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A un año de la media sanción: La importancia política del pañuelo

El 13 de junio de 2018 obtenía media sanción el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo. TiempoSur dialogó con militantes verdes y celestes al respecto.

  • 14/06/2019 • 15:18

En 2018 el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo nunca estuvo tan cerca de ser ley. Ayer fue el primer aniversario desde que alcanzó la media sanción. El mes pasado se volvió a presentar en un contexto electoral que coloca nuevamente al aborto legal en la agenda política. TiempoSur dialogó con militantes verdes y celestes al respecto.

El 13 de junio del año pasado, el movimiento feminista de Río Gallegos, joven y a los gritos comenzó a la tarde una marcha verde, mientras en la Cámara de Diputados de la Nación se debatía por más de 20 horas el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo. En la capital santacruceña realizaron una vigilia en el campus de la UNPA UARG, que convocó la comunidad de contar uno a uno los 129 votos a favor, 125 en contra y una abstención la aprobación general de la ley por el aborto legal, seguro y gratuito.

En las votaciones fue evidente; la discusión es transversal a los partidos políticos. El mes pasado el proyecto se volvió a presentar y probablemente se trate recién en 2020. Para las mujeres que buscan representar a los santacruceños, este aniversario es una oportunidad para discutir la importancia política de llevar un pañuelo. Si bien desde 2012 en la provincia se adhiere al protocolo de ILE del Ministerio de Salud de la Nación, desde el sistema de salud no siempre se asegura la interrupción y algunos de sus conceptos hoy resultan vetustos, como el uso único de la palabra mujeres, que no reconoce las otras identidades con capacidad de gestar por ejemplo.

Por ello, mover un proyecto con tanto peso dentro de unas cámaras convulsionadas por las elecciones, para Gabriela Ance, es necesario. La candidata de la Lista Naranja en Tribuna Estatal y militante del Plenario de Trabajadoras de Partido Obrero destacó que el movimiento de mujeres y disidencias puso en agenda política el flagelo del aborto clandestino y debe ser la misma que la del Gobierno, aunque incomode.

“De hecho el Frente de Izquierda y Trabajadores es la única alianza que sostiene que el aborto sea legal en todos sus sectores, no coexisten pañuelos verdes y celestes” expresó, aclarando que el tópico será parte de la discusión electoral. Por ello desde este espacio impulsan una consulta popular vinculante “porque el movimiento ganó terreno en los sectores estudiantiles, laborales y los barrios”.

Pero para Paula Nauto, de Las Rojas, los derechos se conquistan, no se claudican. En consecuencia, la militante del Nuevo Más también participó activamente de cada pañuelazo y marcha y destacó que la única manera de avanzar en materia de desigualdad es con una representación de las mujeres y la juventud que comprenda la perspectiva de quienes reclaman hoy por el aborto legal. También destacó que después de la unión de la izquierda las precandidaturas a presidencia de la mano de mujeres se desdibujaron, excepto la de su partido, Manuela Castañeira. “No bajamos los pañuelos porque el feminismo es el movimiento más dinámico y se ve que siguen muriendo las personas gestantes” expresó.

Desde Consenso Santa Cruz, la candidata a concejal Sofía Rivero en lo personal prefiere “que no se toque este año”. El año pasado que el proyecto no avance después de la cámara baja fue una gran victoria para ella. Destacó la necesidad de posicionarse al respecto, al lado de su propaganda se lee “trabajemos juntos” acompañado de un pañuelo celeste que reza “salvemos las dos vidas”. “No es bueno para nosotros como ciudadanos” lamentó.

Resaltó que si bien el frío muchas veces no convoca, el movimiento celeste se encontró en las calles más de una vez. Por ejemplo, el 1º de junio organizaron un bocinazo en apoyo al médico condenado por negar el derecho a un aborto no punible. “No debería dividirnos, tenemos problemas que deberían unirnos para trabajar en común”, concluyó.

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