Medioambiente

Conservar ecosistemas sanos en Santa Cruz

Un trabajo clave para mantener especies en peligro de extinción, solucionar los conflictos con productores y ganaderos, y lograr un equilibrio entre ecología y economía local. La conservación de la flora y la fauna de la provincia, otro trabajo imprescindible que lucha contra las pandemias.

  • 04/06/2021 • 11:45
Turismo en el Cañadón Pinturas - Foto Franco Bucci
Turismo en el Cañadón Pinturas - Foto Franco Bucci

La ONU lanzó oficialmente la década sobre la Restauración de los Ecosistemas, como un llamamiento a proteger y recuperar los ecosistemas a escala mundial, en beneficio de la humanidad y la naturaleza. Tiene por objeto poner fin a la degradación de los ecosistemas y restaurarlos para cumplir los objetivos mundiales. Contar con ecosistemas saludables es la única forma de mejorar los medios de subsistencia de las personas, contrarrestar el cambio climático y detener la pérdida de la biodiversidad.

El Decenio de las Naciones Unidas se extiende de 2021 a 2030, año en el que también concluyen los Objetivos de Desarrollo Sostenible; este es el plazo límite que, según los expertos, representa la última oportunidad de prevenir un cambio climático catastrófico.  

Al conmemorarse este viernes 5 de junio el Día Mundial del Medio Ambiente, TiempoSur dialogó con Sebastián Di Martino, director de Conservación de la Fundación Rewilding Argentina, que lleva adelante labores en el Parque Patagonia, vecino al Parque Provincial Cueva de las Manos. 

Trabajo con las especies

Proyecto

Sebastián coordina los proyectos de restauración de ambientes de especies en los diferentes lugares de Argentina donde trabaja la Fundación, como Corrientes, Chaco, Chubut y Santa Cruz. 

Labor de la Fundación se enmarca en tres ámbitos distintos relacionados entre sí: la creación del parque, la restauración de esos ambientes con la incorporación de especies extinguidas o aumentando número de las que están bajas, y el trabajo con las comunidades locales para lograr el vínculo de su economía con los nuevos parques y trabajo con la vida silvestre. 

“Estoy con la parte más biológica que es la recuperación de ambientes y especies”, explicó el Director de Conservación, quien advierte que “focalizamos mucho en las especies clave de los ecosistemas, especies que tienen roles ecológicos muy importantes y fundamentales para que los ecosistemas funcionen bien y hacer frente a las crisis ambientales (cambio climático, aparición de pandemias y pérdida de biodiversidad)”.

Según lo manifestó Sebastián, “todo eso se agrava cuando los ecosistemas no funcionan bien y estos ecosistemas no funcionan bien cuando faltan estas especies clave, como grandes mamíferos y grandes herbívoros que ejercen un rol regulador”.

Trabajo social

En el Parque Patagonia el puma es el gran carnívoro, es el que regula ese ecosistema, mientras que el guanaco y el huemul son los grandes herbívoros. Otras especies, que no son tan relevantes pero están en peligro de extinción, son el chinchillón anaranjado que desapareció de muchos paredones rocosos y la gallineta austral que vive en juncales que han sido impactados por sobrepastoreo, fuego o disecación. 

“El puma es bueno para el lugar, nos parece que es una presencia frecuente para que ejerza su rol ecológico”, explicó el Director de Conservación, dejando en claro que “para que eso suceda, además del trabajo biológico, hay que hacer un trabajo social porque hoy el puma y el guanaco son perseguidos”. 

Desde la fundación explican a la comunidad sobre la necesidad que estas especies estén presentes en buen número en el ecosistema pero también las oportunidades económicas de desarrollo. “Trabajamos con las comunidades locales para que puedan desarrollar la experiencia de ecoturismo basadas en observación de fauna”, destacó Sebastián, siendo que la presencia del parque o estas especies se puede convertir en un motor de desarrollo local de empleo. 

“Entrenamos a chicos de la zona para que se conviertan en rastreadores de fauna, lleven a turistas, vean las especias, les cuenten historias sobre ellas y su vínculo”, sostuvo, dando cuenta el movimiento de ecoturismo que se genera, no solo con los guías que reciben beneficios de los turistas, sino también los emprendimientos gastronómicos y otros servicios.

Conflictos

“En el mejor la gente ignora a las especies carnívoras y en el peor son un problema, pero pocas veces hay gente que la vea con buenos ojos como un beneficio y es lo que hay que generar”, resaltó el Director de Conservación. 

Reconoce que hay problemas entre el puma y la ganadería, como también entre el guanaco y ganadería por la alimentación. “Pero hay que trabajar para evitar esos problemas y conflictos”, remarcó, poniendo en relieve que “hay formas racionales de tratar con el conflicto y buscar una solución equilibrada contra la matanza indiscriminada de pumas y guanacos, o envenenamientos ilegales”.

Sebastián advierte que “esas cosas no solo no resuelven el conflicto sino que a veces hasta lo agravan”.

Por esto, brindan otras soluciones a la gente local como la utilización de perros protectores de ganado que eviten el ataque del puma.

Su objetivo es “reconocer la importancia de ciertas especies que tienen que estar en número suficiente para cumplir con sus roles ecológicos, beneficiar a sectores de la población y manejar los conflictos en forma racional”.   

Recordó que hace un tiempo, circulaba el discurso que “íbamos a comprar campos para criaderos de pumas que se iban a refugiar ahí, pero que todo el tiempo iban a salir a comer ovejas a los campos vecinos”. Ante esto, explicó que capturaron pumas, les pusieron transmisores con sistema satelital por GPS y empezaron a estudiar su comportamiento silvestre: Dónde están, su recorrido, qué comen.  

“Vimos que los pumas mayormente viven en los campos de la fundación”, indicó Sebastián, al dar cuenta que el 98% de las presas de los pumas son presas nativas, sobre todo guanacos y menos del 2% son ovejas. “Vimos que realmente no existe un impacto grande sobre los vecinos con un campo destinado a la preservación de vida silvestre”, agregó. 

De este modo, muchos vecinos que tienen vacas comenzaron a incorporar perros protectores de ganado y eso bajó mucho el conflicto. “Ese animal cuando ve un peligro, ladra y el ladrido ahuyenta a los pumas”, expuso el Director de Conservación y precisó que “en algunos casos hace desaparecer el daño por predación y en otros se los reduce a niveles tolerables”. 

“Se trata de trabajar en la coexistencia –expresó Sebastián Di Martino- decimos que la ecuación entre actividades y vidas silvestres es posible pero hay que introducir cambios culturales y formas de manejo”.

Para ello, pretenden trabajar con gente que obtenga beneficios, como la formación de jóvenes que trabajan con turistas y le permiten un acercamiento al puma, como una experiencia más. 

“Hay campos que ganan más por observación de pumas que por producción ganadera y hay quienes hacen ambas actividades en conjunto”, indicó. 

“Si logramos cambiar pautas y logramos que existan estas especies claves vamos a tener ecosistemas más saludables y más sanos y eso nos va a permitir habitar el planeta y luchar contra estas crisis de extinciones que atacan el planeta, como los patógenos que se transforman en pandemia”, precisó el Director de Conservación en el Parque Patagonia. 

Vista panorámica Cañadón Pinturas Franco Bucci