Continúan las secuelas de la pandemia

Angustia, ansiedad y depresión

El Dr. Ricardo Corral , presidente de AAP (Asociación Argentina de Psiquiátras) advirtió que continúa el consumo de psicofármacos, drogas legales, como el alcohol, e ilegales. Las alarmantes conclusiones del informe "Juventud en contexto de pandemia” realizado por el Observatorio Humanitario de la Cruz Roja Argentina.

  • 15/02/2022 • 07:30
Continúa el consumo de psicofármacos, drogas legales, como el alcohol, e ilegales.
Continúa el consumo de psicofármacos, drogas legales, como el alcohol, e ilegales.

En octubre del 2021, TiempoSur expuso que el Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos, informó que hubo gran aumento en el consumo de psicofármacos durante la pandemia, sobre todo en dos psicofármacos: el Clonazepam y el Alprazolam que se venden bajo receta. Estos psicotrópicos se encuentran entre los 15 más vendidos en el país y la tasa de crecimiento de sus ventas supera varias veces el promedio general.

La venta superó los datos del 2019.

Los psicofármacos son medicamentos que alteran el sistema nervioso central y su demanda aumentó en el último año por la ansiedad, insomnio y cuadros depresivos.

La pandemia y la cuarentena – generaron “zozobra, incertidumbre y preocupación”, dijo en ese momento el Dr. Ricardo Corral*, médico especializado en Psiquiatría y presidente de AAP (Asociación Argentina de Psiquiatras).

Pero estas secuelas todavía son palpables.

"La gente vulnerable, con angustia ansiedad y depresión, echa mano a lo que tiene al alcance y consumo psicofármacos", añadió ahora Corral a TiempoSur.

El profesional en salud mental dijo que la intoxicación de la cocaína que provocó decenas de muertos en Buenos Aires, fue la "punta del iceberg" de un problema "que va en aumento, que es mayúsculo y progresivo en cuanto al consumo de sustancias y que está en todo el país" que incluye sustancias legales como ilegales.

Todo se agravó, además, con el duelo de las familias por las muertes por COVID-19.

Santa Cruz no es la excepción. Si bien el Jefe Docente e Investigador del Hospital Borda señaló que no conoce los datos actuales de nuestra provincia, recordó que, históricamente, presenta altos índices de consumo de alcohol, tabaco y drogas ilegales, pero además "porcentajes, como sucede en todo el país, de ansiedad, depresión, angustia".

"El problema-advirtió- son todas las sustancias que alteran el sistema nervioso, porque los psicofármacos de recetan para determinadas enfermedades, no para cualquiera, es una receta muy específica", sostuvo. Al mismo tiempo, señaló que estas drogas recetadas tienen "control de calidad", están aprobadas por los respectivos organismos, algo contrario a las drogas ilegales "que no se sabe qué tienen".

El Hospital Borda –aseguró- atiende de manera gratuita con especialistas durante las 24 horas del día los 365 días del año. Pero no existe esta contención y abordaje en todo el país, en donde la pandemia dejó expuesto al sistema de salud público.

Es decir, planteó qué sucede en otros lugares que no cuentan con esta oferta de especialistas.

"La recomendación es buscar ayuda, aunque sea una consulta con un médico especialista para que haga un diagnóstico y si hay o no un tratamiento, y desaconsejo dejar cualquier sustancia que altere el sistema nervioso", propuso. Aquí incluyó también al cigarrillo y obviamente al alcohol. "Casi el 15% de la población tiene problemas serios con el alcohol, que producen enfermedades físicas, que es un tóxico para el cerebro y generan dependencia. No hay que prohibirlos, pero tampoco fomentar el consumo, ya que se ven muchas publicidades que la asocian con la alegría. La felicidad y la alegría no se pueden asociar al consumo de alcohol".

El profesional señaló que, estas secuelas, impactarán de diversas maneras y durante un tiempo distinto, según la persona.

Indicó que hay dos grupos: los adultos mayores, a los cuales “les costará mucho recuperarse y les durará lo que les dure la vida", ya que es el grupo que durante casi dos años encerrados sin la fortaleza física para "poder salir". "Aquí la falta de interacción fue muy grande, y tiene menos capacidad de recuperación y menos tiempo", añadió.

El otro grupo, son los niños y los adolescentes. "El daño fue muy grande, pero, por suerte, tienen capacidades adaptativas y apoyo familiar, pero no es así con todos, lamentablemente", aclaró. 

Marcó que se registraron índices de obesidad en adolescentes "nunca antes vistos", en un contexto en el cual, por la pandemia, muchos dejaron la actividad deportiva, y “perdieron la socialización de estar cara a cara dentro un estilo de comunicación virtual, que es bueno en algún punto, pero no cuando se deja de lado lo otro, porque los chicos, como las familias, perdieron la rutina, los juegos en la plaza". "Un grupo de estos chicos podrá recuperarse, pero otros no", evaluó. 

Este 2022 se deberá "monitorear" para conocer si las secuelas se extienden durante todo el año, para conocer "cuántas personas y qué personas podrán recuperarse, en donde las políticas sanitarias, deberán dar respuestas".

Informe    

Según las conclusiones del informe "Juventud en contexto de pandemia” realizado durante el 2021 por el Observatorio Humanitario de la Cruz Roja Argentina:

-El 53% de las y los jóvenes manifiesta que empeoró su bienestar emocional desde que comenzó la pandemia. Este grupo de personas encuestadas señala que sufre más que antes del comienzo de la pandemia al menos un problema relevado (ansiedad, tristeza, miedo, problema de concentración, dolor de cabeza, mal humor, cansancio o problemas para dormir). Las mujeres, las y los jóvenes de nivel alto y quienes tuvieron COVID-19 son las personas más afectadas.

-El cansancio y el mal humor son los dos aspectos emocionales que más afectan a las y los jóvenes desde el comienzo de la pandemia.

-El 13% de las y los encuestados, señaló que no pudo asistir a las clases virtuales cuando las mismas se dictaban de esa manera. Las principales razones eran no contar con una computadora, tener que

turnarse con otras y otros familiares para usar un dispositivo y no contar con internet en el hogar.

-El 83% de las y los jóvenes señala que quiere seguir estudiando una vez que termine la escuela. El 17% restante no quiere terminar el secundario, seguir estudiando o no tiene una decisión tomada aún.

 

*Dr. Ricardo Corral, Médico especializado en Psiquiatría de la UBA, presidente de la Asociación Argentina de Psiquiatras; profesor de la Facultad de Medicina de la UBA, Jefe Docente e Investigador del Hospital Borda, Investigador de Neurociencia de la Facultad de Medicina de la UBA.