Pandemia

Cómo se inició y se controla el segundo brote de COVID en El Calafate

La titular del área de Epidemiología del SAMIC reveló que “no hubo una sola persona o fuente de contagio” y que se determinó un nexo epidemiológico con casos de Río Gallegos, cuando todavía era permitida la circulación entre las ciudades. La Dra. Virna Almeida dio datos estadísticos que permiten afirmar que  “el virus ha dejado de circular” en El Calafate.

  • 20/08/2020 • 09:41

“Al comienzo del brote tuvimos un crecimiento exponencial de los casos. En ese momento se implementaron medidas de restricción, de circulación de personas. Hubo rastreo y aislamiento de los casos confirmados y sospechosos, y una estricta cuarentena de los contactos estrechos”, explicó Almeida al enumerar las medidas que permitieron contener un brote que parecía iba a descontrolarse.

La titular del área de Epidemiología reveló datos que permiten dimensionar esta mejoría. “Al comienzo del brote tuvimos más de 11 personas aisladas por cada caso confirmado. Y ahora descendimos a 6 personas por cada caso. Lo hicimos cumpliendo cuarentenas muy estrictas y con todo un seguimiento, entrevistas epidemiológicas, etc”.

“Uno de los objetivos que teníamos que era reducir el factor R (que determina a cuántas personas contagia una persona enferma). Cuando comenzó el brote a causa de varios eventos que se dieron a donde asistieron personas jóvenes, el número de reproducción llegó a casi 5 contagios por cada caso”. Y a partir de las acciones implementadas, el factor se redujo hasta llegar al día de ayer a 0.57 contagios para cada caso activo.  

Almeida manifestó que si esta tendencia se mantiene una semana, “nos haría pensar estamos empezando a controlar y contener el brote, y que pudimos evitar una circulación comunitaria sostenida”.

NO HUBO UNA SOLA FUENTE

La especialista reveló datos importante sobre el resultado de la investigación epidemiológica sobre el origen y evolución de este segundo brote, del que se escucharon y leyeron acusaciones de todo tipo, sobre todo en redes sociales. 

Un profesional médico,  un abogado, un concejal fueron algunos de los apuntados, solamente por comentarios y sin pruebas concretas.    

El trabajo científico arrojó interesantes datos. “Esto no fue originado por una sola persona. Creemos que no ha sido una única fuente. Hemos identificado más un evento (reunión social) y el conglomerado que posee la mayor cantidad de casos (casi 90 contagios entre asistentes, sus familiares y otros contactos)”, manifestó la epidemióloga.

Pero además indicó que gracias a un estudio más profundo se identificó nexo epidemiológico con la ciudad de Río Gallegos,  “que se dio cuando la circulación entre ambas ciudades era libre y sin restricciones, ya que no se había declarado el brote” en aquella ciudad”.

Se pudo identificar una de las fuentes de contagio, que se inició con una persona joven que viajó a la capital provincial antes que comenzará el brote allí (14 de julio). Estuvo pasando unos días en la casa de conocidos, que días después fueron casos positivos de Río Gallegos. 

Al llegar a El Calafate tuvo algunos síntomas menores a los que restó importancia (todavía no había brote en esta localidad). Y días después participó de una reunión donde se congregaron decenas de personas (cuando aún estaban permitidas, pero con un máximo de 10 participantes).

Por esos días “hubo varios eventos denominados super-transmisores – explicó la epidemióloga - qué es cuando las personas que se enferman contagian a muchas otras personas”.

“Vinculamos a personas que asistieron a estos eventos y previamente a ello habían estado en Río Gallegos. Así como esta persona pudo haber habido un montón”, indicó la especialista, quien recordó que previo al brote de Río Gallegos hubo mucha movilidad por el fin de semana largo del 9 de julio.

También manifestó que hay dos conglomerados de contagios “que no tienen nexo entre sí.  Y hay un 7% de los casos a los que no les hemos encontrado un nexo epidemiológico”.

EL VIRUS DEJO DE CIRCULAR, PERO…

Sobre la actualidad epidemiológica Virna Almeida aseguró que “queda claro que el virus dejó de circular en nuestra localidad. Pero no quedó dormido. El virus circula con las personas, es muy eficiente para sobrevivir”. 

Almeida descartó la posibilidad de las localidades se mantengan liberadas del virus, hasta tanto no exista una vacuna. “El concepto de burbuja, de cerrar todo para evitar que ingrese el virus es una falsa ilusión”, manifestó.

En tal sentido remarcó la necesidad de planificar respuestas acordes del sistema de salud como también y ver de qué manera la comunidad repiensa sus prácticas y hábitos, y de qué manera lograremos aplanar esta curva, con el solo objetivo que el sistema de salud se estrese al mínimo y no colapse. (Ahora Calafate)