Conmemoración

A 69 años de su muerte, Evita continúa vigente

Fue una de las mujeres más influyentes de la política argentina y por eso despertó pasiones y críticas a su paso. Querida y hasta idolatrada por las clases trabajadoras, fue también criticada y rechazada por las clases más acomodadas de la sociedad. Precursora de la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres fue primera dama de argentina entre 1946 y 1952.

  • 26/07/2021 • 11:27
María Eva Duarte.
María Eva Duarte.

María Eva Duarte, quien luego se transformó en Eva Perón o Evita, como el pueblo supo bautizarla, surgió para romper con los precedentes y entrar a la historia por su manera de desempeñar y llevar adelante la política. Eva se dirigía a las mujeres del siguiente modo: “A todas las mujeres del país que trabajan y luchan por su hogar. A las que la fortuna adversa o el humilde destino han llevado allí, el pequeño refugio del taller de la fábrica, de la oficina. Hablo de mis hermanas del quebrachal y del ingenio” palabras que afectaban directamente a los grupos de poder".

 

Su infancia

Nació en Los Toldos, Provincia de Buenos Aires, el 7 de mayo de 1919. De orígenes humildes, durante su infancia, desarrolló e hizo notorios sus dotes artísticos en la escuela, hasta que a la edad de 15 años, decidió viajar sola a Buenos Aires para probar suerte como actriz y así instalarse definitivamente. Llegó 1942 y pegó el salto tan deseado al ser contratada por la Compañía de Teatro del Aire, logrando obtener papeles más importantes en los filmes y pudiendo dejar las pensiones para comprar su departamento. Un año más tarde, comenzó a actuar sindicalmente y fue una de las fundadoras de la Asociación Radial Argentina (ARA), el primer sindicato de los trabajadores de radio.

 

Conoce a Perón

En 1944 conocería a Juan Domingo Perón, artífice de los avances y las conquistas sociales que supo obtener al mando de la Secretaría del Trabajo, lo que produjo un creciente apoyo popular que le permitió ocupar lugares cada vez más importantes en el gobierno.

Su influencia significó un despegue en la relación de los trabajadores y los sindicatos, además de impulsar leyes que alentaran la participación femenina en la vida política del creciente país.

 

Derechos de la mujer

Impulsó y logró la sanción en 1947 de la ley de sufragio femenino. Tras lograr la igualdad política entre los hombres y las mujeres, buscó luego la igualdad jurídica de los cónyuges y la patria potestad compartida con el artículo 39 de la Constitución de 1949.

 

Igualdad jurídica en el matrimonio y la patria potestad

La igualdad política de hombres y mujeres, se complementó con el impulso de Eva a la reforma constitucional de 1949 que estableció la igualdad jurídica de los cónyuges y la patria potestad compartida que garantizó el artículo 37 (II.1), así como los derechos del niño y de la ancianidad, estos últimos propuestos por la propia Eva Perón.

El golpe militar de 1955 abolió la Constitución, y con ella la garantía de igualdad jurídica entre el hombre y la mujer en el matrimonio y frente a la patria potestad, reapareciendo la prioridad del hombre sobre la mujer. La reforma constitucional de 1957 tampoco reincorporó esta garantía constitucional, y la mujer argentina permaneció discriminada legalmente hasta que se sancionó la ley de patria potestad compartida en 1985, durante el gobierno de Alfonsín.

Evita también propuso reconocer el valor económico del trabajo de mantención de los hogares y crianza de los niños, realizado principalmente por mujeres, por medio de algún método retributivo que debería estudiarse.

 

Partido Peronista Femenino

En 1949 fundó el Partido Peronista Femenino, que presidió hasta su muerte. Desarrolló una amplia acción social a través de la Fundación Eva Perón, dirigida a los grupos más carenciados. La Fundación construyó hospitales, asilos, escuelas, impulsó el turismo social creando colonias de vacaciones, difundió el deporte entre los niños mediante campeonatos que abarcaron a toda la población, otorgó becas para estudiantes, ayudas para la vivienda y promocionó a la mujer en diversas facetas.

Así fue también como el movimiento sindical impulsó su candidatura como vicepresidenta en 1951, candidatura que tuvo que rechazar por su delicado estado de salud.

 

Muerte

Su carrera social siempre estuvo abocada a los sectores más débiles y carenciados y esto se evidenció en que estando en su lecho de muerte le dijo a Perón: “No abandones nunca a los pobres, Juan, son los únicos que saben ser fieles”.

“Yo no me dejé arrancar el alma que traje de la calle, por eso no me deslumbró jamás la grandeza del poder y pude ver sus miserias. Nunca me olvidé de las miserias de mi pueblo y pude ver sus grandezas”.

Lamentablemente, Evita había contraído cáncer y falleció el 26 de julio de 1952 a las 20.25 a la edad temprana de 33 años. Su deceso marcó un hito para la historia de la Nación Argentina. Su cortejo fúnebre fue presenciado, durante una lluviosa semana que reflejaba el ánimo del dolorido pueblo argentino, por más de dos millones de personas y su funeral duró dieciséis días.

El alma de Evita vive en el corazón del pueblo, aquel pueblo al que supo escuchar, atender y abrazar. Con su activa participación, dejó un legado a la patria de una inigualable tarea de justicia social y el de su inquebrantable compromiso por el bienestar de los desposeídos, sus “descamisados”, sobre todo, en la lucha contra la dependencia y la injusticia social.