Ashley Judd mostró dramáticas fotos de su accidente en el Congo y contó que la rescató "Maradona"

Ashley Judd compartió más detalles -junto con una galería de fotos- de su angustiosa experiencia tras sufrir una pierna destrozada en la selva de la República Democrática del Congo la semana pasada. Habló de los lugareños que la ayudaron a superar la prueba, y aseguró que sin ellos "Mi hemorragia interna probablemente me habría matado o habría perdido la pierna". Y mencionó la ayuda que le brindó un hombre al que apodan "Maradona".

Reveló que, mientras agonizaba en el suelo del bosque, un hombre llamado Dieumerci "estiró su pierna y la puso bajo mi deformada pierna izquierda para intentar mantenerla quieta. Estaba rota por cuatro sitios y tenía los nervios dañados. Dieumerci ("Gracias a Dios") permaneció sentado, sin moverse ni inmutarse, durante 5 horas en el suelo de la selva", indicó en Instagram la actriz estadounidense de cine, televisión y teatro, de 52 años de edad.

La actriz recordó entonces una escena que parecía sacada de una película de supervivencia. Después de buscarla durante 5 horas, otro lugareño llamado Papa Jean le dio un palo para que lo mordiera y luego se dedicó a reajustar los pedazos de su pierna destrozada.

"Tardó 5 horas, pero finalmente me encontró, desdichada y salvaje en el suelo, y evaluó con calma mi pierna rota. Me dijo lo que tenía que hacer. Mordí un palo. Me aferré a Maud. Y papá Jean, con seguridad, empezó a manipular y ajustar mis huesos rotos hasta ponerlos en una posición en la que pudiera ser transportado, mientras yo gritaba y me retorcía. Cómo lo hizo tan metódicamente mientras yo era como un animal, está más allá de mí. Me salvó".

Un grupo de hombres improvisó entonces una hamaca y pasó tres horas llevando a Judd a través del bosque hasta el transporte más cercano. Entonces, un heroico amigo -llamado apropiadamente Maradona- se ofreció a acompañar a la malograda actriz durante seis horas en una moto, evitando que se cayera y sujetando su pie destrozado.

"Didier conducía la moto. Me sentaba de espaldas, su espalda era mi respaldo. Cuando empezaba a desfallecer, a desmayarme, me llamaba para que volviera a ponerme en posición para apoyarme en él. Maradona iba en la parte trasera de la moto, yo de cara a él. Él sujetaba mi pierna rota por debajo del talón y yo sujetaba la parte superior destrozada con mis dos manos. Juntos hicimos esto durante 6 horas en un camino de tierra irregular, lleno de baches y de barrancos para la escorrentía de la lluvia durante la temporada de lluvias. Maradona fue la única persona que se ofreció para esta tarea".

"Mantenemos una bonita amistad, discutiendo los pros y los contras de la poligamia y la monogamia. Le enseño dos fotos, una en su sombrero y otra en el mío, ¡que codicia! ¡Las mujeres! Mis hermanas que me abrazaron. Me bendijeron", cerró la publicación la actriz.

Ashley Judd recordó que se desvanecía y perdía la conciencia mientras entraba en estado de shock, recitando repetidamente "el Señor es mi pastor, nada me falta" del Salmo 23.

Judd escribió que decidió hablar sobre el accidente para difundir "lo que significa ser congoleño en extrema pobreza sin acceso a la atención sanitaria, a cualquier medicación para el dolor, a cualquier tipo de servicio o a opciones".

"La diferencia entre un congoleño y yo es el seguro contra catástrofes que me permitió, 55 horas después de mi accidente, llegar a una mesa de operaciones en Sudáfrica", dice, y añade que las aldeas del Congo carecen no sólo de electricidad, sino de "una simple pastilla para matar el dolor cuando te has destrozado una pierna por cuatro sitios y tienes los nervios dañados".

La actriz dice ahora, desde su cama de hospital en Sudáfrica, que "me despierto llorando de gratitud, profundamente conmovida por cada persona que contribuyó con algo que me dio la vida y salvó el espíritu durante mi agotadora odisea de 55 horas", expresó la activista que visita regularmente la República Democrática del Congo.

Fuente Exitoína.