Desarrollo conjunto para nuevas oportunidades

Si bien en otros puntos del país existe la construcción de ladrillos ecológicos, la innovadora propuesta que hoy acerca NOS cuenta con la particularidad de poder utilizar las 6 variedades de plásticos existentes: PET (Tereftalato de Polietileno), HDPE (Polietileno de alta densidad), PVC (Polivinilo), LDPE (Polietileno de baja densidad), PP (Polipropileno) y PS (Poliestireno), esto, a diferencia de las distintas experiencias que se pueden conocer dedicadas a la fabricación de ladrillos ecológicos, las cuales se basan solo en la utilización de PET. Por este motivo han recibido el apoyo de la UTN con el fin de realizar las pruebas correspondientes y de esta manera obtener la certificación de calidad para la posterior patente de la formula lograda, la cual además se implementará en nuevos materiales para la construcción. En este sentido, vale la pena mencionar que ya existen pruebas empíricas sobre la calidad y resistencia de los “Ladrillos Plásticos”.

Dos ideas para el desarrollo

Flavio Ríos y Andrea Pérez Orellano invirtieron hace poco menos de 6 años en una máquina trituradora de plástico, siempre con la idea de “generar algo” cuenta Flavio a NOS, aunque también confiesa que en todo este tiempo tuvieron bajones donde quisieron “largar todo”.

En principio estuvieron enfocados en la fabricación de bloques plásticos, sin la suerte de conseguirlo. “Nos cansábamos, no salían las cosas como uno quería, hasta que este año volvimos a intentar”, repasa a modo de introducción para hacer en lo importante del destino. “Si no salía nada íbamos a dejar todo lo que teníamos procesado, pero lo conocimos a ellos que estaban vendiendo un ladrillo hecho con áridos, charlamos y empezamos hacer las pruebas”.

“Ellos” son Dardo Dalmazo y Lujan Lute, el multiuso maestro de la construcción y la maestra mayor de obra, respectivamente, y quienes complementan este nuevo emprendimiento local que va a dar que hablar.

Lujan cuenta a NOS que junto a su pareja observaron que el mercado el ladrillo era caro, por lo que decidieron trasladar a nuestra ciudad un proyecto similar que se realiza en el norte del país “Con un material similar al que se hace el bloque, el ladrillo que se usa cocinado acá nosotros lo hicimos de sementó y empezamos a vender de manera particular”. Mantuvieron este emprendimiento hasta hace 2 meses a atrás, cuando Los Ríos Perez Orellano les acercaron la idea de desarrollar ladrillos con plástico triturado. “Nos salieron enseguida las pruebas de probeta, no demoramos mucho para que el producto quedara con una buena resistencia para comercializarse”, cuenta Lujan.

Para completar, Dardo dejó en claro que el “Ladrillo Plástico” cumple la misma función que cualquier ladrillo convencional, ya que “se puede pegar con cemento, se pude revocar, se puede pintar”, explica al remarcar que además “pesa menos de un kilo, es ignifugo, acústico, térmico y sobre todo ecológico. La idea es hacer un producto local con material reciclado”.

El proceso

Flavio comenta que el triturado del plástico es tarea sencilla, aunque confiesa que por estos días la maquina está a tope, lo que los ha llevado a pensar en una futura inversión.  “Lo que vamos a necesitar es traer una maquina más grande si esto sigue este ritmo y la gente sigue trayendo más plástico”, dice, ya que actualmente trabaja en promedio 14 horas por día. Vale la pena mencionar que todos los integrantes del proyecto se muestran entusiasmados con la posibilidad de desarrollar este emprendimiento a futuro.

Una vez que cuentan con el plástico triturado entran en juego de manera directa los profesionales de la construcción, quienes incluso han inventado su propia máquina para la fabricación de los ladrillos. “Se remplaza el árido (tierra y arena) por plástico, cien por cien, se usa cemento con su proceso correspondiente y se fabrica ladrillo con un vibrado y compactado”, dijo Lujan sin querer dar detalles de la formula, ni del funcionamiento de la maquinaria.

En este sentido, y a forma de anécdota, recuerda: “Nadie tiene foto de las maquinas porque hay gente que se ha metido a la casa para tratar de robar la idea, ver la máquina, ver la fórmula con la cual se realiza el ladrillo. Quieren trabajar gratis para conocer como es el proyecto”. 

La primera entrega

Si bien todavía no están abocados directamente a la venta y producción, ya que como trabajadores cada uno de los integrantes del proyecto tiene sus obligaciones, vale la pena mencionar que han hecho una entrega de 1000 ladrillos al primer interesado.  “Si pudiéramos producir 8 horas de trabajo podríamos hacer 700 ladrillos en un día”, explica Dardo.

De esta primera venta “no recibimos plata porque no teníamos para hacer la inversión en cemento, ni, para empezar”, explican y detallan: “El chico que nos pidió los ladrillos pago en cemento y eso nos dio la oportunidad de hacer esta entrega y dejar un resto una producción de stock”. Vale la pena resaltar que realmente hay mucha gente interesada en acceder al producto, incluso en las últimas horas se ha podido conocer que los vecinos del Barrio Aires Argentinos tienen intenciones de realizar en arco de ingreso al sector con este material.

“La gente se interesó mucho en el proyecto, le interesa el proceso, los beneficios y el precio”, contó Andrea y celebró: “Puede llegar a tener un impacto social y ambiental muy importante, por los costos y economía. Apuntamos a que todo el mundo lo pueda comprar porque a nosotros nos tocó construir y nos costó muchísimo”.

“Si no nos mataran con el cemento lo podríamos vender mucho más barato. Hoy está 13 pesos, pero nos están cobrando la bolsa de cemento a 520 pesos. Es una locura”. Hoy 13 pesos”.

Por último, Lujan se anima a soñar: “Industrializar esto sería genial.  Nosotros tenemos un lugar para esto y en un futuro soñado podríamos llegar a producir mucho más y llegar a los 7000 ladrillos por día en el espacio que tenemos. Generar mano de obra local”.

Impacto ecológico

El trabajo comienza con la recolección del plástico y si bien lo que más se ve son las botellas, como habíamos comentado este producto utiliza cualquier tipo de plástico existente. Si bien la tarea los lleva a recorrer distintos lugares para la recolección y jornadas de limpieza, cuentan que mucha gente se va sumando, incluso han mantenido reunión con Roberto Giubetich quien se ha comprometido a aplicar un sistema de puntos verdes para que la comunidad de Rio Gallegos se pueda sumar. “En promedio, un ladrillo plástico saca de las calles 18 botellas”, remarca Andrea.