Cambios

“Festejar el Día del Animal y consumirlos me parece poco consecuente”

Así lo declaró Alicia Cobos, nutricionista naturista. Enumeró junto a Zinc Turin, profesional de gastronomía vegana razones de salud alimenticia, ambiental y posicionamientos políticos para erradicar a los productos de origen animal, para empezar, de las comidas.

  • 04/05/2019 • 11:50
Disecando frutas/verduras para galletas sin harinas.
Disecando frutas/verduras para galletas sin harinas.

Coincidieron en que socialmente percibimos de manera muy diferente a las mascotas de los animales que ponemos en nuestro plato por una razón filosófica: El especismo, que es la distinción entre especies. Identificaron la cercanía de esta fecha con el 29 de Abril, Día Internacional del Animal como una invitación para cuestionar las costumbres alimenticias y de consumo de los habitantes Río Gallegos.

 

Concientizar- El mencionado concepto ético, es la práctica moral que diferencia el poder de los humanos con el resto de los animales y también a mascotas de los animales para consumo. A los perros y gatos, por ejemplo, de las gallinas, las vacas y los corderos. “Pero animales son todos. Y son víctimas de la explotación más grande, de industrias ganaderas, lácteas y avícolas. Es imprescindible empezar a concientiza, porque generalmente uno no está en su casa viendo de dónde salió lo que tenemos en el plato” explicó Alicia Cobos preocupándose por los dobles discursos dentro de la sociedad.

Para Zinc Turín, que sostiene la cooperativa vegana sin gluten “Reactiva” que funciona en la calle Hipólito Yrigoyen en Río Gallegos, hay que cambiar costumbres y desmitificar prácticas. “Se cree que sin carne y sin papa no es comida muchas veces” graficó.

Datos de Our World In Data, posicionaron en 2018 a Argentina en el podio de los 5 países que más carne consumieron, cifra que está descendiendo significativamente, no por decisión sino tras el aumento en los productos de esta industria. Las profesionales explicaron que una dieta sin productos de origen animal es posible.

 

Razones morales- La nutricionista naturista Alicia Cobos destacó la necesidad de que la sociedad conozca el término “bioingesta” que, definió como la capacidad del organismo para ingerir ciertos alimentos y la posibilidad de absorber sus nutrientes. Explicó que los humanos poseen aparatos digestivos largos, colmillos pequeños y carecen de garras porque están preparados biológicamente para frutas, verduras, cereales y semillas. “Sésamo, amaranto, quinoa, tienen más proteína y calcio que la carne y son 100% biodisponibles por lo que no generan residuos” ejemplificó, explicando que no hay necesidad de carne en las mesas argentinas.

Destacó que la urgencia fundamental y lógica es dejar de consumir lácteos.  Identificó un periodo de lactancia de 0 a 6 años y a la generación de la enzima de la lactasa como un proceso que concluye. “Acá está la famosa intolerancia a la lactosa que irrita y aumenta la mucosa” explicó y alertó sobre las consecuencias que trae esta ingesta, que se consideran comunes, como varios resfríos durante el año y dermatitis. 

A las razones de salubridad, Alicia, agregó las razones morales. Considera que estamos ante un paradigma piramidal, donde la explotación se evidencia en todas las especies y es importante generar conciencia sobre sus consecuencias en el ambiente. En Río Gallegos alertó sobre las dañinas prácticas de los frigoríficos, en las inmediaciones de la costanera local. “Tienen muchísimas denuncias desde Ambiente, han hecho allanamientos, han estado clausurados varias veces. Basta con hablar con los vecinos, siempre se quejan por los olores. Por un lado no tienen condiciones edilicias para la faena ni el instrumental necesario para las condiciones de consumo” denunció, ya que el peligro excede a quienes consumen sus productos. Zinc hizo la misma apreciación en referencia a esta fase del ciclo de explotación animal, que ella no incluye en los menús de gastronomía vegana. Explicó que con el actual funcionamiento de los frigoríficos se contamina el aire, el agua y sobrecalienta la atmósfera además de incumplir las normas vigentes en materia de residuos. “Cueros y grasas terminan en el vaciadero, sangre al mar, el impacto ambiental es muy fuerte. El maltrato animal, maltrata el ecosistema” resumió. 

Desde la perspectiva de Zinc, que cocina hace más de dos décadas, la población riogalleguense, siguiendo la norma mundial, contribuye con las industrias por la comodidad y costumbre “de tener a mano el producto listo, un pedazo de animal con plásticos y etiquetas en una góndola”. Recordó su infancia, marcada por un padre aficionado de la caza y la pesca, por lo que en ella despellejó, atrapó y consumió animales patagónicos, hábito que cambió con su consciencia. Con esta experiencia, identifica el privilegio a la información y la posibilidad de elegir. “Respeto mucho a la gente de campo que lo hace por necesidad con animales de su chacra” explicó, vislumbrando un futuro marcado por las nuevas generaciones que critican las costumbres familiares y culturales en general y se animan cada vez más a cambiar la realidad de la alimentación. Por ello cree que el veganismo ha ganado tanta fuerza en los últimos años. Lo identificó como un movimiento que critica además la industria textil o de la belleza, con cambios sustanciales que para Zinc se convierten en posicionamientos políticos. “Cuestiona la estructura económica de explotación patriarcal que sostiene la economía y por eso molestamos” expresó entre risas. Desde su visión, el veganismo va de la mano con el feminismo ya que vivir con este pensamiento, es dejar de contribuir con las empresas que hacen girar la rueda de explotación de especie, clase y género.

 

Mentira publicitaria- Un ejemplo que sintetiza su perspectiva son los productos light. “El concepto relacionado con los alimentos “para bajar de peso” es irreal, no existe. Lo vegano no es light, es saludable, esa palabra es una mentira publicitaria. Sólo se logra bajar de peso con platos equilibrados y una buena planificación de las comidas” resumió Turin. Destacó la dificultad de consumir productos, elaborar una dieta y tener una perspectiva que incluya la explotación de animales, la identificó como una alienación. “Marca una jerarquía de valores entre los animales” expresó, definiendo otra vez, al especismo e invitando a la comunidad a conocer estos conceptos para ampliar las perspectivas de explotación animal en todas sus variables, pero principalmente demostrando que es posible para las familias de Río Gallegos.

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