Historia regional

Chilenos desde el Siglo XIX

A fines de este siglo, comenzaron a llegar al sur de la provincia producto del auge lanero, también se hicieron fuertes durante la instalación de las empresas nacionales YPF e YCF, durante los ´60 fueron la corriente migratoria más importante de la provincia y producto de la dictadura de Augusto Pinochet se vivió la última gran oleada de chilenos hacia la Patagonia.

  • 18/09/2021 • 09:00
Delegación chilena rinde homenaje a José de San Martín en Río Gallegos.
Delegación chilena rinde homenaje a José de San Martín en Río Gallegos.

Al menos hasta el último Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010, un 70% de la población de Río Gallegos era descendiente de chilenos. Fue nuestra capital la primera en comenzar a recibir la migración de chilenos allá a fines del siglo XIX, aunque hoy hay chilenos radicados en todas y cada una de las localidades de Santa Cruz. Tan importante ha sido la migración chilena hacia la Argentina, y contemporánea, que es chilena la madre, nada más y nada menos, de Néstor Carlos Kirchner, sin dudas, una de las personas más influyentes de la política latinoamericana de los últimos tiempos.  “Yo le enseñé a respetar la otra patria, la mía. Él salió muy argentino, pero quiere mucho a Chile”, declaró alguna vez María Juana Ostoic Dragnic, madre de Kirchner, al diario El Mercurio.

Para contar sobre la historia migratoria chilena hacia nuestra provincia, TiempoSur dialogó con Isabel Ampuero, integrante del equipo que desarrolla la investigación “Trayectoria migratoria de chilenos residentes”.

 

Primero fue la lana

La fuerte tradición migratoria hacia la Patagonia argentina, sobre todo desde el sur de Chile, especialmente Chiloé, se inició recién durante el inicio de la conformación de los Estados Nacionales. Particularmente Fuerte Bulnes, en cercanías a Punta Arenas (Chile), fue el primer lugar de soberanía en el sur el hermano país. En este lugar desembarcó toda una corriente migratoria particularmente desde la isla de Chiloé. A fines del Siglo XIX, cuando ya el auge lanero era importante en la región y se generaban abundantes puestos de trabajo, los chilenos comenzaron a llegar con más frecuencia, primero haciendo un trabajo golondrina, pero al poco tiempo muchos comenzarían a instalarse no solo en Río Gallegos. Esta primera gran corriente migratoria se extendería hasta Puerto Deseado, con fuerte impacto en comunidades como las de Puerto San Julián, y por entonces Puerto Coyle. Siempre se desarrollaban en trabajos rurales. Sin ir más lejos, en este sentido, vale la pena mencionar que la participación de trabajadores chilenos en las “Huelgas del ´21” ha sido fundamental.

 

Segunda gran ola migratoria

Posteriormente, durante las décadas del ´30, ´40 y ´50 se originó otra gran corriente hacia la Patagonia Argentina, esto a partir de la instalación de las empresas nacionales como YPF primero, y luego YCF. En esta etapa los chilenos se comenzaron a asentar en ciudades del Golfo San Jorge, en ciudades como Comodoro Rivadavia (Chubut), pero tambien en Caleta Olivia, Pico Truncado y Las Heras, ligadas todas a la actividad de YPF. En los ´50 y ´60 también hay una gran corriente migratoria hacia Río Turbio, a raíz de la generación de puestos de trabajo de YCF.  Tiempos de mucha radicación de chilenos en la provincia. Según Isabel Ampuero, “en la década del ´60 la corriente migratoria más importante fue la chilena, con el 60% en algunos departamentos”.

 

Expulsados por la dictadura

La tercera ola importante de familias chilenas hacia Santa Cruz y la Patagonia se dio desde fines de los ´70 hasta inicios de los ´90, esto producto de la feroz dictadura militar impuesta por Augusto Pinochet. “En esta etapa comenzaron a variar las zonas que se ubican, ya no solo era Gallegos, San Julián y Puerto Deseado. Hoy vemos a familias distribuidas prácticamente en toda la Patagonia”.

Consultada sobre a migración en la actualidad, la investigadora aseguró que “se da cada vez menos, pero por supuesto que hay nuevas migraciones que ya tienen que ver con cuestiones más personales, familiares” y reforzó: “Desde que Chile recuperó la democracia, la migración ha disminuido drásticamente porque las condiciones allá han mejorado. Pero muchos vienen por estudio y familias”.

A la fecha, nuestra sociedad ha generado algunas barreras “culturales”, lo que según Ampuero “pasa por el discurso europeo centrista, nacionalistas y racista, que se ha ido conjugando para darle menos valor al chileno. Desde los inicios, si tu abuelo era europeo estaba en un lugar socialmente reconocido, no pasaba lo mismo con los migrantes chilenos.

Además de la teoría presente de que Chile se quiso apropiar de la Patagonia, que también sucede en Chile al revés; se discurso nacionalista pesa para generar las ideas discriminatorias. No todos reconocen que son descendientes de chilenos. Indudablemente e indiscutiblemente en nuestra cultura tenemos mucho de la cultura de Chile. Es cuestión de mirar en el entorno y ver cuántos son hoy hijos o nietos de chilenos en la ciudad”.

Consulado Chile en Río Gallegos 1921