Ley

“El matrimonio igualitario significó una conquista de derechos importantísima”

Explicó Nadia Astrada, secretaria de Derechos Humanos de la provincia, a casi una semana del noveno aniversario de la Ley nacional que celebra el amor y practica la equidad, permitiendo el casamiento entre personas con la misma identidad.

  • 21/07/2019 • 12:50
Nadia Astrada, secretaria de DDHH de Santa Cruz (Foto Archivo)
Nadia Astrada, secretaria de DDHH de Santa Cruz (Foto Archivo)

*Contiene Lenguaje Inclusivo

En Santa Cruz la comunidad LGTTBIQ+ ha demostrado su orgullo y necesidad de respeto a sus derechos, por ello desde el área de Diversidad y DDHH llevan años concientizando sobre estos ejes. La línea de trabajo para que nadie dentro de territorio provincial guarde sus deseos en un closet, se ha traducido en talleres en escuelas de toda la provincia en el programa “Conocé tus derechos y ejercelos”, abrazado por los jóvenes que buscan construir sus realidades creciendo en un marco de equidad.

Actualmente, proyectan un curso virtual llamado “Diversidad y disidencias, derribando armarios” que anunciarán en los próximos días en la plataforma virtual del área que depende del Ministerio de Desarrollo Social. “Esta ley igualó en derechos y de esto se trata. Tal vez al pasar los años se ve a nivel social con mayor naturalidad pero en su momento en el Congreso fue una toda una discusión” expresó la funcionaria, destacando el trabajo previo de las organizaciones para obtener el matrimonio igualitario que también se dedicaron a garantizar “que cada quien pueda casarse con quien ama”.

El matrimonio igualitario es ley desde el 15 de julio de 2010 y al día siguiente se contrajo la primera unión entre dos mujeres de Santa Cruz en Río Gallegos. Desde la Secretaría de Derechos Humanos lo consideran un logro, el inicio de un nuevo camino. Pero lamentablemente la legislación, que fue ejemplo para otros países latinoamericanos, no fue suficiente para acabar con la discriminación. En Argentina en 2018 existieron 94 crímenes de odio por orientación sexual, identidad o expresión de género según Agencia Presentes.

Las alarmantes cifras nacionales, evidencian que la homofobia no es miedo, sino violencia. El asesinato de lesbianas, gays y bisexuales no serían admisibles en una sociedad inclusiva, pero el ordenamiento binario rechaza las sexualidades e identidades por fuera de la heteronorma, comenzando por la discriminación y el rechazo hasta los finales lamentables, manchados con sangre. Por ello “trabajamos constantemente para entender que la expresión sexual, el vivir libremente la sexualidad de cada persona, es un derecho humano fundamental” explicó Astrada.

Si bien la diversidad existe literalmente desde siempre, la funcionaria, destacó que las juventudes actualmente “lo viven de otra manera”. Por ello considera que es importante recordar y reconocer este derecho adquirido, destacando la importancia en el presente y el futuro. En las nuevas generaciones y en la educación sexual integral muchxs miembrxs de la comunidad LGTTBIQ+ creen que está la clave del cambio social.

En este punto coincide Zinc Turín, lesbiana no binaria que contrajo matrimonio en la capital santacruceña el 25 de Enero de este año. Destacó también los beneficios legales como cónyuge, en referencia de bienes materiales y la herramienta de una unión civil ante la exclusión. “En ese sentido es una ampliación de derechos al reconocer que hay una familia que no necesariamente es sanguínea” explicó.

“La sociedad tiene otro tiempos” apuntó en referencia a las legislaciones, entendiéndolas como la norma jurídica que regula una sociedad que necesita normas estrictas para no perjudicarse. Puso de ejemplo la condena que obtuvo Marian Gómez, en Buenos Aires el 28 de junio, Día Internacional del Orgullo. “Están casadas hace cinco años y la condenaron por besar” lamentó. La comunidad en todo el país se manifestó en contra del año de prisión en suspenso que obtuvo la joven. Desde Río Gallegos y con seis meses de matrimonio insurrecto, Zinc considera que la carátula de resistencia a la autoridad es sólo un disfraz discriminatorio.

Lo cierto es que a un año de celebrar la década de este derecho adquirido, son todavía muchxs lxs que se refugian en el silencio sus libertades por miedo a las repercusiones sociales. También es cierto que a lo largo y ancho de la provincia hay personas trabajando para hacer de la inclusión una característica real de nuestra sociedad y que el closet sea sólo para la ropa.