Compró un auto viejo y usado para transformarlo en una cama para su hijo

Un escultor compró un auto arruinado de la marca Austin Healey Sprite del año 1962 y lo transformó en una cama para su hijo menor.

Neil Ottaviano adquirió el vehículo en un depósito de chatarra. El resultado sorprendió a todos.

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Un escultor de arcilla en General Motors y fanático de los autos, decidió incorporar a su creación, modelos antiguos y coleccionables.

Finalmente se decidió por uno en particular, y construyó una insólita cama para su hijo menor.

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El creativo había estado en búsqueda de un modelo como este un largo tiempo atrás. Su hijo también es fanático de los vehículos, y ambos habían pensando en cambiar el aspecto que tenía la vieja cama.

Sin embargo, no todo el proceso de la búsqueda y el armado del coche fue sencilla. Ante los medios locales, el escutor dio algunas declaraciones al respecto: “No me vendieron el auto porque es un título de rescate”. “¿Qué pasa si solo corto a la mitad, puedo tenerlo?”.

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“Una vez que me sumergí en el auto, no podía creer la cantidad de relleno que había en él”, contó. “Una vez que comencé a pelarlo para bajar al metal, especialmente en la parte delantera en la parte superior del guardabarros delantero, debí haber arrancado, sin exagerar, unos tres centímetros de masilla”, dijo Ottaviano.

El auto no estaba del todo fácil de arreglar, pero el hombre aprovechó todo su ingenio y logró convertirlo en una verdadera obra de arte.

El resultado final

“Primero tomé el colchón, lo puse en el piso de la tienda, y empecé a medir”, explicó el artista.

“Lo hice más parecido a lo que hubiera sido en un Chevy ’54, por como se ‘envuelve’ en la parte delantera”.