Psicología

Ansiedades y miedos del COVID-19: el encierro, el contagio y morir en soledad

Mucho se sigue hablando de la salud mental en este tiempo de “distanciamiento preventivo” o mejor explicado por psicólogos: “cercanía adecuada”. Las cifras alarmantes, el aumento de contagios, sin vacunas ni tratamientos definitivos y con víctimas fatales cada día. La ansiedad, los miedos y el enojo son consecuencias de transitar el encierro en tiempos de pandemia.   

  • 16/10/2020 • 12:34

La psicología sigue siendo uno de los lugares más comunes para reflexionar sobre el acontecer y el devenir en este contexto de encierro, distanciamiento y aislamiento que propone la pandemia, como medida para bajar la cantidad de contagios por COVID-19. Las consecuencias que genera en la salud mental de las personas el confinamiento y la preocupación constante, es un aspecto que ofrece análisis y abordaje por parte de los psicólogos, quienes brindan un panorama diferente al conocimiento llano de las cifras sobre contagios y muertes, así como también medidas y restricciones que generan alarma en la sociedad.       

ENCIERRO

La licenciada en Psicología, María Vacirca, trabaja hoy desde la virtualidad con varios pacientes con quienes tenía contacto previo a la pandemia, pero muchos otros que se han ido sumando debido a diversos aspectos como angustia, tristeza, soledad, ansiedad y enojo, cuestiones que acarrean el confinamiento social.  

Cada día estoy recibiendo entre dos y tres llamados de personas nuevas que quieren atenderse”, advierte la profesional, quien pone en relieve que “aumentó muchísimo el caudal de pacientes” más allá de la atención virtual sobre la habitual presencial.

Para Vacirca “el encierro es la palabra clave”, siendo que a la gente le genera mucho más temor el encierro, aislamiento, transmisión comunitaria. “Son palabras que en este discurso no hacen bien y se podrían definir de otra forma, como mantener una ´cercanía adecuada´”, remarca.

ANSIEDAD

Respecto a la ansiedad, dijo que “hay personas que no salen absolutamente para nada, si van al supermercado tratan de ir una vez cada diez días con un protocolo excesivo”. 

Como también indicó que “hay gente que no sale a la puerta de su casa y busca que alguien le haga las compras y se las deje en la puerta”. 

Por esto, la Licenciada en Psicología pone en relieve la necesidad de “restablecer la seguridad en la persona y confianza al momento que exista la vacuna”. “Supongo que para restablecer esto va a pasar mucho tiempo para esta nueva normalidad, que será diferente a la anterior”, agrega.   

Para el rubro de la psicología se avizora un panorama con mucho trabajo, dadas estas problemáticas que subyacen como consecuencias de la pandemia en la salud mental.  

“Se incrementó y se va incrementar mucho más a posteriori, salir de un aislamiento total a hacer actividades cotidianas, y en ese tránsito, algún temor o fobia va a aparecer en personas que tienen ansiedad”, expuso la profesional, siendo que el temor se va a enfrentar a las ganas de salir de ese encierro. “Hay que fortalecer a las personas”, señala.  

MORIR

“El horror a la muerte está profundamente anclado en la cultura occidental (…) a diferencia de lo que ocurre en diferentes culturas asiáticas, impregnadas por el budismo por ejemplo, donde la muerte aparece como un continuación de la vida, como un reencarnación en la que el ser cambia y se renueva pero nunca deja de existir, la muerte en Occidente significa la pérdida absoluta de la vida”, un fragmento que narra el reconocido escritor peruano, Mario Vargas Llosa, en uno de los numerosos textos de El Lenguaje de la Pasión.

Sirve para ilustrar lo que hoy se vive y reconfigura como una cifra más: las víctimas fatales, las muertes por COVID-19. Hasta ayer fueron 25.342 en Argentina y 100 en Santa Cruz. Un número redondo que no causó más que conmoción en la comunidad, advirtiendo que entre ellos había trabajadores que brindaban labores en el Hospital Regional.

En la despedida de muchos dejaron de sentirse como una fría cifra más que acompaña esta pandemia. Pero queda la incertidumbre si en el medio, la gente tanto miedo al contagio como a la muerte por COVID-19.   

La licenciada en Psicología responde a este interrogante. Hoy tiene pocos pacientes positivos de COVID-19, pero en general, ella visualiza un panorama en que los pacientes con Coronavirus, más que miedo a la muerte, “tienen miedo a morir solos”, más en el caso de aquellos que conforman el grupo de riesgo y han contraído la enfermedad.

Tienen miedo de no estar acompañados, no poder tener esa mano, ese abrazo de un familiar, amigo o conocido”, remarca la profesional, quien pone de manifiesto la importancia de contar con el protocolo para que los familiares puedan estar cerca de sus familiares en “el último adiós”. “Eso me parece fantástico, tanto para las personas que quedan y para el que fallece”, subraya.

PROTOCOLO DEL ÚLTIMO ADIÓS

Según lo publicó TiempoSur hace unos días, este protocolo -que debe ser aplicado por el Ministerio de Salud, a cargo del Dr. Claudio García- tuvo su iniciativa en el Concejo Deliberante de Río Gallegos que lo aprobó por unanimidad el pasado 22 de septiembre, mediante un proyecto autoría del edil Pedro Muñoz.

El extracto del proyecto en concreto solicitó “al Poder Ejecutivo Provincial encomiende al Ministerio de Salud y Ambiente de la provincia, la elaboración de inmediata implementación de un protocolo a fin de garantizar el acompañamiento a pacientes críticos y/o en últimos días de vida en el contexto de pandemia por Coronavirus”.