En Puerto Deseado

Robó la recaudación de un remisero y fue detenido por los compañeros

Sucedió en la ciudad de Puerto Deseado en la mañana del viernes. Un joven se presentó en la remisería y pidió un auto, al subirse, ya que el conductor no estaba, y le sustrajo la billetera, con la recaudación. El chofer se dio cuenta y le reclamó. El sujeto huyó pero los compañeros del remisero lograron demorarlo y llevarlo a la Comisaría.   

  • 30/06/2019 • 10:40
El chofer del auto pertenece a la remisería “La 281”.
El chofer del auto pertenece a la remisería “La 281”.

El hecho sucedió el viernes a las 11:00, cuando un joven se acercó a la Agencia de Remís 281, ubicada en la esquina de las calles 12 de Octubre y Maipú, de Puerto Deseado y se subió a uno de los vehículos como acostumbran los pasajeros.

El chofer no estaba en el auto y fue entonces cuando el muchacho aprovechó la oportunidad y sustrajo el dinero de la billetera del hombre que se encontraba visible y a la mano.

El viaje comenzó, pero a los pocos metros el remisero notó el faltante de la recaudación e increpó al muchacho que quiso tirarse del coche en movimiento.

El chofer aceleró pero el pasajero alcanzó a bajar en el barrio Centenario y empezó a correr.

Inmediatamente el remisero avisó por radio a la agencia y sus compañeros fueron en su ayuda logrando interceptar al individuo que finalmente fue llevado por la policía.

Hurtaron papas fritas

La propietaria del comercio ubicado en Almirante Zar al 1100 de Puerto Deseado, no radicó la denuncia al tratarse de un robo de poco valor pero sí le llamó la atención la forma y decisión en que estos niños se manejaron.

Sucedió el viernes a las 19:00 cuando 5 menores de edad (uno corrió por la calle) ingresaron como clientes y tomaron mercadería de un exhibidor y huyeron.

La mujer vio que se trataba de menores de edad por su contextura física y porque alcanzó a ver sus rostros. “Esos chicos no tenían ni 12 años, había tres que apenas tendrían 10, comentó y agregó que la mercadería sustraída se trataba de paquetes de papas fritas y chizitos".

"Parece una picardía, pero es un robo. Deben saber desde pequeños que eso no se hace. Agarraron varios paquetes, se acercaron a la puerta y en un instante salieron corriendo”, concluyó la propietaria. (Fuente y foto: Lucas Sánchez Sciaini)