Coronavirus

Científicos descubrieron cómo evitar que se reproduzca en los pulmones

Los investigadores israelíes afirmaron que se puede recuperar “el control del coronavirus y privarlo de los recursos que necesita para sobrevivir”.

  • 16/07/2020 • 03:40
Científicos descubrieron cómo evitar que se reproduzca en los pulmones
Científicos descubrieron cómo evitar que se reproduzca en los pulmones

Los investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalem y del Centro Médico Monte Sinai de Nueva York, considera que se puede reducir la gravedad del coronavirus a un resfriado común.

La nueva investigación del profesor de la Universidad Hebrea Ya’acov Nahmias junto con Benjamin tenOever del Sinaí, publicada por la Agencia Judía de Noticias, informó que la droga aprobada por la FDA, Fenofibrato (Tricor), podría reducir la capacidad del SARS-CoV-2 para reproducirse o incluso hacerlo desaparecer.

En una nota del Jerusalem Post, Nahmias indicó: “Los virus son parásitos. No pueden replicarse a sí mismos. No pueden crear nuevos virus. Tienen que entrar en una célula humana y luego secuestrarla”.

Durante los últimos tres meses, relevaron lo que el COVID-19 provoca en las células pulmonares humanas. De esta manera, descubrieron es que el coronavirus evita la quema rutinaria de carbohidratos. Es decir, que resulta en la acumulación de grandes cantidades de grasa dentro de las células pulmonares, una condición que el virus necesita para reproducirse.

Además, indicaron por qué los pacientes con altos niveles de azúcar y colesterol en la sangre suelen tener un riesgo particularmente alto de desarrollar el COVID-19.

El equipo revisó un panel de ocho medicamentos ya aprobados que posiblemente podrían interferir con la capacidad del virus para reproducirse. Cómo resultado obtuvieron que el virus desapareció casi por completo en sólo cinco días de tratamiento.

El experimento se realizó en estudios de laboratorios de Israel y Nueva York. Además, se replicó en varias muestras de pulmón. Actualmente, están avanzando con animales en Estados Unidos. El trabajo está siendo financiado por el Consejo Europeo de Investigación, la Fundación Nikoh y la Fundación Sam y Rina Frankel.