por la noche.

-Evite la nicotina por completo.

-Haga ejercicio con regularidad, pero evite hacerlo 2 a 3 horas antes de la hora de acostarse.

-No coma una comida pesada a la noche, opte por una merienda liviana.

-Haga que su dormitorio sea cómodo, esté oscuro, tranquilo y que no esté demasiado cálido, ni muy frío.

-Siga una rutina que le ayude a relajarse antes de dormir (por ejemplo, leer o escuchar música).

-No repose en la cama despierto. Si no puede quedarse dormido después de 20 minutos, haga algo tranquilizante hasta que tenga sueño, como leer o escuchar música suave.

-Consulte a un médico si continúa teniendo problemas para dormir.