Un despertar

El acto contrahegemónico de hacer fanzines, “definitivamente es punk”

Así lo expresó Benito Lanesán, que se define como docente, músico y ñoño local. Actualmente impulsa “Historias para no dormir” y “seamos amenazas” pero se introdujo en este mundo hace más de dos décadas. Desde Río Gallegos dialogó con TiempoSur y definió esta propuesta como un acto punk, contrahegemónico y constructivo.

  • 11/05/2019 • 12:36
Benito Lanesán se define como docente y músico.
Benito Lanesán se define como docente y músico.

*Contiene lenguaje inclusivo

El diccionario español define a fanzine como una publicación periódica hecha con pocos medios y de tirada reducida que trata de temas culturales alternativos, como música o cómics. El termino surgió en los años cuarenta, pero está vigente y un creador de esta mezcla de información y arte que publica de manera libre y directa lo identificó como un fenómeno social que no necesita de editoriales o grandes inversiones para circular.

Bene, como lo llaman sus amigos, explica que sintió la necesidad de expresarse. Definió a la capital santacruceña como un espacio que hace 23 años tenía muchos adolescentes con cosas para decir y carecía de redes sociales.

Indicó que en 1996 las temáticas eran muy personalizadas, con sus similitudes a un blog, a pesar de que en el resto del país ya se compilaba y trabajaba en conjunto, con una práctica más profesional. “Es contracultural, está en contra del estatus quo” explicó el docente que forma partes de proyectos, musicales, como In Waves, 3 mil Lanzas y de encuentro, como la Feria del Libro Punk Patagónica.    

 

Relatos- “Historias para no dormir nunca” es un fanzine sobre cuentos de terror patagónico. Los relatos están basados en experiencias reales de Benito y su entorno, a los que se le suma fantasía e imaginación. Destacó en estas publicaciones no prima la ficción por lo que destaca el género de este proyecto en particular. “Seamos Amenazas” reúne a bandas under, con entrevistas y columnas libres, fomentando una comunicación sin límites. Las ediciones son digitales y las trabaja con software de diseños. Su gusto por la diagramación ordenada y el aprovechamiento al máximo del espacio, facetas que se hacen evidentes en ambos títulos, aunque no es un requerimiento en este tipo de literatura urbana.

La creación de fanzines se alimenta con el concepto de no se necesitan grandes recursos o editoriales para generar herramientas. En estos casos algunos son de collage de fotocopia y otras impresiones de mejor calidad.

En este punto destacó que a diferencia de los medios tradicionales, las producciones no son mercancía y se comercializan o intercambian considerando su valor. “Tiene esfuerzo, la producción del mismo y la gente que consume lo toma de esa forma, para crecer personal e intelectualmente” explicó.

 

El objetivo del fanzine- Para Bene, el acto de crear, producir y difundir estas propuestas es una acción “definitivamente punk”. Aclaró que se refiere al movimiento libre y que se opone a las hegemonías y autoridades, no a la construcción social generalmente peyorativa que acompaña este concepto. “La gente entiende ciertas cosas que yo no veo de la misma manera, el punk es tan libre también que nadie impone como se genera, pero trato de cuidarme” agregó.

El objetivo del fanzine, desde su perspectiva en particular es darle un marco de ejercicio al pensamiento. Siempre se interesó en formarse, sin que exista la necesidad de institucionalizar el conocimiento y por lo tanto que se enquiste.

“Mi postura siempre fue con el compromiso de educar, leer mucho y saber cosas y cómo hacerlas” comentó. Percibe como la literatura hecha por unx misxm como una herramienta de construcción en este sentido. Explicó que siempre va por la veta que tiene menos prensa o directamente no tiene, pero que propone otras perspectivas a lo que se lee usualmente.

 

“Hubo un despertar”- Para Bene en materia de fanzines no se debe limitar la lectura a la capital santacruceña. Sus amigos están por toda la Patagonia chilena y argentina. La cantidad de producción se evidencia en eventos como la Feria del Libro Punk Patagónica, que ya tuvo dos ediciones y hace evidente que en los últimos años “hubo un despertar”. Identificó que el aumento se debe a la necesidad de “volver a los orígenes” ya que la mayoría de información que se maneja es virtual mientras estas piezas, se materializan y sostienen en el tiempo. Los fanzines son tangibles, genuinos. Comparó esta práctica con la importa de hacer discos. “Unx podría tranquilamente subirlos a una plataforma, pero editarlos, buscar el papel, la ilustración, la permanencia, colaborar con la gente, es otra cosa” destacó.

Estas publicaciones tienen una gran ventaja, no tienen límites. Por eso para este aficionado, lo importante es intentar que “todo sea arte”, que desde la injusticia, el tedio y el ocio se pueda crear. Valoró que todo está permitido. “Quiero que la gente se anime” agregó. Definió los zines, como una ventana a un momento específico que perdura en el tiempo, que va en contra el exceso de información que los ciudadanos consumen, en un rol pasivo.

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