Día del Periodista

Las que escriben desde el Sur

TiempoSur dialogó con dos licenciadas en comunicación social. La pluma de estas mujeres no es ajena al contexto actual, que debió romper las cadenas de las tareas domésticas, cuidado de las infancias y uso de pseudónimos.

  • 08/06/2019 • 08:59
El plantel femenino de TiempoSur. (C.G.).
El plantel femenino de TiempoSur. (C.G.).

Hoy escriben desde lo más austral del mundo sobre mujeres de Río Gallegos. Una oportunidad para abrir las perspectivas sobre el campo comunicacional, generalmente protagonizado por varones.

Ayer se conmemoró a Mariano Moreno por la primera publicación de la Gazeta de Buenos Ayres, pero no hay fecha que conmemore a Petrona Rosende que fundó La Aljaba, el primer periódico dirigido al público femenino. La publicación de 1830 preguntaba hasta cuándo las mujeres estarán sumidas en la oscuridad de un sistema de opresión donde se niegan los conocimientos más sencillos, por cuestiones de género.  Por dentro o por fuera de los medios de comunicación, el feminismo ha construido cimientos de equidad sobre los que María José González, periodista de TiempoSur y Romina Berhens, docente investigadora cuentan  historias. Hoy las discusiones llevan a más preguntas, pero a continuación, las profesionales de la comunicación brindaron algunas respuestas sobre escribir en los confines siendo mujeres y sobre mujeres.

PAR, Periodistas en Red por una Argentina en Red por una Comunicación No Sexista, develó que sólo el 30% de las personas que trabajan en empresas periodísticas son mujeres. Aquí, el cierre de redacción de los domingos, gran contenido de la página web y numerosos artículos en materia política y gremial de TiempoSur están a cargo de María José González. Hace casi 15 años comenzó a formarse en comunicación en la Universidad de Belgrano, pero como amante del sur, cada vez que podía visitaba estas tierras y pasaba sus veranos en redacciones. En 2010 se mudó nuevamente a Río Gallegos donde comenzó con interés general.

Si bien no se dedica exclusivamente al género, uno de sus trabajos más destacables al hablar de desigualdad de género fue el suplemento Mujeres, que ocupó durante años dos páginas del diario de domingo. Las historias de vida de féminas sureñas resultó un recurso inagotable. Durante años María José entrevistó a mujeres comunes, vecinas y contó cómo sus labores se combinaban con sus roles sociales como madres, abuelas, amigas. Tiempo después sumó conmemoraciones que hoy son agenda diaria de los periódicos: Salud, violencia, diversidad de género. Los temas se cuelan de a poco hasta que se instalan. Generalmente no son interés de los varones, que predominan en este tipo de puestos laborales.

María José, Majo, considera que además de capacitaciones en nuevas tecnologías y plataformas digitales el género debe ser materia de formación. Ella tuvo que ir adaptándose y aprendiendo, muchas veces de manera autodidacta cómo comunicar responsablemente. Asimismo, reconoce que la semilla del feminismo se cultiva en teoría y práctica. “El propio empuje te lo dan lxs compas de trabajo. Escuché, me guié, con nuestros pares y libros de consulta. Abrirse a eso, que sea tu par la que te dé la mano para hablar de estos temas” coloca a las mujeres en una posición muy distinta a la hora de construir. En un ambiente donde se mezquinan fuentes o compite por primicia la sororidad comunicacional es también una decisión política.

“Las mujeres tenemos roles importantes” destacó y no dejó de nombrar a Melanie Russo, Paula Albarracín, Silvia Cruz y Constanza Ryan actualmente trabajando en TiempoSur. También resaltó que los temas como ILE, cupo laboral, paridad, violencia, están “súper metidos en agenda, no hay objeciones, no me ha pasado que me digan que deje de escribir sobre algún tema”.

“Visibilizar la violencia”- Lo cierto es que ahora tenemos herramientas, un contexto cultural y discursivo diferente que posibilita a otro diálogo social. En este aspecto,  argumentos sólidos y empatía ante los mandatos y apología del abuso son los instrumentos de libertad que destacó la Lic. Romina Berhens. Dicta cátedras en la carrera de Comunicación Social de la UNPA UARG y está trabajando desde 2013 en una tesis doctoral titulada: “Prostitución en Río Gallegos, una genealogía de prácticas y saberes en pugna”.

Romina es feminista y forma parte de la Comisión Asesora en Cuestiones de Género de la universidad. En su rol docente piensa en campo desde todas su aristas, amplias y heterogéneas. “Trato de traer autoras mujeres que puedan dar cuenta de ciertas temáticas que a los varones se les escapa por su situación privilegiada” explicó. Otra vez, es necesario aclarar la importancia de que los mensajes que trascienden y cuentan la historia se cuenten desde más perspectivas que la del hombre blanco heterosexual.  Destacó que las primeras periodistas, no tienen en el mismo peso que los primeros periodistas. Berhens encontró una oportunidad para además de celebrar, pensar sobre los mensajes y quienes los producen.

Por eso también investiga sobre prostitución. Que además de la finalidad científica y el aporte a la investigación social, tiene la intención de difundir historias invisibilizadas de trabajadoras sexuales. “Han tenido registro en la historia a partir de una imposición de mandatos o regulación de su actividad a partir de la imposición que el poder ha hecho sobre esos cuerpos” retrató a TiempoSur. Las putas, son parte de la historia santacruceña que no quedará más borroneada a pesar de que a Romina se le dificulta la tarea de acceder a datos o archivos precisos al respecto.

“Sacar a la luz la historia de mujeres que ejercieron prostitución en el Río Gallegos reivindica esas biografías, son mujeres luchadoras que hay tenido que buscar sustento económico igual que en la actualidad y tienen que lidiar con esta exclusión y discriminación” lamentó. La futura doctora en comunicación busca hallar en ese campo, al igual que María José, herramientas. En este caso para no ocultar las identidades.

Cada vez son más las mujeres que escriben en todo el planeta y Río Gallegos no es ajeno a esta situación. Todavía hay un largo camino por recorrer. Pero para estas profesionales de la comunicación, que se desempeñan en distintos ambos del campo, visibilizar la violencia y desigualdad es sin dudas una forma de combatirla. Ellas lo hacen de distintas maneras, desde el sur más profundo y contando las historias de las mujeres que lo habitan.