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Usurpadora debe devolver la casa que ocupó de forma ilegal

Patricia Bahamonde deberá cumplir una pena de seis meses de prisión en suspenso por el delito de usurpación, según dictaminó la Cámara en lo Criminal de la provincia. Asimismo, como hecho sin precedente, la condenada de inmediato deberá reintegrar el inmueble ocupado, sino será desalojada.

  • 11/04/2013 • 00:00
El 2 de marzo de 2008 ocupó junto a sus ocho hijos una vivienda adjudicada por el IDUV.
El 2 de marzo de 2008 ocupó junto a sus ocho hijos una vivienda adjudicada por el IDUV.

La falta de un trabajo para sostener a su familia empujó a una madre, junto a sus ocho hijos, a ocupar de forma ilegal una vivienda preadjudicada del Instituto de Desarrollo Urbano y Vivienda (IDUV) apostada en el barrio 56 Viviendas, morada que hoy en día, después de cinco años, tiene que devolver tras perder un juicio en su contra.
Este caso ocupó un lugar en la portada del diario TiempoSur en 2008, cuando el 2 de marzo de dicho año, alrededor de las 22:30, Patricia Bahamonde y sus hijos irrumpieron en una casa del 52 Viviendas. Esta mujer había arribado a la capital santacruceña desde Puerto Deseado, pero según había comentado en aquel momento, el municipio de dicha localidad norteña le negó ayuda, de igual manera que el ex Ministerio de Asuntos Sociales. Por este motivo decidió usurpar una casa que se encontraba vacía hacía seis meses.
Pero rápidamente quien era adjudicataria de esta casa -barrio 52 Viviendas - Sector 3 Casa 12- se acercó al lugar, indicando que Bahamonde había ingresado tras romper un vidrio trasero, por lo que María Alejandra Pinto, la adjudicada, fue despojada de sus derechos sobre el inmueble.
Este ilícito desató en un juicio, que ya tiene resolución no favorable para la usurpadora, teniendo en cuenta que la Cámara en lo Criminal de la Primera Circunscripción Judicial de la Provincia de Santa Cruz, presidida por el Dr. Joaquín Cabral, la encontró culpable.  

Necesidad- Durante el juicio la imputada declaró y expresó que sí ingreso al domicilio por una ventana, rompiendo el vidrio, pero que lo hizo por necesidad, ya que era una noche muy fría y estaba con sus ocho hijos, que en ese entonces eran todos menores y se encontraban sin ropa ni comida. Manifestó que si bien sabe que lo que hizo está mal, no tuvo otra alternativa, añadiendo que atentos a su necesidad sus vecinos la ayudaron con muebles, colchones, ropa, comida y garrafas de gas. Actualmente sigue residiendo en la casa ocupada de forma ilegal, y expuso que la vivienda ahora cuenta con luz gracias a una conexión clandestina.
Por todo esto, la querella remarcó que hay pruebas suficientes para demostrar que hubo violencia para ingresar a la vivienda adjudicada a Pinto afectando la tenencia de la misma, por lo cual fue un claro gesto de agraviar su derecho de beneficiaria de la adjudicación de la casa por parte del IDUV. En este marco, la parte querellante remarcó que la imputada podría haber acudido a otros medios para solucionar su problema habitacional sin tener que menoscabar los derechos de la parte acusadora. Es por esto que solicitó la pena mínima para el delito de usurpación, así como también la restitución y desalojo inmediato del inmueble, conforme lo estipula el Artículo 67 bis del Código Procesal Civil.

Resolución- Este martes que pasó, la Cámara en lo Criminal de la Primera Circunscripción Judicial falló condenar a Patricia Bahamonde a la pena de seis meses de prisión de cumplimiento en suspenso por considerarla autora penalmente responsable del delito de usurpación, debiendo además, hacerse cargo de las costas del proceso. Asimismo, dispuso el inmediato reintegro del inmueble usurpado a la parte querellante en un plazo de diez días corridos bajo apercibimiento, y en caso de incumplimiento, será desalojada por la fuerza pública. Bahamonde además deberá fijar domicilio y someterse al cuidado del patronato de liberados y excarcelados de la Provincia de Santa Cruz, y demás reglas de conducta.

Cómo usurpó la vivienda

Allá por marzo del 2008, Bahamonde le relató a TiempoSur que “ocupar una casa se dio por coincidencia. Estaba en el Ministerio de Asuntos Sociales (hoy Ministerio de Desarrollo Social) y una persona me dice que en tal sector había una casa que estaba desocupada y que había sido entregada hacía seis meses. La casa está vacía, sin luz ni gas, y creo que a una persona que le entregan una vivienda la cual necesita de inmediato se tiene que instalar, y el adjudicatorio no sé quién será tiene vacía su casa hace seis meses, no me quedó otra que usurparla, lo hago por el bienestar de mis hijos”.