Contrabando

Chilenos abandonan auto con 5.500 atados de cigarrilos en suelo argentino

Los ocupantes habrían chocado y no pudieron continuar su marcha. En el interior había 11 cajas con cigarrillos Philip Morris y Marlboro. Todo está valuado en 1.185.000 pesos argentinos.

  • 27/07/2020 • 10:06

Prácticamente agotados están los cigarrillos que llegan de Argentina en almacenes de barrio y kioscos de Chile, donde sólo es posible encontrar aquellas marcas tradicionales que distribuyen las compañías nacionales, obviamente a un precio dos veces mayor respecto de los “puchos” alternativos, que son traídos desde el otro lado de la frontera. Hasta las ferias libres están desabastecidas.

“Y, es que con la pandemia, no han podido cruzar con la mercancía”, aseveró hace algunos días una mujer que desesperada juntaba algunas monedas para comprar una cajetilla Pall Mall, la marca de mayor venta en el país, seguida de Belmont y Lucky Strike.

Más que la calidad, el precio marca la diferencia: una cajetilla Pall Mall, en su envase tradicional se vende en el comercio de Punta Arenas en 2.700 pesos chilenos. En cambio el Red Point, traído vía contrabando desde Tierra del Fuego, se podía conseguir en hasta 1.500 pesos chilenos. La comercialización de cigarrillos con estampillas falsificadas a bajo precio y sin el pago de impuestos es la principal forma de comercio ilegal en la Argentina. Entre las marcas falsificadas se cuentan Red Point, Melbour, Melbo, Rodeo, V8 y CJ.

En el comercio de Río Grande, un cartón de Red Point cuesta unos 700 pesos argentinos (8.400 pesos chilenos) y el Marlboro entre 900 y 1.000 pesos argentinos (entre 10.800 y 12 mil pesos chilenos).

Desde enero a la fecha, los carabineros de la Tenencia Cerro Sombrero, en Tierra del Fuego, han tenido tres exitosos procedimientos, con 50 mil atados incautados, y la detención de los autores, siendo el de mayor volumen el confiscado el 30 de enero pasado. La Tenencia San Sebastián registra una pesquisa, el 18 de junio pasado, con 4 mil cajetillas.

Por su parte, desde el lado de la frontera Gendarmería Nacional Argentina ha aportado en neutralizar el contrabando. El viernes pasado, en horas de la madrugada, mientras realizaban patrullajes en las cercanías al límite internacional fronterizo, los efectivos hallaron un vehículo con patente chilena, con sus luces encendidas, sin su conductor y en el interior cientos de cartones de cigarrillos.

El vehículo que presentaba huellas de haber chocado en el lugar, transportaba 11 cajas de cigarrillos que contenían 5.500 atados de las marcas Philip Morris y Marlboro con un avalúo que asciende a 1.185.000 pesos argentinos (equivalente a unos 14 millones de pesos chilenos).

El juez que interviene en esta causa decretó el decomiso de la mercadería, del automóvil y demás elementos de interés, informó La Prensa Austral.

El vehículo incautado habría pertenecido a una rentacar chilena y de acuerdo a fuentes informadas, los dos ocupantes cruzaron hacia al lado argentino entre el hito 12 y 13, que colinda con una estancia. Sin embargo, cuando regresaban por el mismo lugar, fueron divisados por Carabineros, lo que generó que los sujetos hicieran una maniobra de regreso a suelo argentino, precipitándose a un barranco, a consecuencia de lo cual el móvil resultó averiado en su parte frontal y trasera. Tras ello, los dos ocupantes emprendieron el escape a campo traviesa, abandonando tanto el vehículo como la carga consistente en 5.500 cajetillas de cigarros.

Factores de crecimiento

De acuerdo a una investigación y análisis del crimen organizado (Insight Crime), el boyante mercado de cigarrillos de contrabando en Chile tiene tres factores de crecimiento: el alto precio de los cigarrillos legales, la existencia de grupos narcotraficantes con infraestructuras bien establecidas que ingresan a esta lucrativa economía criminal y, más recientemente, el cambio de la demanda de los consumidores durante la pandemia del coronavirus.

En primer lugar, Chile impone altos gravámenes, superiores al 50 por ciento, a los cigarrillos importados. La diferencia de precios resultante entre los cigarrillos lícitos e ilícitos, donde los primeros cuestan en promedio dos veces más que los segundos, constituye la principal motivación de los consumidores para buscar el producto ilegal.