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Arranca el ciclo 2021 del Coro Infantil municipal de Río Gallegos

Pese a lo que representó la pandemia durante gran parte del año pasado, el trabajo del coro pudo cerrarse con buenas sensaciones. En este caso, todo apunta a continuar por esa senda hasta tanto se pueda retomar el trabajo presencial.

  • 05/04/2021 • 18:40

El Coro Infantil Municipal, a cargo de la profesora Romina Vacca, inicia desde mañana martes un nuevo ciclo de actividades con la experiencia de la virtualidad más encaminada hasta tanto se pueda retomar el trabajo presencial en el Teatro Municipal “Héctor Marinero”.

En ese sentido, la profesora explicó que si bien la inscripción permanecerá abierta, “el trabajo será retomado con los chicos que ya venían, a los que se les irán incorporando los que se vayan sumando este año, con quienes trabajaremos en una primera instancia de manera más personalizada”.

Las clases serán a través de la plataforma Zoom y tendrán lugar martes y jueves, a partir de la hora 18.

A los interesados se les pidió como único requisito que sean chicas o chicos desde los 9 años con la condición “que tengan ganas de cantar” y “estar sanos vocalmente”.

 

 

Sobre la mixtura entre niños y niñas, Vacca resaltó que “la verdad es que eso es relativo y está más relacionado con sus pares que suelen contagiar esas ganas de participar. Esto es también una cuestión cultural porque es como que queda establecido que participan más las nenas; sin embargo, en otros países se da a la inversa, con más participación masculina que femenina. Aun así, esto se fue modificando”.

La profesora recordó que en el taller “trabajamos la voz del niño y además de eso, captamos un montón de otras cosas, desde la articulación a la atención. A veces uno observa que se proyectan más las actividades deportivas pero los chicos y chicas también necesitan de la actividad artística”.

 

Asimismo, y con respecto a lo que viene representado la modalidad virtual que no siempre es tomada con mucho entusiasmo por determinados sectores, Romina Vacca reflexionó: “Mi conclusión es que los niños son los más permeables. Mientras que a los adultos nos cuesta más, ellos lo toman más naturalmente. Incluso en la virtualidad se pueden hacer más cosas que presencialmente. No la reemplaza, pero es parte de relacionarnos. Los coros no dejan de ser actividades colectivas, por lo que fue un gran sacudón lo que ocurrió con la pandemia, pero para no perder más hubo que buscar herramientas. Y la experiencia fue enriquecedora, tanto así que quedó demostrado en el cierre del año pasado”.