Hispano cayó con San Lorenzo y se despidió de la Liga

En la previa, Hispano sabía que el favorito a ganar la serie de octavos de final de la Liga era San Lorenzo y así fue, pero no sin antes luchar hasta el último segundo por cada bola como si allí se fuera la vida.
Con el orgullo que ello implica, luego de haber peleado cada uno de los tres partidos contra el actual campeón y equipo más poderoso desde lo económico en el básquet argentino, los muchachos dirigidos por Marcelo Richotti deben estar conformes y tranquilos en su despedida por esta temporada.

En los primeros dos juegos, los “Celestes” lo dieron todo y lograron partidos parejos con San Lorenzo, algo que se repitió ayer y de hecho el primer cuarto terminó a favor de los locales.

Al término de los primeros 10 minutos, el tablero marcaba 21 a 18 a favor de Hispano que, con el apoyo de su gente, iba para adelante como loco, disfrutando y dejando todo al mismo tiempo.

Las cosas en el segundo cuarto fueron tan parejas como en el segundo, sólo que allí la leve ventaja fue para San Lorenzo, que metió un parcial de 22 a 19 a su favor y justo en la mitad del juego las cosas estaban igualadas en 40.

CON ESPERANZA

Así arrancó Hispano el tercer cuarto, como acostumbrado a jugar de igual a igual contra un equipo al que casi nadie le puede ganar, pero la esperanza estaba, el buen juego también y el resto físico aún intacto.
Sin embargo, fue una vez más un tercer cuarto fatídico el que terminó por restarle chances y buena parte de la esperanza al equipo de Marcelo Richotti, que sufrió ante un inspirado San Lorenzo que regresó del descanso como dispuesto a sentenciar la historia.

Y así sacó 10 de diferencia, con un parcial de 25 a 15 que lo dejaba mucho mejor parado para el round final.

Allí, Hispano luchó incansablemente, logrando los aplausos de su gente, que supo valorar el sacrificio de un equipo que disimuló en cada jugada las diferencias individuales y de recambio con el campeón.

Ese último cuarto terminó empatado en 28, con un goleo altísimo por parte de ambos y un espectáculo garantizado para la gente, que se fue aplaudiendo a un equipo que perdió 93 a 83, pero que demostró tener muy bien ganado su lugar en la máxima categoría del básquet argentino, donde volverá a pisar fuerte la próxima temporada.