Es pastor evangélico del PRO y se candidatea a diputado por el Pueblo

Era sabido que en Santa Cruz quienes congregan la fe evangélica-cristiana tendrían lugar en candidaturas tanto ahora el 11 de agosto en las bancas de diputados provinciales como por el Pueblo y en octubre las concejalías.

En este caso, se agrega Juan Sánchez (40), tapicero y pastor (desde hace un año y medio) de la Iglesia Corporación Vitacura de Las Heras, que va segundo en la lista de diputado por el Pueblo dentro de la Agrupación “Consenso” del PRO.

Este sector defiende los “valores de la familia”, se opone al aborto legal y a la Ideología de Género.

“El que milite para Dios no se debe enredar en la militancia política, dice la Biblia. Pero en la Biblia, Saúl que era Rey de Israel, tenía 19 gobernadores a cargo. Por eso, si no nos involucramos  tampoco podemos conseguir lo que creemos que es lo correcto”, dijo Sánchez a TiempoSur.

TS-¿Por qué participar y qué le preocupa como para ser candidato?

JS: Me preocupa defender los valores de la familia que están siendo atacados por la ideología de género que es muy controversial. Por ejemplo, quieren implementar la enseñanza a un niño que recién está creciendo que si es varón sea normal que se sienta nena o si es nena que está bien que se sienta varón, excluyendo a Dios y a la familia.

-¿Está mal que un niño se sienta como una niña?

De chiquito le quitamos identidad, esa identidad que nos dio Dios y que es como el DNI. Le estás robando la identidad porque es un niño sin que tenga la capacidad y conocimiento de lo que es más allá de que la decisión es propia, pero que debería tomarla cuando es consciente  de los actos.

-Pero no todos creen en Dios.

Solo seremos juzgados por la palabra de Dios aunque no creamos. Lo será el ateo, el mormón, el rico y el pobre. El espíritu  no tiene sexo.

-¿Va a anteponer la religión en el trabajo legislativo si alguna vez debe asumir?

El ser evangélico no es una religión, es una comunión con Dios, un diálogo directo con Dios. Dios no obliga a nadie a seguirlo, lo seguía el que quería, él no dijo que lo sigan y por eso es una opción personal y cada quien elige en quién creer y seguir o no esos valores. Por eso es democrático. He tenido charlas con pastores y algunos no estaban de acuerdo con que sea candidato.

-¿Por qué no estaban de acuerdo?

Me decían que no hay que enredarse, pero enredarse es cuando uno es corrupto, un ladrón. Y eso no lo voy a hacer. Se trata de participar para que exista, si se puede, más justicia.

-¿Por qué participar dentro del PRO?

En la agrupación tenemos el mismo pensamiento y los mismos valores, y el PRO nos dio la posibilidad y oportunidad de ingresar.

-¿Qué propuestas tiene?

La necesidad en Las Heras son los servicios, pero veo sobretodo ayudar de alguna forma a los jóvenes que están metidos en el alcohol y las drogas. Es mucho lo que se puede hacer por los chicos que están metidos en eso por falta de contención y necesitan una mayor atención. 

Ayudo a los jóvenes a salir de la droga, del alcohol. La iglesia está en mi casa. Hace cuatro meses, un chico estaba tirado y ahora él nos ayuda.

La sociedad -y me incluyo- excluye al drogadicto, alcohólico e indigente, pero Dios ama a todos por igual. Como anécdota, la gente me dice siempre que los chicos de la plaza están en mi casa. Trato de ayudarlos y corregirlos. También me conocen en la Comisaría por los chicos que he ayudado. Lo bueno es que después los ven mejor o restaurados. Mi ministerio se ocupa de todos pero es más juvenil que otra cosa.

-¿Cómo cree que los ven los electores?

Como una nueva mirada en la política. Es la primera vez que un pastor se inmiscuye. Creo que en este espacio podemos defender valores que no son solo de los evangélicos.

-¿Qué le diría a un votante que no es evangélico, para que lo vote?

Que es hora de defender lo propio, recuperar la familia, la identidad y le diría que no está solo. Hay mucha gente que está callada y no se involucra porque cree que está sola y que no se manifiesten porque prefieren estar callados y no opinar, no significa que no estén ahí. Acá hay un espacio y no importa si cree en Dios o no.